Capítulo 52

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Este chico... Es mi estilo, está bien, lo aceptaré.

—Ya veo, si es así acompáñame... Ah, iré a ver a alguien que no está en su mejor momento entonces si intenta atacarme no le hagas nada, aunque no creo que sea capaz de tocarme ni el cabello en este momento.

—¿Visitará a Keneth Moneti?

—¿Cómo lo sabes?

—El duque Claden me dijo que era cercano a usted, y que si ese hombre intenta atacarla nuevamente deberé matarlo... Lo entiendo, pero parece que usted es más cercana de lo que parece, después de todo intentó salvarlo aquella noche...

—¡Eras tú!

Sabía que lo conocía, esa mirada helada se parece al chico que lideraba a los magos en el condado Dastel... Entonces si era él.

—¿Eh? Bueno, sí, primero debo presentarme hacia su alteza formalmente, mi nombre es Lían Tinstel, vengo de una familia con bajo estatus social, soy uno de los pocos hombres que nace con las habilidades de brujería y ah, tengo 168 años, los cumplí hace dos meses.

—¡¿168?!

Sin duda es muy normal que el título de bruja sea hacia las mujeres, sin embargo, es muy pero muy extraño ver a un brujo, si tiene tantos años y se ve joven y con mucha vida, significa que al igual que yo tomó de su propia sangre y se regenera.

—Si... Fue el hechizo de regeneración, valió la pena.

—Debemos ir a la casa de Keneth antes de que los pastelillos se enfríen.

—Si.

Subimos al carruaje y luego de un tiempo llegamos al pueblo, para ser más exacta, llegamos a la casa de Keneth, ha pasado mucho tiempo desde que vine.

Lían me ayudó a bajar del carruaje y le pedí que se quedara afuera, si Keneth lo ve sin duda habrá una pelea y el objetivo principal de hoy es la paz.

Golpeé la puerta por cinco minutos, como no había respuesta abrí la puerta con magia, perdón.

—¿Keneth? —Dije mientras entraba—. Soy Elise ¿Estás aquí? Traje unos pastelillos, los hice yo misma, bueno, con ayuda de mis sirvientes... Espero que te...

Estaba entrando a la cocina para dejar los pastelillos, pero encontré a Keneth en el piso, puse la caja con los postres sobre una mesa y corrí hacia donde Keneth, estaba caliente e inconsciente, menos mal que estoy aquí.

Salí de la casa y le pedí a Lían que me ayudara a cargarlo, es así como vi algo que nunca pensaba ver, Keneth era llevado como una princesa por otro hombre ¿Acaso ahora la novela es BL? Lían lo llevó hasta su habitación y lo dejó sobre la cama.

—Gracias por traerlo hasta aquí. —Dije con una reverencia.

—¡N-no es nada! —También se inclinó—. Todo lo que su alteza desee lo haré.

—No me digas su alteza por favor... Puedes volver a custodiar desde afuera.

—Entiendo.

Bajé las escaleras junto con Lían y este salió de la casa, calenté agua y busqué una toallita limpia, lleve ambas cosas a la habitación de Keneth y coloque el trozo de tela húmedo sobre su frente, lo arropé y cada cierto tiempo volvía a humedecer la toalla y cambiar el agua.

Luego de unas horas, Keneth se despertó de golpe y sujetó mi brazo con fuerza.

—¿Quién? —Preguntó enojado.

—S-soy yo...

—¿Elise? —Soltó mi mano—. Perdón... ¿Qué haces aquí?

—Venía a dejarte algo, pero te encontré inconsciente... Por suerte ya estás despierto.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora