XXX

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Busco con la mirada si hay alguien en el cuarto al que he ido a parar, sonriendo aliviado cuando confirmo que el lugar está solo y saliendo en completo silencio por cualquier cosa. No quiero que el Gran detective me encuentre aquí. Lo de menos es que me mate (aleluya si alguien por fin lo logra), más bien temo que me mande a prisión por siempre, donde tendré que renunciar al Internet, alcohol y demás placeres banales. No lo soportaría. Me volvería loco cinco segundos después de entrar. Y vaya si con loco me refiero a psicópata, ya que demente ya estoy. Según lo que muchos compañeros y víctimas me gritan, soy un enfermo mental. Caray, que si me vuelvo más maniático, el mundo explota. No, evitemos eso. Si no voy a la cárcel y pierdo la poca cordura que conservo, yo no destruyo el planeta. Fácil, ¿no?

-no, Jimin, no puedo simplemente sacarlo a patadas... Sí, sí, ya sé que dije que lo haría, pero... No, ¿qué? Estás loco. ¿Accidente en el 37? No me sorprende. A ver, no, espera, ¿qué mierda hago con mi primo? ¡No, no lo voy a sedar! ¡Yo...!

Su teléfono se cae al verme, luego de unos segundos una gran sonrisa apareciendo en su rostro.

-estás aquí... A salvo...

Bufo con sorna.

-¿ahora te importa?

De nuevo esa mirada. Joder, ¿qué necesidad de poner ojos de cachorro y hacer un pequeño puchero? Se ve ridículo... Ya, ya. Maldita dualidad. Es tan... Odioso.

-sí, Jungkook, me interesa. Siempre me he preocupado por ti...

Si no suelto una carcajada ruidosa, es por el detective en el otro cuarto; y, sin poder expresar mi burla de mi manera favorita, sólo sonrío irónico mientras le golpeo con suavidad una mejilla.

-sí, eras atento y cariñoso conmigo, tanto que terminé en la cárcel por tu culpa. Qué bonito, ¿debería agradecerte?

Su rostro adopta una tonalidad roja, aunque no tanto como la mía. La ira hierve en mi sangre y me pide que descargue mi furia en alguien... De manera más específica, en él. Tan sólo de pensar en cómo ha de sonar su cuello si se rompe... Me dan escalofríos. Y no sé si son de los buenos o los aburridos.

-¿me vas a dejar hablar o tendré que tomar otras...?

-¿medidas? ¿Me vas a apuntar con un arma? ¿Eh? ¿O me vas a poner contra la pared? ¿Quieres que te ruegue de nuevo, mh? ¿Qué, Kim, qué quieres? ¿Qué más deseas?

Tal cual dije, Taehyung me empuja con moderada fuerza y me acorrala contra la pared. Sus manos no me dejan mirar a otra parte y sostienen mi cadera como si su vida dependiera de ello.

Suspiro, listo para darle una patada de nuevo y zafarme de su agarre, pero ya conoce mi estrategia y me inmoviliza las piernas, colocando su peso de mi cintura para abajo. Me encerró. Completamente. A menos que le dé un golpe en la nariz. Dicen que es doloroso.

-suéltame.

-no. Escucha, por favor... Por una maldita vez en la vida hazme caso.

-¿no fue suficiente cuando me pediste ayuda y te la di?

-¡ya cállate y déjame hablar!

Ambos nos quedamos congelados un segundo; mas, al escuchar los pasos, actuamos más rápido que la luz. Yo me escondo debajo de su cama y él finge hablar por teléfono.

-primo, ¿estás bien? ¿Con quién peleas? - NamJoon entra, aparentemente tranquilo, pero, gracias a que lo conozco desde que me volví el mejor asesino de todos, sé que suena nervioso y, de alguna manera, victorioso.

Taehyung finge estar sorprendido cuando el detective entra, cosa que parece también impresionar al otro Kim. Bueno, su teoría de que hablaba conmigo se fue al caño.

-lo siento, primo, estoy hablando con mi novio. Ya sabes cómo es - susurra Tae, tapando la bocina de su celular y haciendo gesto de molestia -. ¿Te importa si le sigo reclamando?

-sí, claro, lo lamento.

Apenas la puerta se cierra, salgo de mi escondite. Taehyung suspira y avienta su móvil, a lo que yo frunzo un poco el ceño al notar que ahora tiene uno más costoso que el anterior. Joder, lo que hace el dinero son maravillas. De verdad extraño mi cama ortopédica y mis millones de dólares. Oh, mis carros... Mi apartamento... Mis cosas, mierda. ¿Quién se habrá quedado con todo lo valioso en mi casa?

Espera un segundo...

Volteo a ver al peliazul, indignado. ¿Cómo me doy cuenta apenas? ¿Escuché mal o comentó un novio? ¿Por qué me interesa tanto?

-¿a qué te referías con "ya sabes cómo es"? ¿De verdad tienes novio?

Una risa no demasiado alta sale de sus labios. Ah, de verdad, de verdad, quiero matarlo. ¿Qué demonios es gracioso? Soy capaz de cortarle el jodido cuello sólo por diversión y sin razón alguna. Que se burle de mí, hace tres meses, le hubiese costado, mínimo, la lengua. Bueno, yo sólo digo.

-¿acaso estás celoso?

-¿de ese pobre diablo? Jamás. Te aseguro que nunca vas a encontrar a alguien como yo. Soy guapo, inteligente, alto, perfecto, fuerte, tenaz, multihabilidoso... No, definitivamente no hay nadie igual a mí.

-¿tú crees? ¿Qué tal si hay mejores?

Conforme va avanzando, más voy retrocediendo. Y, como siempre me pasa de manera últimamente regular, me quedo atrapado como ratón. Él cumple bien su papel de felino. Me mira hambriento y con ganas de acabar con todo. Oh, y también deseoso. De verdad que se contiene para no gritar como loco algo.

-lo siento - susurra, y antes que me pueda burlar o algo similar, prosigue -. Lamento mucho haberte dejado, Kook. Tenía tanto miedo, estaba en shock. Nunca me habían puesto una mano encima. O al menos no una diferente a la tuya... Yo... Actué como el adolescente idiota que era... Y que en realidad sigo siendo... Yo... Cuando te vi, llorando y pidiendo que te salvara, no me pude mover. Perdón. Yo tan sólo... Creía... No pensé... Y te pido que me disculpes. Por favor.

Sabe de antemano que empezaré a gritar, así que junta nuestras bocas y elabora un tierno y caliente juego con nuestros labios. Es tan exquisito, tan adictivo, tan... Él... Sus movimientos, aún con mis intentos de alejarme, son precisos y firmes, al mismo tiempo que dulces y cariñosos. Tan sólo... Es... Tan hermoso, tan familiar... Tan añorado. Y por esos mismos toques que me vuelven loco, cedo un poco, correspondiendo con precaución su tacto.

-¿acaso se están besando? Mierda, no lo hagan con lengua, escucho hasta acá.

Ignoramos la voz de Jimin que emana del celular abandonado de Kim. Ahora que recuerdo, nunca le colgó. Eso cambia segundos después, cuando nos comunica que somos unos cerdos sin consideración.

Por desgracia, otra llamada entra, y Taehyung se separa un poco brusco de mí al leer quién marca.

-lo siento, eh... Debo contestar, es muy importante - explica, respondiendo al llamado.

Importante. Creí que yo era lo más importante, lo primero.

A. La. Mierda.

-¡hola, cariño! ¿Cómo está el amor de mi vida?













































....

Mañana es nochebuena y tengo demasiadas cosas que quiero hacer! Tal vez debería subir una nueva historia, o subir la sorpresa que desde hace un rato tengo guardado, o subir un maratón de esta historia... Ush, no sé. En serio, tengo muchas cosas. Ya veré mañana si no se me olvida al final subir algo, pero prometo que lo voy a intentar. Si me decido a hacer un maratón de esta historia, serían dos días seguidos, con.... ¿Cuatro capítulos? Tal vez dos por día. Será divertido. O un capítulo de una nueva historia.

Ya veremos! Nos leemos pronto!

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora