Capítulo 82

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Nos alejamos de la celda de Adelaida en busca de la salida y Lían se acercó a mí oído para aclarar su confusión.

—¿La mataremos? —Preguntó Lían.

—Así es ¿Acaso no me di a entender?

—Es que fue tan repentino... ¿Realmente será asesinada?

—Algo dentro de mí lo ha querido hacer todo este tiempo, finalmente puedo hacerlo.

Tengo los recuerdos de Elise y ante tantas cosas que ha hecho en nuestra contra es imposible no odiarla, ella y yo somos una, comprendo su resentimiento mejor que nadie e incluso desde que llegué a este cuerpo mi odio a ella incrementó, lo hago por Elise y por mí.

—Entonces haré los preparativos, mañana a las 5 de la tarde estará todo listo.

—Confío en ti entonces.

Salí de la prisión y respiré profundamente, ahora tengo un peso menos. Abrí un portal que me llevara directo a la mansión Martold y aparecí en mi oficina, entre unos libros se encontraba Evan descansando tiernamente. Ahora que lo pienso, desde que subí al trono rara vez lo veo.

Me acerqué a la criatura y acaricié levemente con la punta de mis dedos su suave pelaje, casi automáticamente ronroneó y estiró sus patitas entonces alejé mi mano y lo seguí observando.

—Miaaaau. —Abrió sus ojos y se levantó en cuanto me vio—. Hola Elise... Al parecer te acabas de acordar que tenías un gato, sabía que ibas a ser una pésima dueña ¿Acaso no tienes responsabilidad afectiva? Me sentí como un minino abandonado en una caja bajo una tormenta, tan solo y vacío...

—Deja de ser dramático, deberías ser actor.

—Como si pudiera.

—Sabes, he pensado en algo, quizás con mi nivel de magia actual pueda convertirte en un humano nuevamente.

Evan empezó a mover su cola y sus orejas se levantaron por la emoción.

—¡¿Podrás hacerlo?!

—¡Por supuesto!

Sonreí y estiré mis manos para tomar a Evan, pero él se alejó un poco.

—¿Qué pasa? —Pregunté.

—Es extraño, finalmente llega el día, pero no me siento confiado, toda mi vida he sido un gato, no sé si podré sobrevivir en la sociedad, buscar empleo, conseguir mis propios alimentos, ahora que lo pienso ser una mascota es cómodo.

—Oh vamos, yo te ayudaré con todo eso. —Lo tomé de todas formas y lo empecé a acariciar para que se tranquilice—. Conozco ese sentimiento, pero créeme que nunca sabrás las grandes cosas que puedes hacer por tu cuenta, el mundo es más grande que sólo esta propiedad, te recompensaré por todo lo que has hecho por mí y te juro que nada te faltará a menos que decidas no querer mi ayuda, y si te arrepientes y decides volver a ser un gato volveré a transformarte.

—Entonces me arriesgaré, gracias Elise.

—¡Bien!

Puse mis dos manos sobre su cabeza y murmuré las palabras que memoricé en el libro, cada segundo me cansaba el doble que el anterior y al ser un hechizo de alto nivel requería mucha magia, el sentimiento fue similar a cuando abrí un portal en el palacio de Shertia, no, incluso un poco más. A pesar de todo no miraba ningún cambio en Evan y cuando estuve a punto de rendirme noté que empezó a cambiar de forma y aumentar tamaño, sin embargo, se veía extrañamente asqueroso y al parecer también doloroso pues los gritos de Evan se hacían cada vez más fuertes, incluso los guardias afuera empezaron a golpear la puerta preguntando si estaba todo bien, yo cerré mis ojos para poder concentrarme completamente.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora