Me desperté lentamente mientras estiraba mis manos, me sentía cansada, pero cuando abrí los ojos me sorprendí al darme cuenta de que estaba en mi habitación y no en la casa de Keneth... Sentí una bola de pelos a mis pies y al darme cuenta de que era Evan me tranquilicé.
—¿Ya despertaste? —Preguntó Evan estirándose.
—Si... ¿Cómo regresé?
—Te trajeron en un carruaje ayer al mediodía, has dormido mucho... Te extrañaba. —Se estiró.
—Evan...
—Pensé que me ibas a abandonar y que te conseguirías otro gato, un gato más oscuro y joven, de aquellos bonitos.
—Evan, no soy tan tonta como para cambiar un gato que habla a uno normal, además tú también eres un gato lindo.
—¿Entonces te quedarás aquí conmigo?
—Debo irme, no quiero saber más de aquí, te llevaré conmigo.
—Elise... ¿Has estado usando magia complicada? El doctor no detectó ningún mal porque no hay nada malo en tu cuerpo, pero si tuviste un problema de magia, deberías descansar, pasaré a tu lado siempre para absorber tu exceso de magia entonces no salgas de la habitación, sólo déjame hacer mi trabajo.
—Era por magia... Con razón me dolía el pecho.
—Elise... En estos dos días Rina cuidó bien de mí, pero no era lo mismo que estar contigo... No conozco a los gatos del pueblo entonces será difícil adaptarme, quiero estar aquí, por favor quédate.
—Te acostumbrarás.
—Rina la ha pasado mal también... Tu padre la ha estado castigando con trabajo extra y difícil porque piensa que no te educó bien.
—¡¿Qué?!
—El marqués se ha enojado y todos los sirvientes le tienen miedo, ver a las mucamas que me cuidan sufrir no me agrada y quiero lo mejor para ellas... Entonces no te vayas.
Me levanté furiosamente y caminé hacia la puerta.
—¡Elise! ¿Dónde vas? Debes quedarte descansando.
—¿Cómo descansar cuando el personal de la mansión no tiene ni un respiro? Hablaré con mi padre.
—Báñate, vístete y arregla tu cabello primero.
—Tienes razón, si voy así, no me tomará en cuenta.
Luego de arreglarme caminé hasta el estudio de mi padre y empujé la puerta.
—¡Padre! —Lo llamé.
Él levantó una ceja.
—Sal y golpea la puerta, maleducada.
Apreté mis puños.
—¡Quiero hablar contigo! —Exclamé.
—No me tutees, ignoraré lo que dices si no sales y golpeas la puerta. —Dijo fríamente.
¿Qué le pasa? ¡¿Tu hija huyó dos días y actúas tan tranquilo?! Sé que me ignorará si no lo obedezco, entonces haré lo que dice esta vez.
—¡Ahhh! —Grité.
Salí y golpeé la puerta.
—Puedes entrar.
Entré echando humo.
—Ya era hora de que despertaras, dime a qué vienes. —Dijo mientras continuaba leyendo unos informes.
—¿Por qué liberas tu ira con los sirvientes? ¡Yo fui la que se fue, ellos no hicieron nada mal!
—Si quieres que no vuelva a suceder, no intentes escapar de tus responsabilidades la próxima vez. No me molestaré contigo Elise, será con los que más quieres.
—¿Por qué son ellos los que deben sufrir por mis acciones? —Pregunté enojada.
—¿Quién pagará por tus acciones si tú huyes? Seré un buen padre por primera vez en tu vida si es lo que siempre has querido... Entonces no te castigaré.
—... ¿Qué dice?
—No te castigaré. En estos días te haré llegar una lista de pretendientes y debes escoger a uno para organizar tu compromiso, si no eliges a ninguno o te vas otra vez, despediré a Rina y los sirvientes que te han estado ayudando o apoyando, además mataré al gato que está en tu habitación.
—¡No se atreva a tocar un solo pelo de Evan ni despedir a nadie!
—¿Quieres ponerme a prueba? Adelante y espera el resultado.
—Tenemos una buena economía y tienes una buena relación con la realeza, no hay necesidad de que me case.
—¿Crees que es fácil para mí ver tu cara? Sólo quiero que te vayas de esta casa casándote con alguien que sea capaz de devolverme todo lo que he gastado en ti. Ah, sé que Keneth Moneti es un buen amigo tuyo, no te vuelvas a acercar a él, temo que pueda ser un obstáculo en el proceso de encontrar un prometido, si me doy cuenta de que volvieron a encontrarse no sólo dejaré de ayudarlo, me encargaré de hacer de su vida un fracaso.
—¡Pero él no ha hecho nada! Keneth no interferirá en nada, es un buen amigo y mi apoyo.
—Haz de tu prometido un amigo y tu apoyo personal, soy firme con mi palabra, tú decides qué harás.
—¿Cómo puedes decirme esto? —Empecé a llorar del enojo—. ¡Bien, me casaré! Pero que te quede claro que acabas de perder a la única persona que te quería...
—Tengo a Adelaida.
—Ja, investiga a tu esposita cuando salga y encontraras al amante con quien te engaña.
Salí del estudio de mi padre y caminé a la cocina, no he comido en 24 horas y con esta pelea estoy a punto de perder energías, debo comer algo.
Luego de comer, una sirvienta me informó que Adelaida me estaba esperando en el salón.
Fui a buscar a Adelaida y cuando la encontré me senté con ella.
—¿Quieres té? —Preguntó Adelaida.
—Acabo de comer, estoy llena. —Respondí.
—Ya veo... Me pregunto si te llegó el dinero... —Levantó una ceja.
—Así es, muchas gracias. —incliné levemente mi cabeza.
—Pensé que te mantendrías entretenida por al menos quince días.
—Le agradezco por su ayuda, pero ya estoy aquí.
—Si quieres volver a sentirte libre puedes acudir a mí.
—No habrá necesidad de eso, a menos que hable con el marqués.
—¿Ahora si le vuelves a decir marqués y no padre? —Preguntó con una sonrisa victoriosa.
—El marqués perdió a su hija entonces no veo el motivo por el cuál llamarlo padre... Si usted no quiere hablar de otra cosa me retiraré primero.
—Puedes irte.
Me levanté.
—Ah... ¿Usted piensa que el marqués la ama? A la par de su habitación que comparte con el marqués hay otra habitación cerrada con llave que guarda todo lo relacionado con la marquesa anterior, mi madre, nunca logró superarla. Por eso pensé que uste sólo era su reemplazo, pero hoy el marqués me dijo que no importaba si me perdía, no iba a estar solo porque usted estará con él... El marqués tiene sentimientos hacia usted entonces por favor no haga nada que defraude la confianza y el amor de él—Hice una reverencia—. Es lo que quería decir la hija del marqués en mi interior.
—Eras la única que no se daba cuenta de eso. —Ríe—. ¿O simplemente no te querías dar cuenta? Siente culpabilidad respecto a tu madre, pero amor... No, eso es algo que sólo ha sentido conmigo.
—Simplemente no encuentro ninguna razón por la cual mi padre se enamoraría de usted, que mal gusto.
Me di la vuelta y salí del salón caminando hacia mi habitación.
Al parecer Adelaida no es muy cuidadosa, no sé si fue por mi magia o qué, pero sentí una presencia en el salón... No pensé que mi padre actuaría tan rápido, había un espía detrás de un estante... Ya esté empezando a vigilarla.
Todavía me siento algo cansada así que sólo quiero dormir... De camino escuché la voz de
Rina gritando mi nombre.
—¡Mi señorita! ¡Señorita Elise! —Decía corriendo mientras empezaba a llorar.
—¿Qué sucede? —Sonreí.
—¡Mi señorita! —Me abraza—. No sabe cómo me ha preocupado.
Correspondí al abrazo y reí levemente.
—Mi señorita, pensé que no iba a volver, Evan me tenía loca con tantos maullidos... Creo que me estaba preguntando por usted... Pero usted volvió muy pronto y enferma, me preocupé demasiado, su cuerpo es tan débil que se enferma frecuentemente... Ah, compré pescado y le haré una sopa para que se sienta mejor.
—¡No! No... No tienes que preocuparte, sólo quiero volver a dormir, ya todo está bien... Y no quiero pescado.
—Pero pasé mucho tiempo buscando un pescado y vegetales en excelentes condiciones sólo para hacerle la sopa que le hago siempre... ¿Recuerda? Siempre mejoraba luego de beberla.
—He perdido mi gusto por los mariscos.
—¿Cómo? Pero si le encantan.
—No quiero hablar más de esto, quiero dormir.
—Si... Debería ir a descansar, después de todo está enferma...
—Bien. —Suspiré—. Continúa haciendo tus tareas... Dale el pescado a Evan, le gustará.
—¿Está totalmente segura? —Preguntó cabizbaja.
—Lo estoy, pero si quieres puedes comerlo tú. Me enteré de lo que te hizo pasar el marqués en mi ausencia, perdón.
—No es así. Entendí que el marqués estaba preocupado y molesto por usted y se desquitó con nosotros, si quiere irse de este lugar no se preocupe por mí, la apoyaré en todo lo que decida.
—Gracias, pero he perdido la poca libertad que me quedaba, estarás bien, de verdad quiero dormir entonces me iré.
—Mi señorita... Vaya a descansar, iré a alimentar a Evan.
Rina se fue luego de una reverencia, yo caminé hasta mi habitación.
Finalmente, luego de un día estresante pude acostarme en mi cama, la almohada me susurraba que todo iba a estar bien luego de una siesta... ¿Será que las camas vienen con magia incluida? Magia de atracción posiblemente...
Evan se acostó a mi lado y empezó a ronronear... Oh, es tan adorable que quiero tocarlo... ¿No se molestará verdad?
Estiré mi mano sobre Evan y lo empecé a acariciar... Ahhh sigue ronroneando y dormido, por un segundo olvidé que en realidad es un humano, pero fingiré que sólo es una mascota común.
No sé en qué momento me quedé dormida pero ahora me estaban despertando, tocándome repetidas veces la cara con un dedo.
—Hmn —aparté la mano de mi cara—. Dormiré un poco más. —Cubrí mi rostro con la manta.
—No puedes.
Esa voz no la reconozco... Es una voz masculina... ¿Dónde está Rina? Tengo mido de quitarme la manta de la cara y darme cuenta de que estoy secuestrada...
—Señorita, despierte por favor. —Dijo Rina.
Al fin una voz familiar.
Mostré mi cara y miré al chico que perturbó mi siesta, él era alto y delgado, se veía un poco mayor que yo, su cabello era morado y le llegaba a los hombros, tenía el ojo izquierdo azul pero un parche cubría su ojo derecho... Este chico... Ya lo he visto antes.
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La cacería de la bruja [¡Terminada!]
FantasyMelanie fue absorbida por un portal hacia un mundo alterno basado en su libro favorito y toma el papel de la protagonista, una bruja de nacimiento en un mundo donde la magia es prohibida. ¿Plan inicial? Evitar el compromiso con el mc basura, recuper...