Capítulo 41

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Noah continuó explicando acerca del lugar y salimos del extraño edificio, lo que no me esperé al salir era que no era un edificio, era un árbol, tan alto y ancho como la compañía en la que solía trabajar. Es un bosque de árboles gigantes, las hojas de estos árboles son azules y del tamaño de un vehículo.

—¿Qué es este lugar? —Pregunté asombrada.

—Creo que he escuchado de esto, el bosque celestial, árboles gigantes que pueden alcanzar más de 70 metros de altura, anchos y ramas gruesas, el árbol Untelgi está en la bandera de este reino. —Explicó Elian.

—¿Cómo los convirtieron en hogares? —Pregunté.

—¿No es obvio? —Contesta Noah—. No pienses que se cortaron por dentro poco a poco, tomaría mucho tiempo, fue hecho con magia. Estamos ubicados en el centro del bosque, hay un portal que nos une a la ciudad para acortar el viaje, son cuatro árboles perforados, uno que son los dormitorios y la cafetería, otro es el cuartel general y sala de entrenamiento, otro es la biblioteca, otro tiene la sala de creación de pociones y otro árbol es el pequeño hospital mágico para personas mágicas y mascotas reguladoras de energía. Cultivamos papas, col, trigo, maíz, arroz, tomates, sandías, nabos y obviamente nueces celestiales. Ya que el bosque es "Celestial", crece cualquier tipo de plantas que se siembre, sea o no sus condiciones adecuadas, es algo que descubrimos estando aquí.... Ah, también pasa un río donde se pesca, por supuesto, todo nuestro territorio está protegido por un escudo mágico.

—Sabes mucho, ¿Has venido anteriormente? —Pregunté.

—Algunas cuantas veces, siempre escribo un informe para la reina.

—Ya veo...

Eventualmente las personas que terminaban de comer salían a hacer sus trabajos respectivos.

Entramos a otro árbol, el cuartel general.

En la primera planta, había personas entrenando con la espada, en la segunda había un lugar parecido a un salón de conferencias, la mesa redonda tenía mapas y libros desordenados sobre ella, todavía no había nadie, la tercera planta era una herrería, al parecer los herreros siguen comiendo, la cuarta planta tiene un almacén de armas encantadas, le pedí a Noah que bajáramos a la herrería.

Había una cosa que me llamaba la atención, había planos para crear espadas, arcos y lo más reciente, la ballesta... También había textos de como encantar las armas, como hacerlas más livianas, más filosas, resistentes o incluso de cómo hacerlas invisibles.

—¿Por qué no se enfocan en crear armas poderosas, pero sin usar magia?

—No sé de qué hablas.

—En mi vida pasada en el otro mundo, había armas más potentes.

Pronto llegó un hombre robusto con barba abundante.

—¿Qué hacen aquí? ¿Les puedo ayudar? —Pregunta el hombre.

—Realmente no lo creo, pero estoy pensando en crear un arma, si se jala un gatillo sale una bala a una velocidad rápida y perfora a las personas, también están las bombas y los cañones.

—¿Eh?

—He visto un arma que podría ayudar, pero no sé cómo producirlos. —Hablé pensativa.

—Eso es realmente difícil... ¿Eso existe o lo está inventando? —Preguntó el herrero.

—No, existe o al menos eso creo. —Respondí dudosa.

—¿Por qué no va con las brujas? La magia de invocación puede llamar objetos o espíritus de diferentes lugares, si existe puede invocarlo y haremos unas copias masivas.

—¿Así de fácil?

—Para la magia de invocación, la persona debe tener un alto nivel mágico. —Habló Noah—. La persona invocadora debe pensar en cómo es, cada detalle y su función... Si es algo que solamente tú conoces, solo tú podrás invocarlo ya que eres la única que sabe cómo es y cómo cumple su función.

—No perdamos tiempo, me gustaría intentarlo.

Fuimos a otro árbol, había unas personas leyendo libros, otros dibujando pentagramas y otros creando pociones, cuando me vieron estaban confundidos, pero al ver a Noah sabían que yo era de confianza.

—¿Q-qué lo tra-trae aquí duque? —Dijo un chico que estaba con las pociones, parece ser tartamudo.

Noah me empujó hacia adelante suavemente para que hablara.

—Quiero invocar un objeto. —Hablé con seguridad.

Una chica soltó su pluma y detuvo el pentagrama que dibujaba en un papel, se levantó de la mesa, tomó una tiza, se acercó a mí y me la dio. ¿Quiere que dibuje un círculo de invocación? Ella tiene cabello verde y corto, ojos rojos, piel extremadamente blanca, es más pequeña que yo y al parecer es plana, como una niña de 13 años

—No sé cómo hacerlo. —Dije apenada.

Tsk, ese sonido vino de la boca de la chica, al parecer los otros tenían algo de miedo y retrocedieron un poco.

—Hazte a un lado. —Dijo la chica con un tono molesto.

Retrocedí unos pasos junto con Noah, la chica dibujó un gran circulo con caracteres extraños y patrones como las películas de terror, sus movimientos eran tan rápidos y hermosos que parecía estar bailando mientras dibujaba. Luego de unos minutos parecía haber terminado, tiró la tiza por los aires y una mujer lo atrapó. La chica que dibujaba se acercó a mí nuevamente.

—No es tan difícil. —Dijo—. Sólo imagínalo, si es un objeto, sentirás como cada pieza atraviesa tu piel y carne, se requiere más fuerza física que mágica, si soportas el dolor saldrá bien, si te desmallas o te desconcentras fallarás y habrás sufrido para nada.

Tragué saliva y me senté en el centro del círculo, crucé mis piernas y extendimos manos, imaginé una pistola frente a mí, pronto sentí como cada uno de los huesos de mi brazo se quebraban, apreté mis labios y ojos, pero la imagen de una pistola no desaparecía de mi mente, recordé las que vi en un museo de armas, las más antiguas hasta las más modernas, recordé las modernas, recordé todas esas películas violentas donde aparecían, mientras más tiempo pasaba más dolía, mis manos temblaban, no, todo el cuerpo lo hacía ¿debería rendirme? ¡No lo haré! Pistola... Vamos, no te desconcentres...

Sentí que me tocaban la espalda, abrí los ojos de golpe y bajé las manos, poco a poco el dolor desapareció, pero estaba cansada. Frente a mí estaba la pistola.

—¡Lo hice!

—Felicidades. —Dijo la chica—. Si es un arma la entregaré a los herreros para que la multipliquen.

—Gracias. —Dijo Noah y luego me ayudó a levantarme.

Don Din Dan

Un sonido extraño sonó, la chica que me ayudó y Noah estaban algo molestos, Noah corrió buscando las escaleras y por instinto lo seguí, aunque caminando lentamente.

—¡H-hey! ¿Qué era ese sonido? ¡Noah! —Dije mientras corríamos, él tiene piernas demasiado largas, me cuesta seguirle el paso.

—Hay un intruso. —Respondió.

—¿No había un escudo?

—Si alguien entra con un traje anti-magia es posible que entre, el escudo emite ese sonido cuando eso pasa.

Salimos del árbol y vimos un hombre en ropa interior atado con una soga, había hechiceros rodeándolo, apuntando hacia él con sus varitas.

Había una gran cantidad de personas al rededor observando.

—¿Que mierda? ¡Déjenme ir o se arrepentirán! —Dijo el tipo desnudo.

—¿Qué haremos con él? —exclamó uno de los hechiceros.

—Traigan una bruja invocadora que pueda leer almas. —Gritó Noah desvainando la espada.

—O-oye... ¿Q-que harás? ¡No lo mates! —Dije asustada.

Como si yo fuera muda o él sordo, me ignoró y cortó el cuello del hombre, el ahora cadáver se desplomó sobre la tierra y la cabeza rodó hasta mis pies.

Confundida y en shock me acerqué a Noah y le pegué una fuerte bofetada.

—¡¿Qué demonios hiciste?! ¡Debíamos interrogarlo! Ignoraste completamente mis palabras... Puede que ese hombre tenga una familia esperándolo en casa, talvez fue alguien importante y podía darnos información valiosa. —Dije a punto de explotar, mi sentimiento era tan fuerte que casi olvidaba mi cansancio.

Noah volteó su miraba hacia mí, su mejilla derecha estaba roja, sus ojos reflejaban su molestia y me tomó fuertemente la mano.

—Suéltame. —Exigí.

—Querida Elise, acabas de golpearle a tu futuro esposo, la guerra no se gana con compasión, no enviarían a nadie importante a morir, señorita profecía, no te preocupes por este hombre, dijiste que confiarías en mí, hazlo, sé por qué lo hago, ese hombre vivo causaría problemas. —Bajó su tono de voz—. En el futuro, todo lo que veas será tuyo, en este momento sigues siendo inocente y compasiva, mi misión es abrir tus ojos, prepárate para la realidad, esto no es nada, en la guerra morirán cientos más frente a ti.

Apareció la niña que me ayudó anteriormente.

—Que molestia, ahora me piden lidiar con un asqueroso ser sin magia... Si ofender duque.

—¿Qué harán? —Pregunte aún molesta.

—Una interrogación. —Responde la chica—. Soy Tami, líder del departamento de brujas, mi especialidad es la invocación como ya sabrás, invocaré el alma de esta persona y le haré preguntas, el alma no puede mentir una vez que abandona la carne pecaminosa... Es más fácil interrogar un alma de alguien muerto que alguien vivo.

—Ya veo. —Miré a Noah de reojo—. Bien, continúen.

Tami movió su dedo dibujando un pentagrama en la tierra, en el centro estaba la cabeza del hombre, Tami cayó al piso, sus ojos se tornaron blanco y aparecieron líneas negras en su cuello que se esparcieron por toda su cara, luego se sentó sobre sus rodillas.

—¿Por qué has venido? —Pregunta Noah.

—Mi misión es atravesar el bosque para encontrar pistas sobre el paradero de los seres mágicos, este lugar es un potencial escondite. —Responde Tami con la voz del hombre muerto.

—¿Cuantos vienen contigo? —Volvió a preguntar.

—Somos 50 en total, murieron 8 por manos de bestias entonces creo que hay 41 soldados vagando por el bosque.

—Puedes irte.

Luego Tami volvió a desmallarse y lentamente volvió a la normalidad.

—¡Ay, mi cabeza! —Se quejó Tami—. Por esto detesto las posesiones espirituales, iré a descansar...

—Gracias, no debe ser fácil hacerlo, lo hiciste bien. —Dijo Noah.

—Es fácil pero las consecuencias son molestas, además era obvio que lo haría bien ¿Por quién me tomas?

Tami se fue y Noah se voltea para ir a otro lugar, pero lo detuve sujetando la manga de su saco.

—Perdón por mi reacción. —Dije evitando contacto visual—. Agradecería que la próxima vez me dijeras lo que tienes planeado hacer. Por eso puedes intentar persuadirme, pero nunca vuelvas a ignorar una palabra mía, recuerda que soy superior a ti.

—Tienes razón, discúlpame, no volverá a repetirse una situación similar... ¿Quieres ir al pueblo? Debo comprar hierbas medicinales, ya se están acabando.

—Iré contigo, déjame cambiarme primero... ¿La habitación en la que aparecí es mi habitación?

—Si.

Me apuré en subir a la habitación ¿Por qué es en el último piso? Es una tortura, me cambié el vestido por uno más simple, me puse zapatos planos y cómodos, me coloqué la peluca café, unos lentes de contactos color amarillos y un gran sombrero que ocultara mi rostro,

Bajé otra vez a buscar a Noah y ambos cruzamos por un portal que estaba conectado a una biblioteca, salimos de la biblioteca y estábamos en el pueblo.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora