Capítulo 90

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Una semana después, en el día de la coronación me sentía como nueva, el palacio pasó agitado estos días, dirigir tres reinos y la preparación de la ceremonia al mismo tiempo no es nada fácil, en el proceso Elian estuvo a mi lado en cada momento procurando que mis niveles de magia fluyan sin problemas y volverme a nutrir, en resumen, fue todo un caos. Al menos Noah hizo bien su trabajo como mi asistente, de lo contrario estaría al borde del colapso mental.

El vestido era dorado, debido a que es un evento sagrado no me permitieron escote, pero las mangas largas y la parte del pecho era de tela chantilly con unos pequeños diamantes bien proporcionados y el resto del vestido era liso y caía como la lluvia alrededor de la gran crinolina, sólo un adorno en la cintura eran dorados al igual que las zapatillas y los accesorios como pendientes, collar, brazalete, anillos y anillos eran todos de oro con diamantes.

En cuanto al peinado recogieron mi cabello con ayuda de horquillas de oro. Todo el estilo demostraba mi grandeza, pero no todo es vanidad, habrá muchas personas observando, todos ellos deben verme con un aspecto digno de su confianza, aunque la verdad lo único que importa lo verán con mis acciones.

La música de violín y piano llenó el salón además de las personas, cuando finalmente llegó el momento fue un sueño para mí, pasé por en medio de todos ellos, todos estaban callados, incluso los del coro, se inclinaron ante mí para mostrar su respeto. Mi corazón latió tan rápido por los nervios y alegría combinados, al final del camino sólo estaba la sacerdotisa frente al trono y junto a ella un ayudante que sostenía la corona, mi corona.

Al llegar con ellos tomé las manos de la sacerdotisa lista para decir los votos y todos tomaron asiento otra vez.

—Princesa Elise Martold Arendis. ¿Es usted consciente del peso que la corona representa?

—Soy consciente de mi responsabilidad por la gracia de la Diosa.

—¿Acepta la guía de la Diosa para toda decisión que pueda tomar?

—Seguiré sus caminos en mi corazón, mente y acción.

—¿Se compromete a proteger y otorgar lo mejor que esté en sus manos al imperio?

—Lo haré con el mismo amor de una madre a su hijo.

—¿Entregaría usted su vida por el bien del imperio?

—Hasta la última gota de mi sangre.

—Entonces yo, Fiorella Bont Sertai como la sacerdotisa principal del templo y representante de la Diosa Neslina proclamo a Elise Martold Arendis como la emperatriz del imperio Neslín.

Tras esas palabras Fiorella colocó la corona en mi cabeza y luego se inclinó ante mí. —¡Larga vida a su majestad la emperatriz! —Gritó fuertemente.

—¡LARGA VIDA A LA EMPERATRIZ! —Repitieron tres veces el resto de los presentes con mucha euforia.

Con una enorme sonrisa en mi rostro y gotas queriendo escapar de mis ojos me senté en el trono escuchando gritos de ánimo y aplausos por doquier. —Ahora, que empiece la celebración.

La música sonó más animada y las personas bailaron al ritmo de la música. Mientras tanto, permanecí sentada para recibir felicitaciones.

—Felicidades. —Dijo la Sacerdotisa—. Sé que no escuchó a la Diosa y eso es porque su alma no es de la verdadera Elise Martold. A pesar de todo la Diosa si habló conmigo entonces no tiene nada que preocuparse, le pido que nos guíe con sabiduría y amor.

—¿Entonces lo sabías? Gracias por apoyarme, espero que permanezcas a mi lado para aconsejarme correctamente.

—No sé por qué fingió haberla escuchado, pero me alegro de que lo haya hecho, no sabría que excusa poner luego, ahora si me disculpa tengo que retirarme, oraré por usted y la prosperidad del imperio.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora