La cacería de la bruja [¡Terminada!]

Capítulo 72

Camino a su habitación, Elise se topó con Lían delante de la puerta, él estaba arrodillado.

—Lamento la muerte del marqués, debí haberla acompañado para salvarlo.

—Entiendo que no hayas estado para recibir mis ordenes ya que te encargué otra cosa... ¿Encontraste a Adelaida?

—No había huido muy lejos y dejó varias pistas, la atrapamos fácilmente ¿Qué desea que hagamos con ella?

—¿Saben qué es lo que más le gusta? Beber té acompañado de un buen postre... Hagan su té favorito y un bollo de pan al día... Ven conmigo.

Elise entró a su cuarto y sacó una poción escondida en un mueble.

—Pon una gota en el té, con cada trago sentirá que mil cuchillos se clavan en su garganta sin embargo no tendrá ningún daño físico. No tengo intenciones de matarla y ella no quiere morir, prefiero verla torturándose con la bebida. En caso de que no quiera beber, pueden obligarla.

Lían se sorprendió ya que no era algo que diría Elise, pero esta vez, la Elise original no había tomado su cuerpo. A pesar de esto, Lían controló su expresión y sin dudarlo tomó la poción.

—Otra cosa, nuestro ejército tiene experiencia, fuerza y armas... ¿Por qué no tomamos este reino también?

—Su alteza, recuerde que usted quería evitar el mayor daño posible, dar un golpe de estado si el otro bando todavía tiene fuerzas, será una guerra larga.

—Sin embargo, el rey no tiene muchas fuerzas. Te doy un mes para organizar a los soldados de nuestro bando para atacar este reino. En tres días me reuniré con la Reina de Artinia e Istred para que me presten ayuda.

—¿Está segura de esto? Si iniciamos un conflicto, habrá grandes números de bajas por ambos lados, además es posible que en esta situación si interfieran los otros reinos.

—¿Confías en mí? Me aseguraré de que sea rápido.

—¿Cómo?

—Observa atentamente, creo que todo este tiempo he estado poniendo excusas a mí misma para alargar esto, ya no más, sólo planeo terminar todo e irme de este mundo.

—Su alteza, no entendí sus motivos ¿No está consciente que, si perdemos, perderemos todo lo que hemos logrado en estos años?

—El perdedor piensa en las consecuencias de su derrota, me enfocaré en la victoria porque es lo que tendremos.

—¿Qué lo garantiza?

—¡Soy Elise Martold!

Al decir eso, una fuerte aura oscura se levantó de Elise, todos los sirvientes en un rango de cincuenta metros sintieron un repentino y sinsentido agotamiento, los más cercanos quedaron desmallados, Lían luchaba para mantener su postura, pero cayó arrodillado.

—¡Su alteza! ¿Puede tranquilizarse?

Elian había llegado para recibir y preparar el cuerpo del marqués, estaba en la cocina comiendo una manzana, pero pudo percibir una poderosa fuerza proveniente del segundo piso, por lo que corrió hacia donde provenía ¡¿Era Elise?! Quiso acercarse, pero en cierto punto empezó a doler le la cabeza y las piernas entonces decidió no avanzar más, pero sudaba de preocupación.

Lían siendo el más cercano al epicentro del caos era el que más sufría, su nariz y oídos sangraban por la presión, sin mencionar que usaba su magia para no tener efectos más graves.

—¡Su alteza, seguiré lo que dice sin cuestionarle, confío en usted! —Dijo Lían.

Elise volvió a sus sentidos y al estar satisfecha disipó sus poderes.