XII

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Escucho susurros a mi alrededor. No estoy en mi casa, eso es seguro. Mi cama no es tan suave ni la luz tan brillante y molesta. Gruño por lo bajo, al abrir los ojos; éstos se ven dañados por la insoportable luz. Tanteo la superficie, encontrando una mano. La aprieto, recibiendo el mismo cariñoso trato. La cara de Tae es lo primero que veo.

-mierda, creo que fui al infierno... Ya me están torturando con imágenes horribles y aterradoras.

No se ríe. Yo no insisto y nos quedamos en un incómodo silencio por un largo rato. En ningún momento suelto su mano ni él la mía. La verdad, las palabras no son necesarias. Sé bien qué me quiere reclamar. Supongo que en serio los golpes fueron graves. No por nada me encuentro en un hospital. Rayos, ¿tan molesto estaba mi progenitor? No sé cómo sigo vivo, para ser sinceros. Juro que vi al demonio cuando cerré los ojos.

-¿cómo te sientes? - dice bajito.

Río, un sentimiento de arrepentimiento inundando de inmediato mi ser al sentir una aguda punzada en mi pecho.

-como mierda.

-¿te duele mucho?

Me lo pienso un segundo. Además de un ligero ardor en mi vientre, no hay nada que sea insoportable. Son más bien como... Cosquillas. Y es extraño. No siento dolor alguno. ¿Es normal? Supongo que sí... Uno deja de sufrir después de tanto, ¿no? Terminas acostumbrándote.

-no, creo que no...

Apenas termino de hablar, recibo un golpe en el brazo. No me quejo. Ni siquiera arde... Bueno, tengo mucha más resistencia física, ahora podré ganarle si se pone de malas o si trata de arrinconarme para darme un beso. No es que me moleste (en realidad lo amo, aunque obviamente no se lo diré), pero prefiero ser yo quien inicia el juego. Rara vez quedo arriba, mas es divertido verlo luchar por el control. Eso se pierde cuando él toma la iniciativa. No me deja dirigir nada... Volviendo al tema que dejé de lado, Kim me mira entre molesto y un poco sorprendido al no escucharme decirle algo por el golpe.

-Jungkook, es bueno verte despierto.

Dirigimos nuestra mirada hacia el recién llegado. Un pelinaranja como de la edad de Tae me mira sonriente y radiante. Tengo la leve sensación de conocerlo, aunque no estoy seguro. Tal vez le robé alguna vez, o recibí una golpiza de su parte por hacerle una mala broma... He conocido a mucha gente por las malas. Tae es el único que no ha sido víctima de algún delito de mi parte... Si salgo de esta, le haré una broma para que no haya ninguna clase de favoritismo.

-¿cómo te sientes? - pregunta acercándose a nosotros. Tae le gruñe cuando se sienta al pie de la cama.

-¿quién eres?

Me mira con decepción. Mierda, sé que lo conozco, ¿de dónde?

-pues mi nombre es Jung Hoseok, no obstante, me conociste como J-Hope unos años atrás.

Aprieto la mano de Tae con fuerza ante la sorpresa. De ahí lo conocía. Es el líder del clan de hielo, el más grande de la Organización, el más poderoso. Si le hice algo, no es para nada bueno. No seré sólo yo quien pague, también el rubio que cuida de mí. Mi Tae está en peligro.

-¿qué quieres? No hice nada.

Niega, divertido.

-sólo vine a ver cómo estaba mi viejo amigo. Es todo, no te preocupes. Fui yo quien te sacó ayer del infierno que es tu casa. Creí que morirías, pero eres fuerte - dice mientras ve de reojo a Tae, quien está extrañamente callado.

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora