Me levanté y me estiré, ahora si me siento bien, me fijé en un espejo, incluso mi rostro se veía fresco, me asomé a la ventana y Kenneth venía de regreso, estaba corriendo, miré al reloj y eran las cinco y cuarenta, había pasado como seis horas dormida.
Recordé que había dejado la puerta de la habitación bloqueada entonces quité el pasador y corrí a acostarme, debía seguir haciéndome la enferma.
Pronto escuché a Keneth tocando la puerta de la habitación.
—Elise... Soy yo, Keneth, ¿Estás bien?
Me cubrí con la manta de pies a cabeza.
—Voy a entrar.
Keneth entra y baja la manta descubriendo mi rostro.
—Estás dormida. —Pone su mano sobre mi frente-. Ya no tienes fiebre, que bueno.
Abrí lentamente los ojos y bostecé.
—Ummm —Froté mis ojos—. Hola.
—Hola. —Sonrió—. ¿Cómo te sientes?
—Me duele un poco el cuerpo, pero me siento mejor, siento que dormí mucho, ¿Acabas de llegar? —Pregunté acomodándome el cabello.
—Si, hace poco, vine lo más temprano que pude, estaba entrenando, entonces haré la cena. —Se acerca a la puerta—. ¿Puré de papas, vegetales y carne está bien?
—Si, gracias.
Cuando salió, esperé un momento, me levanté y acerqué a la bolsa con mis cosas. Saco el cepillo de peinar y me cepillo el cabello.
Mi cabello es muy lindo, ondulado, brillante, sedoso, suave y de un hermoso color amarillo, ahora entiendo por qué a mis sirvientas les encanta tanto peinarme.
Guardo el cepillo y salgo de la habitación, bajo las escaleras lentamente simulando algo de dificultad.
—¿Elise? —Pregunta Keneth en cuanto me ve.
—Mira, ya puedo volver a caminar. —Sonreí—. Pero aún me duele un poco... ¿Me ayudas?
Keneth se acerca a mí preocupado y estaba a punto de cargarme entre sus brazos, pero lo detuve.
—No es apropiado que me cargues así, sólo déjame usarte como bastón, debo ejercitar mis piernas y acostumbrarme nuevamente.
—Está bien, si tú lo dices, aférrate de mi cuello. —Agarra mi mano y la coloca alrededor de su cuello mientras sujeta mi cintura. —Vamos a la mesa, quédate sentada en la silla.
—Bien, te agradezco por todo lo que haces por mí.
—No es nada, por cierto, hoy nos informaron que la hija del marqués Martold está desaparecida... ¿De casualidad no sabes dónde está?
Reí y lo negué con la cabeza.
—No lo sé, pienso que tú la escondes. —Respondí.
—Luego de que nos informaron, llegó la sirvienta que siempre anda contigo, habló conmigo a solas e insistió tanto que terminé confesando que yo te estaba cuidando de ti y me entregó una caja, dijo que se iba a hacer de la vista gorda y que te entregara la caja.
Keneth se acercó a un estante y tomó una caja, dejó la caja sobre la mesa.
—La abriré. —Dije nerviosa.
Retiré la tapa y dentro había una bolsa y una nota, saqué la nota y la abrí.
"Hola señorita, soy Rina, si recibe esto es porque está bien, recuerde mantener una buena salud, desde que usted se fue, Evan ha estado maullando constantemente, él también la extraña, pero no se preocupe por el gato, yo lo cuido y juego con él en mi tiempo libre para que no se aburra, además aquí los trabajadores continúan con la construcción del jardín.
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La cacería de la bruja [¡Terminada!]
FantasyMelanie fue absorbida por un portal hacia un mundo alterno basado en su libro favorito y toma el papel de la protagonista, una bruja de nacimiento en un mundo donde la magia es prohibida. ¿Plan inicial? Evitar el compromiso con el mc basura, recuper...