Capítulo 36

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El plan es quedarnos en la capital por cinco días, en el primer día se realizó el juicio contra Adelaida con un resultado satisfactorio, al menos eso pienso. Durante los otros tres días mi padre fue a resolver algunas cuestiones legales y trabajos con el rey en el palacio.

Yo fui al palacio también, trabajé arduamente con Chae, ya que tengo un 10% de las ganancias si uso su ropa y aporto ideas, es conveniente que las ventas aumenten, hice bocetos de diferentes ropas y accesorios de la tierra. Pronto Chaimae empezará a fabricarlos y me los enviará.

El último día fue una total sorpresa, al parecer Noah estaba en la ciudad, mi padre se reunió con él para discutir sobre el compromiso y hoy en la noche cenaré con Noah Claden en privado.

Chaimae me prestó una de sus creaciones, un vestido turqués con diamantes en el pecho, es muy costoso entonces lo devolveré lo más pronto posible. Fui a un salón de belleza famoso de la capital y otra vez quedé como un ángel, aunque es en vano, Noah nunca se fijará en mí y espero que no lo haga.

La cena sería en uno de los restaurantes más costosos del reino, el lugar es famoso por tener la mejor carne a nivel mundial y por tener la mejor vista de la ciudad.

Llegué al restaurante a las 7 de la noche aproximadamente, había una larga fila para poder entrar por lo que me posicioné al final, pero uno de los empleados me dijo que podía pasar directamente por lo que no hubo necesidad de hacer fila, aunque me sentí mal por las personas que estaban esperando.

Noah estaba en una mesa, había velas y vino en la mesa, se miraba apuesto, había mujeres que, a pesar de estar con sus parejas, miraban a Noah disimuladamente con deseo, incluso me sentí avergonzada por acercarme a él y sentarme en la misma mesa.

-Buenas noches. -Dije mirando hacia abajo para ocultar mi rostro.

-Buenas noches. -Respondió-. ¿Se te cayó algo?

-¿Estás loco? No pensaba que hubiera tanta gente, todos nos ven, siento que otras mujeres desean mi muerte.

-Algún día nos casaremos, debes acostumbrarte si quieres ser la señora Claden.

-No quiero serlo, pero no tengo de otra...

-Deberías considerarte afortunada por ser mi prometida.

-Para nada, el afortunado aquí eres tú.

-Sé que soy afortunado, por eso no me avergüenza que me vean contigo.

-Ninguno quiere casarse, apuesto que ya tienes a otra mujer en tu corazón, o en tu cama.

-Hasta el momento no he estado con otra mujer, pero tú me interesas mucho.

-¿En mí? ¿De qué hablas? ¿Amor a primera vista?

-No te ilusiones tanto, el mayordomo me recomendó casarme y eras una buena opción así que le envíe la propuesta a tu padre, armaste un caos así que iba a buscar a alguien más pero el cumpleaños de la ex marquesa, en el jardín, hablaste del libro.

-Por cierto... ¿Por qué fuiste al Jardín?

-Había chicas queriendo bailar conmigo, sólo quería escapar, terminé ayudándote a vomitar.

-P-prefiero no hablar de eso. -Me sonrojé-. Debiste pensar que estaba loca por lo del libro...

Un mesero se acercó a nosotros y sirvió un plato de filete de venado con verduras y puré de papas a cada uno, sirvió vino en ambas copas y se retiró.

-Ese libro es muy importante, es algo de suma importancia y seriedad... ¿De verdad lo leíste? -Dijo seriamente.

-Lo hice, leí el libro del descendiente, tengo mis dudas sobre de quién soy descendiente, puede ser que si sepa, pero no quiero aceptarlo, lo que es seguro es que soy descendiente de la familia Martold.

Corté un trozo de carne y lo metí a mi boca, estaba suave, realmente delicioso.

-Juro que no te entregaré con los soldados, quiero que me respondas claramente. ¿Tienes magia?

Trague rápidamente el cordero y empecé a toser, casi me atraganto, bebí vino para que se me pasara.

-¿Por qué dices eso? Es una total locura, además eso no es algo que mencionas en una primera cita.

-Solo di si o no.

-Definitivamente no, y si tuviera no se lo contaría aun extraño en medio de un restaurante lleno de personas.

-Supongo que ese es el caso...

No volvimos a cruzar palabras, comimos en silencio, fue algo incomodo, finalmente terminamos la comida y salimos del restaurante.

-Entonces me iré a mi carruaje, disfruté la comida, gracias por invitarme. -Hice una reverencia-. Espero verlo pronto.

-Es muy temprano, vamos a dar un paseo, cerca de aquí hay un mirador.

Que incómodo, no sé qué responder, desearía correr y regresar al hotel... ¿Acaso este tipo no sabe leer el ambiente!

-El mirador tiene una linda vista, pero no es muy concurrido, pocas personas saben de ese lugar, voy cada vez que vengo a la capital. -Dijo rascando su nuca-. Vamos caminando.

Reí nerviosamente y acepté ir, durante el camino me preguntó múltiples veces si tenía magia, y yo varias veces le dije que no, ya está empezando a molestarme.

En poco tiempo llegamos al dichoso mirador, estaba en mal estado, pero la vista de la ciudad lo compensaba, se escuchaba un grillo, la noche estrellada y la luna llena hacían que el lugar tuviese un ambiente de paz.

-¿Cómo conociste este lugar?

-Mis padres fueron sepultados en el cementerio de la capital, luego de eso la gente se iba eventualmente, luego de quedar solo empecé a correr como loco hasta llegar aquí, ya no tenía más fuerzas para correr así que caí al piso y estuve pensando un largo rato...

-Dicen que tus padres eran grandiosas personas. Es una lástima no haberlos conocido.

-Lo hiciste, escuche que te conocieron cuando tenías cuatro años.

-Era muy joven, no lo recuerdo... Me sorprende que te hayan hablado de mí...

-Yo les pregunté de ti, tenía 12 años, te conocí en un festival, dejaste tu broche, pero no pude devolverlo... Pregunté acerca de ti y me hablaron muy bien, sentía curiosidad acerca de ti, creo que por eso fuiste la primera persona en la que pensé cuando me presionaron para tener una prometida.

Ambos somos presionados al compromiso, pero al parecer seré la única beneficiada, no pienso llegar al matrimonio.

-¿Eras ese niño de la fuente? -Reí-. No recuerdo mucho de ese día, pero sé que hablé con un niño y además perdí un broche costoso.

-Aquí no hay nadie, puedes decirme que tienes magia. -Siguió insistiendo.

-¿Cuantas veces más debo decirte que no tengo?

-Hay una profecía que dice que surgirá una ola gigante en el sur que romperá en la costa, nuevamente se levantará otra ola color sangre, la ola no se detendrá en la costa, sino que inundará el continente y limpiará la tierra completamente ¿Cómo se sabrá cuando se levanten las olas? Las respuestas las tendrá el descendiente de la familia selecta por la Diosa... Esa familia son los Arendis, se creó un libro para que sólo alguien con sangre Arendis pueda leerlo...

Tragué saliva. Arendis es el apellido de la familia imperial mágica, temía que mis sospechas fueran ciertas, si admito ser la descendiente de los Arendis por parte de mi madre, sin duda cambiaré el destino de Elise.

-El libro fue confiado a mis ancestros, la casa Claden se ha encargado de encontrar al heredero que cumpla la profecía, si lo eres debes tener magia.

-¿Entonces de qué bando eres?

-Hace 100 años el emperador ordenó a los Claden que cuidarnos del libro y que apoyáramos a los no-mágicos, habló de la profecía, se puede decir que trabajo para la Reina de la isla mágica como un espía.

-Tengo magia, no llevo ni medio año desde que me enteré, tengo magia nivel tres de dos colores de nivel máximo, pero mi cuerpo es demasiado débil como para soportarlo por lo que luego de un hechizo me canso fácilmente.

La profecía no puede ser sobre mí, talvez de mi hijo, el que murió en el vientre cuando Elise, no, si murió y luego Elise también, significa que Elise fue la última de la familia Arendis, creo que la Profecía esa si es para mí...

-La guerra de hace 100 años fue ganada por personas que no tenían magia, no importa si tienes poco manejo de ella, es mi deber instruirte.

-Esto es demasiado...

-En tres meses será la fiesta de compromiso, todos sabrán de nuestra relación... ¿Tu padre sabe que tienes magia?

-Si.

-Bien, entonces hablaré con él para que te deje ir a Artinia.

-¡¿La isla mágica?! Es difícil entrar ahí.

-La familia Claden nunca dejó de relacionarse con los mágicos, yo soy el encargado de enviar las pociones para que otros magos vayan, pero se los doy a los que lo merecen.

-¡¿Eres tú él que hace eso?! Oh, esto es una locura, quería estar contigo para tener más dinero y tener lo suficiente para ir a Artinia por mi propia cuenta... De repente quiero romper mi compromiso.

-¿Planeabas ridiculizarme?

-No... Bueno... No.

-Dejando de lado el enojo, no podrás romper el compromiso, deberás a estar a mi lado, claramente no sabes de política, para ser la emperatriz necesitarás a alguien a tu lado, y ese seré yo.

-¿Emperatriz?

-Si, se está planeando una revolución para regresarle el poder a las personas mágicas, necesitaremos un líder, tú, la heredera al trono, debes quedarte a mi lado para poder aprender lo necesario.

-¿Estás conmigo para ser emperador? Esto es demasiado...

¿Será que por eso estoy en este mundo? La profecía no se cumplió en el libro, el destino de Elise es ser emperatriz, no morir por celos... Si lo hago regresaré a casa.

-Si. -Dijo tranquilamente-. Pero antes tu querías estar conmigo para tener más dinero y ser una duquesa.

-Lo de la duquesa no... Como sea, ¿Qué debo hacer ahora?

-Prepararte para la fiesta de compromiso, vístete linda y no vuelvas a beber, eso bastará por ahora, luego iremos a la isla a hablar con la Reina, Ella nos ayudará. Probablemente nos aconseje encargarnos de la rebelión que se lleva en el sur.

-¿Por qué la Reina me ayudaría? Ella estaría bajo mi poder.

-Cuando subió al trono hizo un juramento de gobernar sabiamente hasta que el verdadero heredero llegue, si se jura ante la Diosa y no lo cumples llegaran terribles consecuencias.

-Entiendo.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora