CXXIV

19 5 3
                                    

-¡Arriba, 1832! ¡No me hagas levantarte!

No puedo... No puedo pararme, no quiero pararme, ¿por qué tengo que pararme?...

-¿Acaso estás sordo? ¡Arriba!

Un fuerte golpe me es dado en el costado. Tan fuerte que por un segundo pierdo el aire... Pero al segundo siguiente, la adrenalina recorre cada parte de mi cuerpo... Y la sangre mancha mis nudillos.

Guardia imbécil.

Le doy una patada en las costillas como él lo hizo conmigo y escupo a su cara, dejándolo lamentándose y sollozando en el suelo de mi celda.

Al poner un pie fuera de ella... Todos empiezan a hablar...

Me enloquecen.

-¿Viste? Seguramente mató al guardia. No sería la primera vez.

-pobre chico nuevo.

-pobre Dennis... Asesinado por ese cabrón.

-oí que le arrancó la yugular.

-seguramente mató a Dennis porque no le dio un buen orgasmo.

-lo mató porque quiso.

-¿Qué clase de monstruo mata solo porque sí?

Y así me la paso todo el pasillo, escuchando murmullos de inconformidad. Hay también promesas sobre matarme, vengar a Dennis... Y, algo dentro de mí... Quiere gritar que todo es una mierda... Que no mato por placer, que lo de Dennis no fue mi culpa... Que no soy un monstruo... Pero me abstengo de hacerlo, porque sé que en cierta parte tienen razón.

Maté para olvidar, y lo hice gustoso. Maté a Ángel, y eso conllevó a matar a Dennis... Y respecto a lo del monstruo... Mis acciones responden bien al adjetivo.

Además... No tengo ni las ganas ni la fuerza para pelear.

Mi apetito definitivamente desapareció luego del último juicio. A pesar de que Seungmin quiso obligarme a comer, todo terminó en el retrete luego de unos minutos.

El imbécil de la enfermería dice que es anorexia... Seungmin insiste en la bulimia, y el tarado de Lee advierte que será anemia muy pronto.

Sinceramente, da igual. Morir unos días antes no hará ninguna diferencia... Porque sé, yo sé que el juez no se quedará de brazos cruzados ante la amenaza que representa mi misma existencia. Mató a decenas de personas, ¿qué diferencia habría si agrega una más a la lista?

NamJoon tampoco dejará de insistir en ello, y de seguro logrará convencer a varios miembros del jurado, si no es que se los ganó ya con su testimonio hace unas semanas.

Buen juego, Kim. Mientras yo ganaba batallas, tu ganaste la guerra.

Y, en medio de esos pensamientos... Alguien choca fuertemente conmigo.

-¿Tienes algún problema, jodido Diablo de mierda?

Varios hombres se ponen tras el que chocó conmigo.

No respondo. Simplemente sigo mi camino... Pero esos imbéciles, esos estúpidos reos me toman por los hombros y me empujan fuertemente, haciéndome caer.

El baño está solo, malditamente solo...

Justo como hace más de ocho años, en unas duchas igual de asquerosas... Y la situación... Mierda... Se vuelve la misma jodida situación.

No lucho. Dejo que esos hambrientos animales rasguen, muerdan y destrocen por aquí y por allá...

¿Qué más puedo hacer?...

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora