Sólo tardamos un segundo en ponernos de pie, sacar nuestras armas y apuntarnos mutuamente. Por desgracia no alcanzo a reaccionar a tiempo, y pronto Kim es un rehén. No sé en qué momento Dyin ha sacado otra arma para ponerla en la sien de Taehyung. No debo reír, se supone que esto es serio... Pero la mirada de ese estúpido pelinegro es tan...
-no soy tan estúpida como para no reconocer al poderosísimo y mimado Kim Taehyung. Es más guapo en persona, pero no le quita lo idiota.
-tienes razón, ni con amenazas puede ser una mejor persona. Por desgracia lo necesito vivo. Te ordeno que lo sueltes, o tu inevitable muerte será más dolorosa de lo pensado.
-¿por qué se te ha dado por protegerlo? Por lo que el detective Kim me ha dicho, eres prófugo de tu misma Organización.
-suéltalo. Es mi última advertencia.
-moriré de cualquier modo, así que mejor lo haré deshaciéndome de la basura.
Sólo es cuestión de un segundo. Kim la golpea en la nariz, ella pierde el equilibrio y al rehén, y yo... Yo hago mi trabajo. Se vuelve insoportable por un segundo; el mismo tiempo que tarda mi bala en salir directo a su garganta y quedarse ahí, provocando que se ahogue con su sangre.
Esos ojos que me cautivaron desprenden lágrimas de desesperación, y esas manos tan lindas y aparentemente suaves se manchan de rojo al tratar de parar la hemorragia. Sus labios, ahora más rojos por la sangre, expulsan una palabra. Sólo una, llena de pesar y cariño: Cielo... Y luego... Luego su cuerpo cae a nuestros pies, sin vida en su interior.
-en dos minutos un policía volverá. Necesito que lo hagas pasar - murmuro, viendo cómo la sangre de esa linda chica mancha el piso de mármol.
-¿qué? ¿Acaso estás loco? ¡No es necesario matarlos a ellos, sólo son simples chicos! ¡Ni siquiera estuvieron aquí en el momento en que le disparaste!
-vieron nuestros rostros, y NamJoon me encontrará si habla con ellos. Deben morir, Kim. Si no aguantas ver esto, vete a tu estúpida casa y ya.
Taehyung se queda en silencio, mordiendo su labio con fuerza. Sus ojos están cristalizados, sus mejillas coloreadas de carmín, y sus manos tiemblan como nunca antes. El ruego silencioso es obvio, pero no cederé a él. No lo abrazaré para calmar su miedo.
-¿lo harás o sólo pierdo mi tiempo contigo?
Y esa es la gota que rebasa el vaso. Sus ojos se llenan de lágrimas, y sus brazos lo rodean a sí mismo. Confundido, lo miro de pies a cabeza, descubriendo una mancha roja en su abdomen. Alarmado y, por qué no, asustado, me arrodillo frente a él, abro su uniforme y paso las manos por el lugar que se ha manchado de rojo, en busca de la herida. Al no encontrar ninguna, mi mente se sume en un intenso e inútil debate sobre qué ha sido lo que ha manchado a Kim, descubriendo la respuesta en una copa vacía en el suelo segundos después. Taehyung debió caer sobre ella al golpear a Dyin, manchándose de vino en el acto.
-no llores, no eres un chiquillo. Y ya supéralo, todo fue una maldita apuesta.
A pesar de mis gruñidos, y la falta de tiempo que nos acecha, él empieza a sollozar. Me está desesperando, así que con un bufido y varios reclamos mentales, lo envuelvo en un abrazo. De inmediato corresponde el gesto, y hunde la cara en mi pecho. Se ve tan diminuto, tan débil... Y tan estúpido.
-Kim, en serio necesito que me digas si me ayudarás o no. Si alguien nos ve, estamos muertos.
-no me digas Kim... Por favor, no me llames así. Haré lo que digas, pero deja de lado el maldito y jodido Kim...
-¿si lo hago me ayudarás? - él asiente con pesar -. Sólo está vez, Taehyung. Ayúdame.
Sólo esta vez. No caeré de nuevo, sólo se trata de su nombre. Sólo esta vez, Jeon. Nada de TaeTae, ni de Osito. No. Taehyung. Kim Taehyung. Sólo el monstruo.
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Matar O Morir
RandomJeon Jungkook es un asesino a sueldo, a quien le han pagado mucho dinero por matar a un niño rico llamado Taehyung, sin embargo, al estar a nada de completar su tarea, dentro de su corazón de piedra algo se ve afectado y no puede jalar el gatillo. S...