Capítulo 62

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Entonces lo miré desde un lado, sin interrumpirlo, su perfil es hermoso, ahora estoy más cerca para apreciarlo mejor, como si estuviera en un asiento VIP.

Noah es como un sueño ahora que lo pienso. Tan perfecto que no puede ser real, si en realidad existiera, sería uno de esos hermosos modelos europeos o quizás como uno de esos Ceos hermosos y jóvenes de la TV.

—¿Qué piensas? —Preguntó Noah.

—¡Que tienes un hermoso perfil! —Sonreí y luego bostecé.

—Terminé con esto. Arreglaron la habitación de al lado para que duermas.

—Tu cama es cómoda, tuve un día pesado déjame dormir aquí, sé un buen prometido y consiénteme en esto.

—Entonces me iré a la otra habitación.

—Bien.

Me acosté en la cama mientras Noah ordenada los papeles y luego estaba a punto de salir.

—¡Espera!

—¿Qué?

—¿Sabes qué pasó con la batalla?

—Tomamos el control del palacio.

—Eso es genial.

Sonreí y volví a acurrucarme.

—¡Ah, espera! —Dije antes que se fuera.

—¿Sí?

—Mañana investigaremos el caso de mi asesinato.

—Lo sé.

—Bien, deberías dormir bien y tener la mente clara.

Noah levantó el pie para seguir caminando, pero volví a detenerlo.

—¡Espera!

—...

—¿Puedes apagar la luz?

Noah no dijo nada, solo se dio la vuelta y apagó la luz.

—¿Sabes qué? Creo que soy injusta, has trabajado mucho, como soy consiente dejaré que te quedes a dormir aquí. —Me levanté de la cama—. Seré yo la que se vaya al lado, después de todo prepararon aquella habitación especialmente para mí.

—¿Estás segura?

—¡Por supuesto!

Caminé al pasillo y cerré la puerta, la habitación de la derecha tenía guardias custodiando entonces supuse que es la mía, entré y todo estaba ordenado y limpio.

Apagué la luz y me acosté en la cama, tan suave como la de Noah, cerré los ojos, pero sentí que alguien me observaba, volví a encender la luz y no había nadie.

—¿Nada? Mejor duermo con la luz encendida...

Me acosté recta viendo hacia el dosel y de vez en cuando miraba a mi alrededor. Apreté mis ojos para obligarme a dormir, pero no podía, mientras más tiempo estaban cerrados, me daba una inesperada ansiedad.

Me levanté, encerré la puerta y las ventanas, luego revisé cada roncón de la habitación, no encontré nada ni a nadie inusual pero aun así no me tranquilizaba.

Me rendí y regresé a la cama, estaba acostada hacia la derecha, pero sentía que algo estaba en mis espaldas, me giré y sentí lo mismo del otro lado. Apreté mi almohada.

¡No puedo resistir!

Le quité el seguro a la puerta, si me pasa algo, gritaré y podrán rescatarme. Pensándolo dos veces volví a poner el seguro, si alguien planea matarme es mejor que no sea fácil entrar.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora