Capítulo 53

142 26 2
                                    

—Hay alternativas, si bien no podemos liberarlo, su hija puede comunicarse con él, podríamos prestarle una piedra mágica de comunicación desechable, pero si yo estuviera en el lugar de su amigo no me atrevería a pedirle algo después de todos los inconvenientes que le causó.

Keneth bajó aún más su mirada, después de todo era verdad, no estaba en posición de pedirme algo, sin embargo, no podemos negarle a la hija ver a su padre por más basura que fuera, de lo contrario sería un secuestro.

—Entrégale el dispositivo, Lilibeth no podrá visitarlo porque tendría que ir a Artinia, así será más fácil.

—Muchas gracias Elise.

—Su alteza está siendo muy considerada. —Dijo Lían.

—Ten esto en cuenta. —Seguí hablando—. No debes mencionar por ningún motivo de dónde sacaste ese dispositivo, no me hundas por esa chica, si tanto la aprecias y confías en ella, arriésgate tú, tú tienes las relaciones con esos magos y negociaste con ellos. —Keneth me miró rápidamente—. Si, tu posición está en juego, pero al concederte esto, la mía también. Confío en ti, hazlo si también confías en ella.

—Es un asunto personal. —Dijo Keneth seriamente—. No te preocupes, no te meteré más en este problema, si, confío en ella también, entonces no te preocupes por mí seguridad.

—El dispositivo funciona únicamente con la luz de la luna, mañana agendaremos la vídeo llamada. Por razones de seguridad, la gema que se te será entregada sólo podrá usarse una vez, eso le bastará para tranquilizarla, una vez conquistemos Tremida, podrá viajar libremente a Artinia para visitar a su padre o podremos reubicarlo.

—Esto es suficiente, se los agradezco de verdad.

Lían invocó una piedra de comunicación y se acercó a Keneth para entregarla, Keneth hizo una reverencia a ambos luego de recibirla.

—Esto no será gratis Keneth. —Dije—. Nunca debes traicionarme a mí o a mi movimiento, tenlo en cuenta.

—Lo haré.

—Entonces puedes irte.

—Hasta pronto, mil gracias.

Keneth se fue y Lían se quedó conmigo.

Era el día libre de Keneth así que marchó hacia el condado Danstel, todo era un desastre, los trabajadores se habían reducido en gran manera y limpiaban los daños provocados.

Pidió visitar a la señorita Lilibeth y lo llevaron directamente a su habitación, la encontró mirando una ventana con la mirada.

—Lilibeth...

—¿Cómo es que no lo protegiste? —Volteó a verlo con los ojos llorosos—. Cuando éramos más jóvenes, siempre me hablaste de tu sueño, matar a todos los monstruos con magia y proteger a los inocentes. Él cuidó muy bien de ti, eras como un sobrino a sus ojos, pero lo abandonaste.

—¡No es así! Lo aprecio mucho, cuando llegué el lugar estaba lleno de esa gente, se habían llevado a tu padre.

—Si había tantos magos y tú hubieras peleado, no estarías vivo... ¿Cómo es que quedaste intacto?

—Porque su venganza no era hacia mí.

—Entiendo... Me pregunto si está muerto, o si está vivo, si pasará hambre o frío. —Lloró más fuerte—. El mayor problema es que no sé nada.

Keneth no sabía qué hacer o decir, pero Lilibeth se acercó a él.

—¿Al menos puedes abrazarme? Si no pudiste protegerlo, lo entiendo, espero que al menos puedas protegerme mientras intento buscar respuestas.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora