Miro con impaciencia la puerta. Toda esta semana Tae no se ha presentado a mi casa y estoy empezando a preocuparme. Incluso he hecho una mini rutina: me despierto, desayuno (cuando puedo), me lavo los dientes, me baño, me cambio, miro la puerta mientras hago algunas tareas, durante la comida y antes de ir a la cama, me lavo los dientes, me pongo la pijama y me voy a dormir con la preocupación de no haber vuelto a ver a Kim. Ni siquiera está en su casa. No hay ni el menor rastro de él.
Por enésima vez en estos ocho infernales días voy al hogar del castaño. Casi se me sale el corazón del pecho cuando veo la puerta abierta, pero de inmediato toda emoción por el regreso de mi amigo se vuelve nula al verlo: tiene el rostro un poco hinchado, los labios casi destrozados y sus ojos rojos. No logro entender la situación hasta que noto su traje negro. Decido acercarme un poco, con las manos extrañamente inquietas y sudadas.
-¿Tae? - lo llamo en un susurro cuando sus padres se meten a la casa.
Salgo de mi improvisado refugio, siendo tacleado por un fuerte y apretado abrazo un segundo después. Hunde su cara en mi cuello mientras solloza. Mi corazón se rompe; jamás había visto a Taehyung tan indefenso y débil. Incluso le devuelvo el gesto con cuidado, temeroso de romperlo. No pregunto ni reclamo nada.
-mi abuela era un ángel - sentencia Kim luego de casi una hora entre sollozos -. Pasado mañana era su cumpleaños, ¿sabías? Yo le tenía el regalo perfecto... Ahora ya no sirve de nada.
Su labio comienza a temblar con fuerza, pero todas las lágrimas están retenidas en sus ojos. Quiere fingir que está bien y que no le afecta esto; no obstante, lo conozco, incluso más que él mismo. Engañarme no le va a servir para nada, somos uno. No lo dejaré caer.
-¿quieres un helado? Yo invito - le digo con una pequeña sonrisa. Él asiente, aún intentando ocultar sus lágrimas.
Luego de que Tae le pidiera permiso a sus padres y les jurase que llegaría a más tardar a las once, por fin salimos en busca de su helado. En todo el trayecto se la pasa callado e hipando por el llanto. Cree que no lo escucho y prefiero no sacarlo de su error. Si ocultarme su dolor lo hace sentir mejor, bien, que así sea. Voy a esperar a que me deje consolarlo. Sé que será difícil; es la persona más orgullosa que conozco. No se deja ayudar por nadie, no le gusta que lo vean débil, y, por mucho que diga lo contrario, no te da la otra mejilla cuando lo golpeas. Sí, en definitiva será muy difícil que busque mis brazos como refugio y consuelo.
Él elige un helado de fresa, yo le soy fiel a mi chocolate con menta. A veces le doy una probada del mío y él del suyo. Sigue sin decir nada por poco más de media hora. No nos movemos de la azotea en la que estamos cuando terminamos nuestros helados.
-no hay luna - susurra cuando empieza a anochecer.
-no, pero sí estrellas. Siempre he dicho que son mucho mejores que la luna.
Sonríe poquito. Bien, vamos por buen camino.
-¿crees que algún día el ser humano pueda capturar una estrella?
-por supuesto que sí, yo te traería la galaxia entera si me lo pidieras.
Esta vez logro sacarle una risa y un sonrojo. Él se acerca a mí y me abraza por la cintura, acomodando su cabeza en mi hombro. Yo lo rodeo con un brazo, queriendo sentirlo más cerca, captar su calor, ahogarme en su aroma... Y me gustaría que él hiciera lo mismo. Yo lo considero un hogar, un refugio. Quisiera que él pensara igual de mí. No soy sólo un ladrón profesional de trece años, lo juro. Puedo escuchar, ayudar si me lo pidiera...
-lamento que tengas que soportarme así, Nochu... Prometo que no volverá a pasar. Sé que te incomoda que las personas lloren... Dices que es un signo de debilidad... Te prometo que ya no seré débil...
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Matar O Morir
РазноеJeon Jungkook es un asesino a sueldo, a quien le han pagado mucho dinero por matar a un niño rico llamado Taehyung, sin embargo, al estar a nada de completar su tarea, dentro de su corazón de piedra algo se ve afectado y no puede jalar el gatillo. S...