XXXIX

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YoonGi ni siquiera parece sorprendido de verme en su cuarto. Tan sólo pone los ojos en blanco y se sienta en un escritorio en la esquina, abriendo un libro y un cuaderno. Me le quedo mirando, curioso mientras comienza a leer y tomar notas.

-¿qué haces?

Está en todo su derecho de mandarme al diablo por mi curiosidad, pero simplemente hace una pequeña seña con la cabeza para que me acerque a ver, así que lo hago. Al cerrar un poco el libro para que sepa el título, me doy cuenta que es material de la Universidad de Seúl. Ahí sólo entran los mejores y te preparan más que nadie. Tienes el éxito casi asegurado.

-estudio psicología. Sé que soy un poco mayor, pero me gusta. No pude ingresar porque no alcancé la puntuación la primera vez. La segunda, falté el día de aplicación. Y esto es el resultado del tercer intento.

-¿por qué faltaste el día de aplicación?

Sus ojos se clavan en mí como dagas, queman con la frialdad que emiten. Y dan la respuesta aún sin hablar; aunque de cualquier modo, me lo hace saber con todo el veneno en sus palabras:

-mis padres no se iban a enterrar solos.

Agacho la cabeza. La imagen de sus padres acompañando mi sufrimiento en el pozo se apodera de mi cabeza. Yo sé que merezco ser odiado por Min YoonGi, soy muy consciente de ello... Aún ahora que Kim me dio una nueva habitación y me trata más que mejor, mis sueños siempre se ven afectados por los rostros de todos a quienes dañé. En especial los Min. Y la bebé que no alcanzó a nacer. Ella es la peor. No puedo verla y gritarle que me deje en paz, como lo hago con los otros. Ella no está presente, pero sé que me ve. La siento cerca. Y es tan desconcertante no poder llorar ni gritar entre pesadillas.

-¿sabes? Mi padre y yo discutimos ese día. Él me quería mandar a Estados Unidos y yo me quería quedar aquí, con mis amigos. También había puesto mucho esfuerzo para quedarme en la Universidad, y él deseaba pagarme una allá. Toda la presión que tenía por mis estudios y para poder salir bien en el examen hicieron explosión. Le dije que era de lo peor... Que deseaba no ser su hijo... Y le pedí que se muriera... Luego llegaste tú y me cumpliste el deseo. Y me pregunto... Si le hubiera dicho con tranquilidad que no quería y llegaba a un acuerdo con él, ¿las cosas serían diferentes? ¿Ellos estarían vivos? Dicen que un solo segundo hace la diferencia. Tal vez el segundo en que disparaste. O para que los agarrara el tráfico y no llegaran a ese estúpido lugar. No lo sé. Sólo queda la duda de qué hubiera pasado si un segundo más se agregara a la ecuación. Quizá yo habría entrado a la Universidad antes y ser feliz siendo psicólogo... Sea lo que sea, estoy seguro que si hubiera sabido que sería la última vez que los vería, estaría dispuesto a dejar todo e irme a EU. Así él sentiría orgulloso. Habría muerto tranquilo...

Mis manos comienzan a temblar con fuerza y un nudo se me hace en la garganta. Reírme de las desgracias de los demás deja de ser divertido. Tener frente a mí a un chico que le arrebaté todo por accidente me hace querer morir. Él no merece lo que le hice. Sus padres no debían estar allí. Fue un accidente, lo juro. Mataron a mis compañeros, estaba ciego de ira. Mi novio se desangraba... Estaba asustado. Jeon Jungkook, el sicario, temía a la muerte. Sólo tenía diecinueve. Sólo era un niño idiota que se creía el mejor. Aún lloraba por el abandono de Kim. Era débil. Y quería fingir lo contrario matando. Nunca pensé que asesinar a la persona incorrecta sería tan catastrófico.

-¿te puedo preguntar algo? - asiento, temeroso de lo que pueda salir de sus labios - ¿Cómo fue? ¿Cómo murieron? ¿Por qué ellos?

Suspiro, aguantando las ganas de correr y gritar. Debo enfrentarme a la realidad, a lo que he hecho y a quiénes. Debo ser fuerte un momento. Quizá este segundo sea primordial para lo que haga, lo que me defina. Un solo segundo puede ser el que haga la diferencia entre el perdón y el odio. Debo ponerme de nuevo la máscara y enfrentar mi temor. Los Min no pueden tomar las riendas de mi ser. Debo superarlo. Y YoonGi tiene el derecho de saber.

-era de noche. Nos habían encomendado matar a So. Tenía una gran deuda y se atrevió a robarle territorio a nuestro clan. El jefe nos había pedido que no fuera algo que llamara la atención... Pero algo salió mal... La cantidad de guardias era el cuádruple de lo que nos dijeron. Mis amigos murieron... Y cuando entré al despacho, disparé a la primera persona que vi... Sin embargo, no era So. Tu madre me atacó por la espalda, por lo que me sobresalté y volví a disparar. Cuando tu padre quiso ir con ella, creí que también me atacaría, que era un guardia más... Pero sólo quería tomar la mano de la mujer...

-¿dijo algo? - me pregunta, con la voz a punto de romperse.

Me lo pienso un segundo, sopesando si decirle la verdad o mentirle para su bien. No es que busque que esté bien, y no me interesa lo que piense de mí; no obstante, se lo debo. Ha sido él quien principalmente me ayuda cuando estoy demasiado débil y me cuida mucho. Lo menos que puedo hacer como compensación es darle una mentira piadosa. Así no se sentirá tan mal por haber peleado con su padre.

-susurró algo. No estoy seguro si fue un "te quiero" o un "lo siento". Casi estoy seguro que dijo... Un animal, no recuerdo cuál... - invento con rapidez.

-¿gatito? - me pregunta con los ojos llenos de esperanza, sin trampa alguna. Desea tanto escucharlo. Aunque sea mentira, él está desesperado por oírlo. Y no le negaré el placer, así que chasqueo los dedos, sonriendo poquito.

-¡eso! Gatito... Lo susurró unas tres veces...

Primero, hundió la cara entre sus manos, después, sus hombros empezaron a temblar, luego empezó a resbalar de la silla hasta caer de rodillas en el suelo y haciendo una reverencia completa; por último, sonoros sollozos salieron de sus labios, todos acompañados de un triste "lo siento".

Mis manos dudan y mi cuerpo tiembla ante la idea que se ha formado en mi cabeza.

Contrólate. Lo necesita, así como tú tantas veces. Deja de ser un hijo de puta por un segundo. ¿Qué hubieras dado tú para que alguien te abrazara? ¿Por qué eres tan egoísta?

Suspiro un poco y me arrodillo a su lado, tomando con delicadeza su cadera y atrayéndolo a mí. De inmediato me corresponde el acto, escondiendo su rostro lleno de lágrimas en mi hombro. Su agarre es desesperado y su llanto me rompe un poco el corazón.

-lo siento....

Luego de unos quince minutos de hipidos y tos, se separa de mí, limpiando el rastro de esas finas gotas de agua con su antebrazo. Su mirada se posa en mí, simple, frágil y sumisa. Se ve como un cachorro. Tal vez lo sea. Un cachorro de tigre. Es un gato travieso, pero feroz; fuerte y calculador. Min YoonGi es un cordero bajo una piel de lobo. Así de sencillo. Tiene miedo de que otra vez alguien le arrebate lo que ama.

-¿sabes algo? Yo no te odio. Sé que aunque los hubieras matado adrede, no habría sido tu culpa. Era un trabajo... Ahora que soy consciente que todo fue un error, tal vez... Quizá podríamos relacionarnos. Eres agradable. Un completo idiota, pero bueno... ¿Qué dices? - susurra, mirándome de nuevo de esa forma que sólo él sabe.

-entonces... ¿Amigos? - propongo, extendiendo la mano

-algo similar a los amigos, ¿sí? - dice, tomándola

Sonrío.

-bien. Algo similar a los amigos.

Cerramos el trato con un fuerte apretón.

















En primera, cómo que No Soy Un Alfa llegó a 3K?! Dioooos, GRACIAAAS. En serio me pone muy contenta que esa historia haya sido de su agrado!! Tuve que mirar dos veces para asegurarme de que era real :'3
Y en segunda..
ESTOY OBSESIONADA CON ESTE VIDEO.
Me parece tan chikito tan bonito, tan santas hermoso que me dueleeee
Lo extraño es que técnicamente no está haciendo nada adorable, PERO NO PUEDO DEJAR DE PENSAR QUE SE VE PEQUEÑO Y TIERNOOOO
Morí, chau

https://www.instagram.com/p/CIPEimYJfgZ/?igshid=1wmqynsib2e6r

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora