Capítulo 21

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Empujé la puerta y se escuchó el rechinar, la cabaña se veía en mal estado y los muebles viejos que lo adornaban estaban polvosos. Entonces noté algo que llamó mi atención, algo que sólo yo entendería... Había un mensaje escrito en español en la pared.

—¿Qué es eso? —Pregunté sorprendida.

—No lo sé, parecen garabatos que hizo el dueño de la propiedad o talvez alguien que pasa el tiempo aquí como yo.

—"Cumple tu misión para escapar de este mundo, mientras lo cumplas olvida tus recuerdos pasados y apégate a las reglas de este lugar para sobrevivir, debes creer que todo es real" —Leí en voz alta hablando español.

—¿Qué dijiste? —Preguntó Keneth.

—No soy la única... ¿Hubo alguien más antes de mí en estar aquí? —Me pregunté a mí misma.

—Pues yo, por ejemplo.

—No estoy hablando de eso. ¿No tienes ni la menor idea de quién vivió aquí antes?

Empecé a buscar por alguna pista, ignorando el hecho que debía fingir dolor. Busqué desesperadamente entre las gavetas de los muebles.

—¿Qué está pasando, Elise? —Pregunta confundido. —¿Qué buscas?

—Debo saber quién lo escribió.

—¿Qué cosa?

—El mensaje de la pared.

—¿Los garabatos?

—Es un idioma que nadie conoce, debió escribirlo alguien que sea de la tierra para mí o para otra persona.

—¿Qué te parece si te calmas y me lo explicas para ayudarte?

Me detuve a pensar si debía decirle o no, luego de un rato decidí contarle un poco de la verdad.

—Tuve un sueño, soñé con que tú me matabas y que mi esposo al que amaba disfrutaba verme morir lentamente, soñé que estaba en otro mundo donde se hablaba otro idioma y ese idioma es el que está escrito en la pared, además en ese mundo se encontraba la historia de mi vida en este mundo, escrita en un libro, una novela muy popular, y todo se sintió tan real que...

—Ya entiendo. —Interrumpió—. Talvez te enseñaron el idioma cuando estabas pequeña pero no lo recuerdas porque puede ser un idioma antiguo que no se usa actualmente. No le pongas mucha importancia, cómo tú dices, fue sólo un sueño.

—Se sintió tan real que no lo siento como un sueño.

—En primer lugar, yo no te mataría entonces es un sueño, una pesadilla.

—¿No me matarías?

—Nunca.

—Júrame que no me matarás. —Dije mirándolo a los ojos.

—Te doy mi palabra de caballero. —Se pone se rodillas y toma mi mano.

—¿Y si el Rey te ordenara matarme? —Levanté una ceja.

—No creo que suceda, y si llegara a pasar cortaría mis manos para no tener que matarte.

—La palabra de un caballero no es un juego. —Dije seriamente.

—Y lo que te juré tampoco lo es. —Besa mi mano.

—¿Por qué me juras tan fácilmente que no me matarás?

—Porque nunca me arrepentiré, porque con o sin juramento nunca pensaré en matarte porque te protegeré, así como te salvé de ser golpeada por un coche cuando nos conocimos, así como te protegí luego de que te cayeras del caballo, así cómo te protegeré en el futuro.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora