Capítulo 35

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Durante la noche, Rina empacó 5 maletas con mis pertenencias, de las cuales 4 estaban llenas de ropa a más no poder, es una exageración ya que sólo me quedaría en la capital por 5 días.

En la madrugada salí de la mansión y subí al carruaje con Rina.

Hoy era el juicio contra Adelaida, normalmente se toman como dos semanas mínimo, pero ya que mi padre es un marqués influyente, el juicio es casi inmediato.

Para el juicio debe haber presente un sacerdote, el sacerdote tomará parte fundamental en las acusaciones por homicidio ya que él dice si la diosa está de acuerdo con la condena, ya saben en caso de sentencia de muerte —Cosa que es muy probable—. La Diosa da vida y para quitarla se necesita su permiso, si el sacerdote miente morirá inmediatamente.

Llegamos a la capital en la tarde, a una hora antes del juicio así que sólo comí rápidamente y luego fui al tribunal.

Afortunadamente llegué justo a tiempo, y tomé asunto entre el público.

Aunque no haya podido cambiar del todo mi destino con Noah, pude cambiar el destino de mi padre, me siento feliz de ver cómo Adelaida sufrirá.

Hay gente que no conozco, supongo que están conocidos de mi padre y de Adelaida...

—El Marqués Asis Martold demanda a Adelaida Martold por infidelidad e intento de homicidio, y pide el divorcio y sentencia de muerte.

Según las reglas aquí, sólo el hombre puede pedir el divorcio, una mujer no puede, para hacerlo tendría que rogarle a su esposo primero, también el adulterio es un grave pecado, rara vez un hombre es demandado por esto, ya que afecta la imagen de la mujer... El adulterio es pagado con tres meses de cárcel, tres meses de tortura.

El intento de homicidio es juzgado al igual que un asesinato, la intención es lo que cuenta, la excepción es que si el demandado por asesinato es un hombre noble de un rango más alto que el asesinado solamente le quitaran su título y tendrá que pagar una multa, casi siempre terminan en bancarrota, los únicos que pueden matar sin tener castigo son el Rey y las personas dentro de una guerra obviamente.

—La señora Adelaida adulteró con el general Jonathan Frertis, y además trató de envenenar al marqués. —Dijo el abogado de mi padre.

—¿Cuáles son las evidencias? —Pregunta el juez.

—Hace poco, la Marquesa fue al pueblo, entró a la casa del general y estuvieron ahí unas horas, la marquesa llegó a la mansión con el vestido desarreglado, con otro peinado y una sirvienta encontró rastros de semen en el vestido. —Dijo el abogado mientras le daba una bolsita con un trozo de seda del vestido—. El ADN coincide con el general.

Sé que es algo serio, pero me muero de risa por dentro.

—Bien, ¿El defensor de la señora Adelaida tiene algo que decir? —Pregunta el juez.

—Si, su señoría. —Dice el abogado de Adelaida—. Mi clienta tenía necesidades, el marqués no la complacía desde hace dos años, tuvo que buscar otros medios, además ella no sabía que el marqués había contratado a un espía.

Todos volvimos a ver a mi padre, él al igual que Adelaida estaban rojos.

—¡Ella no quería! —Aclaró mi padre para defenderse entre tantas miradas.

—¿Crees que es cómodo hacer el amor cuando gritas el nombre de tu ex-mujer? —Dijo Adelaida.

Estoy tratando de evitar reírme, es algo gracioso, aunque incómodo ya que es mi padre.

—El marqués tiene el derecho de vigilar a su esposa, contrató al espía luego de descubrir el envenenamiento. Una noche la marquesa le sirvió un té con veneno, afortunadamente el marqués no lo bebió y lo envió al templo para que lo examinaran, se encontró Hertan, una planta que sólo crece en la isla mágica tarda 20 minutos en hacer efecto, hace parecer que la víctima murió por un infarto, lo cual es conveniente ya que el marqués tiene problemas cardíacos.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora