Cuando despierto, todo parece como si el tiempo no hubiera pasado y yo fuera un chico de dieciséis años. Tae se abraza a mí como Koala y el niño de diecisiete que era antes de toda esta mierda vuelve a la vida. ¿A quién abrazará cuando duerme? ¿Quién le susurrará dulces palabras después de una pesadilla? ¿De verdad no hay nada entre Park y él? Si es así, ¿dónde está aquel que tomó mi lugar en su corazón? ¿Es de verdad digno de tener a Kim a su lado? No digo que yo sea el hombre perfecto y único merecedor de estar junto al hermoso peliazul, pero eso es exactamente lo que quiero decir...
Bien, sí, quizá me he portado algo mal con él, pero, por un demonio, ¿cómo no hacerlo el primer momento? Aún ahora que lo veo como el adulto que es y trato de entender lo que en la adolescencia hizo, sigo molesto y tengo miedo de volver a confiar en él. ¿Feliz, Kim? Tengo un miedo por tu culpa. Jeon Jungkook teme. Bien, lo bueno de estar muerto es que nadie se enterará de esto.
La puerta es abierta con brusquedad, y Jimin entra velozmente.
-espero que hayas pasado una noche lo suficientemente agonizante para entender que no debes de...
Se queda callado de repente cuando ve nuestra situación. Incluso acerco más a Kim hacia mí, gozando del rostro incrédulo y confundido de Park. Claro, trato de mover a Tae lo más delicado posible. No quiero despertarlo. Mucho menos empezar a gritar tan temprano y arruinar el dulce recuerdo de ayer. Sólo deseo provocar rabia y celos en Jimin, dado a que un estúpido juró que no le iba a hacer nada.
-en realidad pasé una noche más que agradable, Park.
Kim se remueve un poco, ocultando su rostro en mi cuello. Sonrío poquito, enternecido, y acaricio con cariño su espalda. Park nos mira atento y con el ceño fruncido. Tengo unas tremendas ganas de besar a Taehyung como cereza del pastel.
Jimin abre la boca, y sé que está a punto de ponerse a gritar. Toma demasiado aire como para simplemente quejarse de lo de ayer. Oh, no. A mi Tae no lo puede despertar nadie así, ni siquiera yo.
-atrévete y te juro que te corto la garganta, aun si eso significa que me odien las estrellas.
La amenaza funciona y cierra la boca rápidamente, con su tono de piel volviéndose más pálido de lo normal. Qué maravilloso puede ser el poder del miedo. O te destruye o te hace más fuerte. Así como va Jimin, pronto o lo mato yo o le da un infarto si lo amenazo de más. Es tan... Débil... Sin la medicina, estoy casi seguro que sería un Don Nadie.
-¿y bien? ¿Qué demonios quieres? ¿No ves que estábamos durmiendo?
El sonido de un teléfono sonando no lo deja responder. Kim se despierta de un salto, golpeando mi nariz.
-¡Jungkook! Ah, mierda, lo siento, lo siento, lo siento... - susurra mientras toma mi rostro entre sus manos y revisa el estado de mi pobre nariz. Me sorprende que no esté rota, me pegó tan fuerte que creí ver estrellas.
-no te preocupes, haz que valga la pena y contesta el celular - le digo mientras quito con todo cuidado la prenda que nos une de su cuerpo.
Pone un casi invisible puchero, pero me hace caso y contesta la llamada. Doy un salto cuando él se levanta bruscamente y grita un sinfín de groserías luego de colgar.
-¡Jeon, escóndete!
Me indigno. Nada de eso. Yo no me escondo, sólo mato y corro de la policía. Ocultarme después de asesinar a alguien es esencial, claro que sí, pero fuera de eso, nada de huir. No otra vez. Si me voy a morir, ya, a la mierda, que sea rápido.
-no.
Tae frunce el ceño y resopla, empujándome contra una pared con tanta fuerza que me lastimo al chocar con el muro.
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Matar O Morir
RandomJeon Jungkook es un asesino a sueldo, a quien le han pagado mucho dinero por matar a un niño rico llamado Taehyung, sin embargo, al estar a nada de completar su tarea, dentro de su corazón de piedra algo se ve afectado y no puede jalar el gatillo. S...