LXXXV

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-¿qué ganas con esto? - murmuro, sintiendo mi corazón arreglarse un poquito.

-nada. Sólo una sonrisa tuya.

Me duele, pero sé que esto que siento es bueno...

Ese peluche arregla mi corazón sin anestesia. Toma con dulzura y precisión mis fragmentos, y los junta sin delicadeza alguna... Pero me está sanando. Este dolor valdrá la pena. Lo sé.

-¿es nuevo? - pregunto con delicadeza, tomando ese hermoso juguete con gran cuidado, temeroso de...

¿Temeroso de qué? ¿Por qué tengo miedo? ¿Desde cuándo Jeon Jungkook comenzó a tener miedo?

-pues... Depende de cómo lo veas. Es nuevo porque lo acabo de comprar... Y es viejo porque estaba en una subasta de Internet. La fábrica quedó en bancarrota, y llevan años tratando de vender sus productos...

Acaricio maravillado el pelaje del oso, y lo aprieto contra mi pecho, mientras una sola palabra se repite en mi cabeza una, dos... Mil veces.

Una palabra que me hace ceder, que realmente termina todo...

Que me hace perdonarlo...

-gracias...

Su sonrisa es hermosa.

Tenía tiempo que no se la veía...

Pero no caeré de nuevo. Ya lo perdoné; sin embargo, no quiero caer ante sus lindos encantos.

No.

-tomaré tus regalos - murmuro, ignorando que su rostro brilla en alegría, y su sonrisa aparece luego de una batalla imposible por detenerla -. Lo haré; no obstante, te aviso de una vez que yo no te conseguí nada. Tampoco es como si tuviera la obligación.

No quita esa bella sonrisa. Le resta importancia a mi torpe intento de herirlo, y me entrega con gran fe el reloj.

Ese maldito reloj...

Ese hermoso reloj...

Ese reloj que pudo ahorrarme muchos problemas.

Es lindo, muy lindo...

Y es caro, carísimo...

-gracias - vuelvo a susurrar, adorando cómo ese elegante accesorio aprieta cómodamente mi muñeca, y amando cómo el peluche entre mis brazos atraen las ganas de dormir.

Dormir... Dormir sin deseos de no despertar. Simplemente descansar...

Por primera vez en meses el recuerdo de Hobi no me hace querer morir.

-llevaré a Hannie al parque. Prometo que volveremos en una hora. ¡Ese será mi regalo de navidad! La pobrecita no ha salido por un buen rato. Creo que le gustará ver otras caras que no sea la tuya.

-¿qué tiene de malo mi cara? ¡La tuya es mucho más horrible!

Se ríe.

Joder, tan bonito...

-¡mientes, Kook! ¡Tienes rostro de conejo!

-¡tienes cara de alien!

-tienes... Mierda... ¿Qué tienes de feo tú? A ver, quítate la ropa, así me doy una idea.

No puedo evitar sonrojarme y reír suavemente.

Pero la imagen de Gyeom corta toda vergüenza y diversión.

-ve con Hannie. En cualquier momento va a estallar porque no le hacen caso.

Él sonríe, me besa la mejilla y se va.

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora