LXXX

25 4 2
                                    

Kim se ve súper entusiasmado cuando lo llamo para que venga al patio. Mi sonrisa se ensancha al imaginar ese alegre gesto en su rostro desaparecer.

-¡Nochu! ¿Qué tienes preparado para hoy?

Sus manos se posan en mis caderas. Tengo que morder mi lengua para no estrellar en su cara horrible lo que tengo en mi mano.

-¿yo? Casi nada.

Él intenta besarme, pero coloco entre nosotros mi pequeña sorpresa. Así, sus labios tocan delicadamente el plato de porcelana. Su ceño se frunce un poco, aunque la sonrisa no decae.

-¿vamos a jugar a la cocinita? Para eso Hannie debería estar aquí. Nosotros los padres que disfrutan su comida, y ella la gran chef de postres de plástico.

Mi niña, mi futura chef.

Y, por supuesto, este es mi juego.

-en realidad, no es eso. Yo no me divierto así.

Kim esta vez sí se ve confundido cuando le coloco el plato entre las manos, palmeando suavemente su pecho al separarme.

-hagamos un experimento, que muy seguramente habrás leído ya en Internet, pero que creo que realmente no entiendes el mensaje.

Su sonrisa desaparece cuando la mía se extiende por todo mi rostro.

¿Qué tal un paseo por mi corazón, Kim?

-Kook, ¿qué...?

-rómpelo.

Él de inmediato capta a qué "experimento" me refiero.

-Nochu, yo...

Amo esa cara de incomprensión y sorpresa. Me encanta que sus manos comiencen a temblar y sus ojos no puedan sostenerme la mirada.

Amo verlo débil y arrepentido.

-rómpelo. Ahora.

Ante su silencio, mi paciencia se está comenzando a agotar.

-¡hazlo!

Taehyung da un respingo, y trata saliva.

Conozco ese gesto...

Quiere llorar...

-ok, lo haré... No me grites, ¿bien?... Entonces... ¿Sólo lo dejo caer y ya?

Mi ligera carcajada lo deja perplejo.

-claro, ¿por qué no?

El mayor lo hace, y el utensilio se parte en dos.

Fase uno, querido Kim.

-perfecto. Ahora quiero que arrojes una mitad con todas tus fuerzas al suelo. No tengas consideración, no dudes. Sólo hazlo trizas.

-Jungkook...

-hazlo - gruño.

Kim pasa saliva, toma el pedazo más grande y cierra los ojos con fuerza

Yo no me creo ese cuento.

Sus manos comienzan a temblar, pero con todas sus fuerzas azota la mitad del plato contra el suelo. Sobra mencionar que esta vez se hizo mil añicos.

Pedazos que, en su mayoría, están al alcance de mi segunda sorpresa.

Burn it up.

Para la sorpresa de Taehyung, saco un encendedor y lo dejo caer a sus pies, haciendo que la gasolina arda y queme cada pedazo del plato roto.

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora