Matar O Morir

LXIX

-¿disculpa? Creo que no te he escuchado bien, Gyeomie.

-dije que deberías volver con ese chico. Lo traes como montaña rusa.

Lo golpeo en el pecho, sacando de sus labios un jadeo de dolor.

-anda, dilo de nuevo. Hazlo y te volveré a golpear.

-Jungkook... Sabes que tengo razón... Le tienes afecto...

Esta vez lo empujo contra la cabecera, provocando que dé un suave respingo. No quiero asustarlo, así que me levanto y me alejo sólo lo necesario cuando él también se pone de pie, dejando su desnudez visible.

-eres un estúpido. ¿Acaso no lo ves, idiota? ¡Te elijo a ti, carajo! ¡Te pongo por encima de cualquier antiguo lazo con ese estúpido!... ¿Por qué no lo ves? Te estoy eligiendo a ti, Kim Yugyeom... Te estoy entregando mi roto corazón.

Lo empujo de mi camino antes de que pueda decir algo más. Tomo mi ropa, y me la voy poniendo en el transcurso de mi viaje a la sala de estar.

Me duele que piense así de mí. Yo lo quiero a él, ¿por qué es tan difícil de creer? Me hace feliz, hace que me sienta amado. Es todo lo que he buscado en mi vida, ¿por qué lo dejaría ir? Taehyung es nada. Yug me besa como si fuera la última vez, con amor, desesperación y delicadeza... Kim, como un gorila que sólo busca saciar sus propias necesidades amorosas.

-eres un idiota, Kim Yugyeom. Un idiota pelinegro al que adoro con mi alma... Y del cual a veces temo... Lo siento tanto, cariño... Lamento siempre esperar que todo sea un bonito sueño y que desaparezcas... Dios, me mataré si vuelves a desaparecer... Ah, joder, ¿acaso he mencionado a Dios? ¡Me he vuelto loco!

Unos pasos se escuchan hasta colocarse a mi lado.

-loco no. Creyente. Y es lo más lógico del universo. Quiero decir, ¿qué probabilidades había de que tu amigo con derechos estuviera vivo? Si no mal recuerdo, me dijiste que estaba felizmente bajo tierra. Un verdadero milagro. Después, llega a tu vida una pequeña niña que, por si no lo has notado, te ha hecho blando... Pero, antes de cualquiera de esos "milagros" que Dios te ha concedido, yo estuve antes. Yo fui el primero y seré el último milagro que tengas en tu vida... Porque te conozco, y a pesar de todo, seguimos siendo uno.

El silencio gobierna. No enfrento la mirada de Kim.

-te lo diré en un idioma que entiendas. No me interesas. Si sigues jodiéndome, me veré en la obligación de ponerte de una buena vez una serpiente en tu cama.

-adelante. Puedes hacerlo. Aléjame de ti... Finge que no existo.

-o mejor vayan a la calle 28. Yugyeom me dijo que hay algo importante ahí para ti, Kook... Y como quiero que dejen de gritarse o ignorarse, irán juntos. No me interesa si no quieren, es una orden - gruñe un peliplata, interrumpiendo la guerra de miradas entre nosotros.

-no quiero que me acompañe - gruño.

-no era pregunta, Kook. Yoons me dijo que si le ignorabas, no te dejaría entrar a su cuarto, ni te iba a prestar sus colores.

-puedo comprarme otros.

-oh, y también piensa quedarse con Hannie. Sólo por si tenías curiosidad.

Lanzo un suspiro, frustrado.

-¿al menos Gyeom te dijo qué es lo que voy a buscar?

-no. Sólo dijo que tengas cuidado.

Asiento ante la nula información de Jimin, y me dirijo al garaje de Kim, subiéndome a la moto con total tranquilidad, prendiendo el motor mientras abrocho mi casco. Todo bien hasta el momento en que Kim se coloca frente al vehículo y cruza los brazos sobre su pecho, molesto.