Matar O Morir

Especial: Kim Taehyung

El cuerpo me quema.

Mis pulmones ruegan por aire, mis músculos piden dejar de luchar...

Grito. Grito con furia... Pero nadie me escucha...

Nadie puede salvarme.

Realmente necesito respirar, pero, al querer inevitablemente tomar aire, agua entra a mis pulmones.

Trato de huir. Las manos de los demonios me queman, someten mi cuerpo lleno de marcas dejando nuevas.

Siento el frío golpear mi piel desnuda, y luego una firme y dolorosa caricia raja mi dermis.

Grito.

Grito sin sonido.

Me ahogo...

Ellos me ahogan...

Luego de interminables quince segundos, y de casi pasar a la inconsciencia, me sacan del agua del retrete. No puedo evitar toser, jadear por aire, dejar salir mis lágrimas, aprovechando que es fácil que se confundan con las gotas en mi cara.

-¿Qué? ¿Ya no vas a rogar para que paremos? ¡Oh, vamos! ¡Eso es lo más divertido de todo!

Él trata de meter mi cabeza en el retrete de nuevo.

Mis fuerzas son tan pocas que pronto siento la inconsciencia a la vuelta de la esquina.

-basta - suplico, sollozando, tosiendo... muriendo -, por favor, por favor, Chul Moo... Basta....

Mi mirada rota sólo cae en él, pues sé que si miro la esquina del baño, realmente me pondré a llorar cuando vea a NamJoon, apoyado en alguna pared, mirando, indiferente.

-mh~ cómo me encanta que ruegues.

Sus manos asquerosas tocan mi piel.

Yo lo alejo de un manotazo.

Odio esa cara... La que en silencio grita que la he cagado y voy a sufrir aún más por ello.

-¿Sabes, Kim? - comienza, extendiendo la mano a cualquiera de sus adeptos idiotas -, eres hermoso. Joder, qué digo hermoso, eres divino. El hombre más guapo del mundo, sí señor... Pero ¿sabes cómo te ves más precioso?...

Él chasquea los dedos y de inmediato recibe un frasco rojo.

Ni siquiera me da la oportunidad de correr como otras veces... Sus secuaces atrapan mi cuerpo, y lo dejan inmóvil.

Me abren la boca.

Me golpean en la quemadura de cigarro de ayer... Hunden el dedo en la herida de navaja de hace dos días... Chul se ríe cuando maltratan la herida recién abierta hace unos minutos.

Dos letras: CM.

Y esta vez mi grito sí sale con sonido de mi boca. Estoy seguro que sonó por toda la Universidad... Pero, fuera de ellos, no hay nadie que me escuche... Así que ¿realmente he gritado?...

Chul sonríe. Sonríe con todos los dientes, sonríe tanto que seguro le duelen las mejillas...

Sonríe, mientras besa la comisura de mis labios...

-te ves más lindo sangrando - murmura en mi oído, soltando luego una carcajada que me aturde.

Trato de liberarme, juro que sí.

Intento huir, quiero escapar... Pero soy débil. Soy más débil que todos ellos... Y me someten con facilidad.

El frasco que las manos de Moo sostienen mientras tiembla de excitación es abierto.