Capítulo 83

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Llegó el día de la ejecución pública, Keneth se ofreció a vigilar a Adelaida para que no volviera a escaparse entonces en la mañana aún con mis pijamas puestas fui a buscar a Noah, él se quedaba en una de las habitaciones cercanas a la mía entonces no camine mucho. Golpeé la puerta, pero al no recibir respuesta la abrí ligeramente como para sólo asomar mi cabeza.

Él estaba adentro leyendo un libro enfrente a una gran ventana y miró hacia mi dirección.

—¿Puedo entrar? —Pregunté.

—Su majestad, esta es su casa y al mismo tiempo va a ser oficialmente la emperatriz de un imperio ¿Necesita mi autorización para hacer algo?

—¿Puedo entrar? —Volví a preguntar.

—... Si.

Entré rápidamente sonriendo y cerré la puerta inmediatamente. Al ver mi aspecto recién levantada era claro que el duque iba a estar desconcertado. Me senté enfrente de él y dejó su libro sobre sus piernas.

—Adelaida va a morir. —Dije.

—Me di cuenta de la noticia.

—Quiero que me acompañes, no quiero estar sola.

—¿Qué hay de Keneth?

—¿Qué tiene él? Quiero que me acompañes.

—Entiendo.

—Por cierto... ¿Por qué estás tan distanciado de mí? ¿Por casualidad he hecho algo de tu desagrado?

—Para nada. —Sonrió de una forma a penas visible—. Estoy guardando apariencias, algunas veces pareciera como que todavía hay una conexión amorosa entre nosotros Elise, no quieres nada conmigo, es mejor que no se creen rumores.

—Supongo que tienes razón, también debería medir mis acciones... ¿Aparte de eso todo sigue bien entre nosotros no es así?

—Por supuesto majestad.

—¿Recuerdas a Evan? Ahora es un humano, bueno, siempre lo fue, pero finalmente pude regresarlo a su forma original, soy asombrosa, antes ni podía hacerle un completo hechizo de cambio de color ¿No crees que aprendí muy rápido? Un don natural supongo.

—¿Era un humano?

—Si.

—Oh, bien por ti, es un hechizo de alta categoría... ¿Realmente era un gato?

—Si, sinceramente me duele la cabeza, Elian me revisó en la noche y me recomendó descansar, pero hoy voy a ver algo importante por lo que debo mantenerme sin hacer muchas cosas.

—Pudiste haber pospuesto el día de la ejecución, por otro lado ¿Evan recuerda todo lo que pasó mientras era un gato?

—Si todo claro... Además, este día lo he esperado, no puedo simplemente atrasarlo.

—¿El gato entendía todo?

—¿Me estás prestando atención? Olvida el gato maldito, sólo lo comentaba, no quiero volver a hablar de eso y ni te atrevas a desmayarte como Rina, debes acompañarme.

—Entiendo... —Estaba a punto de abrir la boca para preguntar otra cosa, pero se calló antes que saliera una palaba—. Quería consultarte algo.

—De acuerdo.

—El reino Descileo que está al norte ha reforzado su ejército en la frontera, de momento parecieran que no van a atacar, pero deberíamos mandar hombres a esa parte.

—Tu ducado queda en la frontera por lo que debes conocer la situación mejor que nadie... El plan es no iniciar una guerra por el momento, trataré de contactarme con el rey vecino para dejar eso en claro.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora