Capítulo 66

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Elian abrió sus ojos y miró a Lían.

—Por más que preguntara, mi abuelo no respondía... ¿Dices que él te vendió? ¿No es un error?

De hecho, el abuelo de Elian parece alguien calmado, incluso a mí me cuesta creerlo.

—¿Como podría ser un error? ¡Él mismo sostenía una cuerda para detenerme! Estaba acorralado, lógicamente no dejaría una carta u otra pista. —Se defendió Lían.

—¿Por qué no me buscaste? ¿Como pudiste haber abandonado a tu discípulo? ¿Acaso crees que yo también te entregaría a las autoridades? ¿Sabes el tiempo que estuve buscándote?

—Elian...

—Todo este tiempo pensé que hice algo que te hizo enfadar, traté de entenderte, pensé que tuviste una leve pelea con mi abuelo pero que recapacitarías y volverías... —Se inclinó hacia Elise—. Señorita Martold, necesito volver a casa y hablar con mi abuelo, no puedo dejar esto sin aclarar.

—Lo entiendo, ve. —Dije mientras me levantaba de la silla—. Resuelvan sus asuntos, yo iré a dormir.

Por mucho que me guste interferir, este parece un problema que deben resolver por ellos mismos, regresé a mi habitación y los otros dos seguían en el salón.

—Elian... Escucha, sé que estuviste buscándome, pero eras tan dependiente de mí que pensé que era mejor si ganabas libertad, seguiste progresando rápidamente incluso sin mi ayuda, realmente sentí que fue la mejor decisión.

—¡No lo fue...! —Gritó, pero reguló su voz—. Haz un portal a mi casa, mi abuelo debería haber cerrado la tienda ahora.

—Bien.

Lían abrió el portal, Elian cruzó por el portal, pero este se cerró con él, al final Lían se quedó en la mansión Martold, debía vigilar la seguridad de Elise.

Elise antes de dormir salió de su habitación para confirmar que Lían estaba afuera, le dijo que era mejor que no atacaran el área por un momento y Lían le dijo que las cosas en el marquesado se mantendrían controladas. Elise se sentía tranquila por eso, pero igual le pidió a Lían que mejor vigilara desde adentro de la habitación y que saliera cuando estuviera dormida y así fue.

Por otro lado, Elian hirvió unas hierbas medicinales como infusión y lo sirvió en dos tazas sobre la mesa de la sala de estar, esperó pacientemente hasta que su abuelo entró.

El anciano acababa de cerrar la clínica, cuando regresó, todo estaba tranquilo, encendió algunas velas y miró a su nieto sentado rectamente mientras bebía té sin hacer ningún sonido.

—¡Casi matas a este viejo del susto! —Dijo asustado, pero acomodó su postura y se sentó frente a Elian—. Es bueno que hayas vuelto, con tantas revueltas que han pasado tuve un poco de trabajo jeje, pero no te preocupes de este viejo, si la edad no me mata, nada más lo hará, estoy saludable ¿Qué hay de ti?

—Estoy saludable, también estuve muy ocupado, pero como ahora Istred se declaró aliado a la magia, muchos han viajado hacia allá, incluido doctores, me necesitan más aquí. —Le sirvió té a su abuelo—. Traje algunos regalos para usted, unas plantas exóticas que son muy buenas para diferentes enfermedades, los dejé en su habitación

—¿Es así? Que buen nieto tengo, mañana abriré más tarde para hacer tu desayuno favorito.

—Abuelo...

—¿Sí?

—De camino, mi maestro me interceptó para llevarme rápidamente hacia la señorita Elise.

—¿Él? —Suspiró—. Si está cerca de la señorita Elise no lo podrás evitar, sólo no hables con él.

—Me explicó lo que sucedió, lo entregaste.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora