Matar O Morir

CIV

—¡Jungkook, abre los ojos!

—¡Jungkook, no puedes hacer esto!

—¡Jungkook!

Dolor.

Eso es lo que siento.

No es algo físico a pesar de que la sangre corre por mis brazos de nuevo... Es algo peor. Me come por dentro. Me mata... Y es apenas una milésima parte de lo que merezco sufrir.

Siento las manos en mi cuerpo. Siento ese tacto desesperado en busca de ayudar...

De salvarme...

Pero estoy perdido. Definitivamente perdido.

No moriré... Desgraciadamente no lo haré. No corté demasiado profundo, y mi llanto atrajo a ese médico enano tonto y adorable...

Me regañará. Tal vez me golpeará. Cuando despierte y el riesgo de que mis heridas se abran desaparezca, estoy seguro que hará alguna de esas cosas, si no es que ambas.

Cómo quisiera gritarle... Cómo desearía que me dejaran morir.

No pude.

La conversación con Taehyung... Su mirada... Rompió todos mis escudos... Rompió mi corazón... Estaba asustado... Se veía tan vulnerable... Tan traicionado...

Rompí mi promesa. YoonGi de seguro explotará de ira cuando me vea... Y no puedo culparlo. Vea por donde vea... Tiene toda la razón al sentirse decepcionado y traicionado.

Quise matarme. Matarme y acabar finalmente con todo. Castigarme.

Al principio sólo deseaba hacerme daño, sufrir un poco de lo que Tae sufrió con ese cabrón.

Mis piernas sangraron tanto que empecé a cuestionarme muy seriamente de cuánto tiempo tardaría en desangrarme si cortaba un par de venas... Intenté averiguarlo... Pero me dio miedo... Otra vez... Me dolió tanto que no pude seguir cortando...

Y es por eso que sigo vivo...

Cobardía. A eso se resume todo.

Quería huir de nuevo. Escapar de todo esto... De mis pecados.

Del dolor que causé...

"Eres tan inútil que ni siquiera sabes morir". Esa frase se repite mil veces en mi cabeza.

Mi padre la dijo... Después de que tratara de suicidarme por primera vez a los nueve.

Conocí la muerte a temprana edad. No soy ajeno a ella. Es como la madre que me faltó... Pero sigue siendo Muerte, y me asusta.

Ese terror de no volver a abrir los ojos, esa angustia de que realmente sea el final...

Temí eso en mi infancia y lo sigo temiendo ahora.

Fuerte no es sinónimo de invencible. El miedo es sinónimo de muerte.

Temo al miedo... Y temo al monstruo que no tiene miedo de morir. Puede que sea algo ilógico... Pero es la verdad.

Tengo miedo... Y no me gusta.

Siento dolor, y no se detiene.

Quiero morir... Pero no puedo.

Es una sombra que consume mi mundo, que envenena mi alma... Y estoy tan acostumbrado a eso...

Maldad. También así se llama aquella oscuridad.

No estoy orgulloso. Definitivamente ya no. Aquello que me parecía tan maravilloso y divertido hace tanto, ahora atormenta mi mente.

Mis ojos pesan. Pesan tanto que de verdad no deseo abrirlos... Pero escucho tantas voces llamándome... Voces que me importan.