Capítulo 30.

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Al día siguiente iba a reunirme con Elian en la biblioteca de la mansión, así que fui luego de desayunar.

Elian volvió a usar magia y me dijo que sorprendentemente ya estaba bien, debo preguntarle acerca de la isla mágica.

—Entonces eso es todo por hoy. —Dijo Elian.

—Espera... Me gustaría preguntarte sobre la isla mágica... —Dije en voz baja.

Elian miró a nuestro alrededor y suspiró, movió su mano izquierda circularmente y al hacerlo su mano brillaba de color verde.

—¿Qué hiciste? —Pregunté curiosamente.

—¿Quieres morir? Hice una burbuja invisible anti sonido, así nadie podrá escuchar nuestra conversación. —Dijo poniendo su maletín sobre la mesa.

—Deberías enseñarme ese hechizo, yo también quiero hacerlo...

—¿Qué quieres saber de la isla?

—¿Me puedes decir qué necesito para ir? —Sonreí nerviosamente.

—La isla está ubicada en el mar Tengrid, ya que este reino no tiene costa al mar, debes viajar a Eirestia que es el reino más cercano, ahí debes buscar algún mago que te diga dónde puedes encontrar un barco especial, el barquero te cobrará alrededor de 300 monedas de oro sin incluir comida o agua así que debes estar bien preparada para un viaje de día semanas, si llegan a sobrevivir las feroces aguas del Tengrid, estarán llegando a la isla, ahí te revisaran el equipaje y te cobraran 500 monedas de oro, si llevas algún tipo de arma te matarán, luego te harán pasar por un campo mágico, si vas con malas intenciones sentirás como te va faltando el oxígeno mientras más avanzas, si sólo te interesa ser un buen ciudadano de la isla no sentirás la diferencia, luego te harán un examen de magia, si no tienes magia te matarán... Los alquileres rondan las 50 monedas de oro mensuales.

—¿850 sólo para sobrevivir un mes?

—Si vas con 1,000 monedas podrás irte acostumbrando, los salarios son un poco más bajos, pero hay menos impuestos, se dice que es como un país más, Reyna, nobleza y plebeyos.

—¿Pero por qué tan caro? Tengo menos de 50 monedas en mis ahorros, mi mesada mensual es de 60 monedas desde que tenía 8 años y necesito irme en esta semana.

—Suerte con ello, yo trabajo como doctor desde joven y el 50% de las ganancias quedan en casa y el resto lo guardo, te puedo decir que tengo menos de la mitad, aunque si le pides ayuda a tu padre te irás sin preocuparte por una sola moneda.

—Mi padre no sabe que soy una bruja, ni sabe que mi madre lo era, tendré que conseguir el dinero de alguna forma, si no me voy tendré que comprometerme con alguien.

—Ya que eres de la nobleza te será más fácil, tienes garantizados 60 monedas mensuales, puedes vender tus vestidos, zapatos y joyas.

—Además la princesa me paga cierto porcentaje de sus ventas ya que soy su aliada... Oh, creo que podré lograrlo pero...

—¿Pero?

—La mayoría de las cosas que tengo fueron compradas por mi padre o con su dinero, no me sentiré bien vendiéndolas...

—Entonces debes comprometerte.

—Eso jamás. —Crucé mis brazos formando una "X".

—Piénsalo, vende los regalos que él te vaya dando, no es que te vayas a casar, cuando tengas lo necesario debes irte.

—Eso es. —Chasquee los dedos. —después de tener el dinero me voy.

—Deberías practicar más magia, estás en un nivel inicial, tienes el mismo potencial que un niño de cuatro años, recuerda que en aquella isla todos saben usar magia, tu vida se basará en que tanto puedas dominar tu magia, si fueras en este momento te veo suicidándote en un año. —Dice pensativo—. Dicen que eres muy impulsiva, un suicidio no sería exageración.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora