LXIV

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En algo tenía razón la molesta y estúpida voz de mi madre. Kim se derrumbó cuando se enteró de la "nueva" relación entre Gyeom y yo. Fue de lo más patético. Estábamos comiendo. Jimin hacía ruidos ridículos para que Haneul abriese la boca y comiera. Y Yugyeom tan sólo lo soltó. Luego le preguntó amablemente a Jimin si le podía ayudar a transportar su cama a mi habitación o viceversa. Fue ahí cuando a Kim se le fue el bocado por otra parte y tiró el agua sobre mí. Si por mí fuera, lo habría dejado morir; sin embargo, el "bondadoso" corazón de Park y su juramento de Hipócrates lo obligó a actuar y salvarlo. Lástima. El mundo se habría librado de un gran idiota.

-es broma, ¿verdad? No pueden hacer eso de un día para el otro... Yah, aún no es Día de los inocentes... Porque es sólo un chiste, ¿cierto?

Y luego se levantó en silencio cuando Gyeom dejó bien en claro que no era mentira. De eso ya una o dos horas.

-deberías hablar con él - insiste Jimin por enésima vez, jugando con la bebé a que no la ve. Se ve tan ridículo y tan adorable. Un bebé jugando con otro bebé -. Si tan sólo escucharas... Un poco... Te enterarías de tantas cosas y todo mejoraría... Él te aprecia mucho, Kook. No lo aceptará, pero lo hace.

-lo has dicho mil veces, Minnie. ¿Si voy con él y escucho lo que tenga que decir dejarás de joder?

Jimin de inmediato sonrió y juró que sí. Y con el único propósito de dejar de ser molestado por su voz insistiendo con el tema de Kim, ahora estoy frente a su cuarto.

Toco una vez, lo hago dos veces... Y nada. Hasta que me canso y fuerzo la cerradura.

-te dije que no quería ver a nadie, Park. Largo.

-gasté tiempo, fuerza y aliento para llegar hasta aquí. Minnie dijo que tenías algo qué decirme. Te doy un minuto.

Su risa es ronca, harta, falsa y afligida. No se levanta de su cama, por lo que tengo que acercarme y sentarme a su lado. Se cubre los ojos con el brazo, como si le molestara verme. Yo bufo y le doy un puñetazo en el codo.

-¿qué demonios quieres? Gyeom se quedó abajo con Jimin, y ese enano ya le echó el ojo desde hace rato. Anda, maldición. No tengo toda la vida para escuchar tu irritante voz.

Me gruñe, empujándome con su pie hasta tirarme del colchón.

-quiero que te largues, te vayas con ese estúpido y te mueras. Muéranse los dos... Juntos, ¿no? Ya están comprometidos. ¿Acaso esa no fue tu promesa? "Juntos por siempre". Pura mierda. Vete tú y tu maldito juramento a la mierda, Jeon.

Aún desde el suelo logro vislumbrar sus ojos rojos cuando se quita el brazo de la cara. ¿Acaso ha estado llorando? ¿O es el cielo reflejado en sus malditos e infernales orbes? ¿Por qué demonios se comporta así? ¿A él qué le importa si he formalizado con Yugyeom? ¡Él se va a casar! No tiene ningún derecho de ponerse de esta manera.

-eres un estúpido. ¿Qué? ¿Lloras por mí, Kim Taehyung? ¿Te gusta estar en mi lugar? Porque lo has de recordar, ¿verdad? Mi cumpleaños. Todo tiene que ser en mi maldito cumpleaños. Si no es traicionarme, es romper mi corazón, ¿no? ¡Qué divertido! ¡Jeon está llorando, míralo!... Y míranos, ¿ahora quién ríe? Joder. Deja de ser tan patético. Dime de una estúpida vez para qué estoy perdiendo mi tiempo. Park me dijo que entendería mucho si hablaba contigo, y créeme, necesito hacerlo. Por una estúpida vez quiero comprender qué demonios sucede. Habla ya.

Kim se levanta por fin y me mira con cansancio, con arrepentimiento. Muerde su labio con fuerza hasta hacerlo sangrar, frota sus manos entre sí hasta provocar feos y sangrantes rasguños. Luego frunce el ceño, aleja de golpe sus ojos de los míos y deja de arañarse a sí mismo.

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora