Capítulo 112 Final

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Pasó un tiempo y los sirvientes llevaron una mesa al centro del salón con el acta de anexión.

La música paró y me acerqué a la mesa.

—Muchas gracias por estar todos aquí reunidos, a un evento histórico importante en nuestro imperio, pues finalmente, luego de más de un siglo, el imperio Neslín vuelve a estar unido tal como lo fue antes. Es verdad que por la guerra reciente enfrentamos algunos problemas, sin embargo, la Diosa está de nuestro lado porque hemos cumplido su voluntad y con su gracia volveremos a levantarnos. Hemos logrado comprobar que ningún enemigo puede derrumbarnos, sólo nos fortalecen y nos unen, avancemos hacia un mañana brillante, gracias por todo su esfuerzo.

Las personas aplaudieron tras mi discurso.

—Ahora bien, invito a los reyes de Eirestia, Descileo y de Jurdy para que sellen este acuerdo.

Con el sello de mi anillo marqué el acuerdo y luego los demás lo hicieron. También se acercó el nuevo sacerdote principal para hacer el pacto sanguíneo ante los ojos de la Diosa.

—Es de mi agrado, informar que, desde este momento, el imperio vuelve a ser uno solo.

Todos aplaudimos y la música volvió a sonar, pero más festiva y alegre. Estuve hablando con los reyes más tiempo dándoles la bienvenida a mi imperio y luego me dirigí al jardín para tener más privacidad.

—¿Qué eliges? —Escuché una voz en mi cabeza.

—¿Puedes recordarme mis opciones?

—Volver a tu mundo o permanecer aquí.

—¿Quién eres? No creo que seas Elise.

—Soy quien te trajo en primer lugar.

—¿Entonces has regresado con nosotros eh?

Es la Diosa.

—Gracias por restaurar mi honor y poder.

—Prácticamente fue un secuestro, espero que al regresar tenga algo bueno.

—Así será.

Bien es el momento de elegir.

—¡Melanie!

Noah se acercó corriendo y se detuvo con los ojos llorosos. —¿Sigues siendo Melanie?

—Adiós Noah, ya es tiempo de irme.

La voz en mi cabeza volvió a hablar. —Tienes un minuto, de no recibir respuesta asumiré que quieres quedarte.

Noah me abrazó. —Qué suerte tengo entonces.

Lo besé fuertemente y algunas lágrimas caían de mis ojos. —Cuídate, sigue con una buena vida ¿De acuerdo?

Noah asintió repetidas veces. —Lo mismo deseo para ti.

—Te agradezco por todo lo que has hecho, pero ya debo regresar, juro nunca olvidarte.

En ese momento, estaba en un lugar diferente, todo era blanco, pero había un camino rojo que simplemente flotaba en la nada.

Caminé hacia adelante y mientras más avanzaba, más amplio se hacía el camino. ¿Será que me desconectaron? Ah, creo que fui tonta. Pero tampoco creo estar muerta.

Seguí caminando y eventualmente vi una pequeña mancha café a lo lejos, entonces corrí y corrí. La mancha cada vez se hacía más grande y tomaba una forma redonda.

Al llegar me detuve ante la gran puerta con el mismo diseño que mi collar. Respiré profundo y al abrir la puerta, había una luz brillante que no me dejaba ver nada. Crucé la puerta con los ojos cerrados y al abrirlos, sentía sondas en mi garganta y una máscara en mí cara.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora