Capítulo 96

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La duquesa estaba preocupada por el camino, era de noche y algunos guardias pudieron haberla reconocido, en cuanto se enteraran de la muerte del rey, irían a buscarlos, sin embargo, Kenneth confiaba en que su camino estaría sin obstáculos ya que había soldados del imperio escondidos en todo el trayecto, listos para atacar en caso de que los interceptaran, así que, tras saberlo, Beatriz y su esposo se tranquilizaron.

Llegaron al palacio real y varios soldados los rodearon.

—¡Es el carruaje del duque Roan!

—Creí que estaba viendo mal pero definitivamente fue su esposa quién mató a nuestro rey.

—¡Esa mujer debe ser una bruja!

—Por nuestro reino, nos vengaremos.

El duque salió y el que lideraba la guardia del palacio se detuvo enfrente de él.

—Duque Roan.

—Parece que ahora tienes más autoridad.

—El antiguo ministro de justicia, como suegro de nuestro difunto rey, será el nuevo portador de la corona, gracias a su gracia, he tomado tu puesto.

—¿Y qué más decidió este nuevo rey?

—Claramente fueron acusados de traición, pero quiere hablar contigo, luego de escucharlo, recibirás tu castigo... También debes entregarnos a tu esposa inmediatamente.

—... Si que tienes mucho valor. —Tocó su hombro y suspiró—. Escucha mi consejo, mientras más alto estés, más arriba debes ver.

El nuevo ministro de guerra sintió un escalofrío en su cuerpo y alzó la vista. Había muchos magos apuntando con armas desde el techo del palacio. ¿Cómo era posible que no los haya visto? No, antes no estaban, se acababan de teletransportar. Pero.... ¿No se supone que habían reforzado la barrera anti magia?

—¡¿Cómo es posible?! ¡No pudieron haber roto la barrera!

—Tienes razón. —Keneth bajó del carruaje y se acercó a ellos—. Nosotros no podríamos, pero nuestra emperatriz lo eliminó completamente.

—Tú... Te has aliado a nuestro enemigo.

El duque Roan alzó su voz. —No caerá la sangre de inocentes, todo aquél que desee vivir y luchar por el bienestar de nuestro glorioso reino deberá retroceder y seguir sus pasos en mi camino. Aquellos que se opongan den un paso al frente para poder eliminarlos.

—¡Traidor! —Gritó el ministro—. ¡El duque Roan es un traidor, no permitan que un hombre sin lealtad tome el trono! ¡No se dejen influenciar!

—He trabajado con ellos mucho tiempo, la mayoría me conocen desde su adolescencia y conocen mi justicia.

Un grupo de soldados fueron un paso hacia atrás y los demás poco a poco también retrocedieron.

—¡TODOS SON UNOS TRAIDORES!

Un soldado en el tejado disparó y mató al ministro molesto. Luego, los magos bajaron rápidamente con ayuda de sogas largas hasta que se mezclaron con los soldados de Shertia y entraron en el palacio.

Los pocos que se interpusieron fueron asesinados en el camino, pero rápidamente llegaron a los aposentos del rey y el viejo Friston se sorprendió al ver entrar al duque Roan con sus propios soldados respaldándolo, así que entendió la situación y lentamente retiró la corona en su cabeza y la dejó sobre el trono para luego ponerse de rodillas.

—¿Tan rápido se rindió su majestad? —Se burló el duque.

—¡Lo lamento! ¡Alguien debía hacerse responsable del reino y yo me ofrecí! ¡Cometí un error!

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora