Capítulo 49

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Pasaron las horas, las damas sacaban temas cada vez más exagerados y yo debía asegurarme de que la situación no se saliera de control.

El sol se estaba ocultando, los hombres regresaron y nosotras fuimos a recibir a nuestras parejas.

Antes de que fuera a saludar a Noah, Lilibeth me detiene.

—¿Sucede algo? —Pregunté.

—¿Sabe quién es la persona que Keneth ama? —Dijo en tono serio.

Solo después de un momento respondí.

—Lo sé.

—Le seré sincera... Keneth me gusta, no obstante, deseo su felicidad, cuando le entregué mi pañuelo iba a confesarle lo que siento, pero luego noté que él nunca me había visto como la miraba a usted, durante la fiesta, cuando estábamos juntos, él buscaba a alguien entre la multitud, usted.

—Y-yo... —Bajé la mirada—. Como sabe, estoy comprometida con el duque y lo amo, con esto que me dijo... ¿Qué quiere que haga?

—Entonces le pediré un favor, aléjese de Keneth, deje de ser su amiga, no lo invite a ningún evento y evite encontrarse con él, al principio será doloroso para él, pero con el tiempo se acostumbrará.

—Me temo que no podré cumplir ese favor.

—¿Qué? ¿Por qué?

—¿Por qué tan sorprendida? No lastimaré a Keneth sólo porque alguien que acabo de conocer lo dijo, si usted es amiga de él sabrá que se sentirá peor si lo alejo de repente, Keneth está cumpliendo sus sueños, sus emociones podrían afectarle... Por cierto, me sorprende su actuación, pensé que el luto le había afectado y que Keneth no era nada más que un amigo en su corazón.

—Usted lo entenderá mejor que yo, frente a algunas personas se debe guardar cierta apariencia.

No tenía ganas de seguir hablando, seguí caminando en dirección a Noah, él no tenía mal olor, pero los hombres a su alrededor si, agradezco que Rina me haya dado este abanico, es muy útil.

Noah había traído un lobo blanco del tamaño de un oso, miré las presas de los otros y con solo ver se puede notar quien es el ganador.

—Felicidades. —Dije.

Oh, pobre animal, sé que es algo común en esta cultura, pero me hiere ver al lobo.

—Estaba pensando en dar a hacer un abrigo de traje de piel, si nos casamos deberás vivir conmigo, tu padre dijo que te enfermabas con facilidad entonces el abrigo te ayudará a resistir el clima del norte.

—Que considerado.

En el libro, Noah nunca se preocupó por Elise, cuando empezaron a vivir juntos, Elise pasó todo el invierno en una cama, a finales de primavera se empezó a recuperar y empezó a cumplir su papel como señora de la casa, usaba ropa extremadamente caliente incluso a la par de la chimenea para no atrapar un resfriado.

—¿Quieres dar un paseo? —Sonrió.

—Es peligroso, ya pronto anochece, debo supervisar los preparativos del banquete... Otro día podríamos pasear juntos.

—De acuerdo, iré a prepararme para el banquete también.

—Nos vemos luego entonces. —Hice una reverencia.

—Espera... ¿De qué color será tu vestido...?

—Azul oscuro, como el cielo nocturno ¿Te pondrás algo que conviene?

—¿No es obvio?

—Bien, adiós. —Me despedí sonriendo.

Di una vuelta y fui al gran salón, estaba muy bien decorado, las mesas estaban bien colocadas y luego fui a la cocina.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora