LXXVII

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Jimin le dio a Kim el regaño más largo y aburrido de todos cuando lo devolví al hospital. De eso ya... ¿Tres horas? ¿Un día? ¿Una semana? No lo sé. El tiempo ha pasado tan lento y a la vez tan rápido que mi cabeza quiere explotar.

Alguien toca a la puerta de mi cuarto. Estoy tan cansado que sólo gruño en respuesta. Que se lo tomen como quieran. No pienso moverme de mi cama. No lo he hecho desde que Kim fue hospitalizado de nuevo.

Jimin entra con una sonrisa, la cual se borra al verme. La bandeja de comida que trae entre manos tiembla hasta que parece casi caerse.

-¿vas a hacer algo o sólo has venido a molestar?

Con una sonrisa más diminuta se acerca y pone la bandeja sobre mis piernas. Ver su contenido hace mi estómago revolverse. No es que la comida se vea asquerosa o poco apetitosa, no. Simplemente no tengo hambre.

-¿no quieres? - pregunta Park asombrado cuando alejo con una mueca todo.

-no. Tampoco quiero visitas, así que largo.

Me ignora y se sienta a los pies de mi cama. Su mano toca mi frente, pero la retira cuando le gruño.

-¿te sientes bien?

-define bien.

-bien es que no te estás matando. Jeon, llevas aquí, ¿cuánto? ¿Un mes? Y no has bajado para nada, ni ido a ver a Tae. No sé si has comido, o bebido. Tampoco sé si necesitas algo. Incluso empecé a dudar que siguieras con vida. Desde que regresaste a Tae al hospital no has salido, Jungkook.

-estoy bien.

-entonces acompáñame al hospital. Entre hoy y mañana dan de alta a Tae.

Me quedo en silencio. ¿Cuánto tiempo dijo que pasó? ¿Un mes? Joder, sí ha pasado mucho... ¿Gyeomie no ha vuelto? ¿Por qué no me ha buscado? ¿Kim se habrá preguntado por mí?...

Idioteces... Gyeom está bien, y a Kim no le importo ni él me importa. Yo estoy bien. No tengo porqué ir a ver a ese idiota.

-no.

Jimin bufa, pero de inmediato se acerca a mí con ternura y acaricia mi cabello.

¿No les pasa que incluso el más suave roce te hace trizas?

-aléjate, Park. No estoy de humor. Vete solo con Kim.

Un nudo se forma en mi garganta cuando me ignora y comienza a tararear una canción mientras me ordena el cabello. Su tacto es tan suave que termino cediendo, y me permito disfrutar, cerrando los ojos. Dejo que sus dedos paseando por mi pelo me quiten el sentimiento de pesadez en mi pecho, y que su voz borre todo deseo de llorar.

Ahí lo entiendo.

No, no estoy bien.

Me duele.

Me duele mucho...

Tan sólo quisiera....

-Kook - susurra -, no sé qué pasó ahí abajo... Algo me comentó Tae que tienes un gran temor al cuarto que se metió hace un mes... Y eso me hace pensar en lo mucho que realmente te interesa Tae. Enfrentar a tu pesadilla no es fácil y requiere de mucha fuerza de voluntad y valor... Y, aunque hayas cumplido con tu principal propósito, sé que algo más pasó... Lo sé, porque llegaste pálido y temblando al hospital. Creí que había sido por Tae, pero no. Huiste inmediatamente, sin mirarlo...

-ve al grano.

-no estás bien, Jeon. Puedes engañar a todos, menos a mí. Soy un experto en el tema de las mentiras, bien lo sabes. No cualquiera podría fingir un desmayo ante el supuesto horror de la noticia de unos padres asesinados.

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora