LI

36 8 0
                                    

Me río un poco mientras lo vuelvo a besar, recibiendo un gruñido por respuesta. Toda la noche ha estado rogando por mimos y ahora que se los doy me gruñe. Este chico es incomprensible. En primer lugar, me quería echar de su cama, luego me pidió que me quedase; después me regañó porque no lo dejaba dormir, y ahora me zangolotea para que juguemos. ¡Oh!, y lo más irónico: dice serle firmemente fiel a Bogum y está pasando sus manos por mis caderas.

-detente antes de que te arrepientas.

-¿de qué? ¿De esto?

Que se coloque sobre mí y se mueva de esa manera tan provocadora es el más grande tormento. No puedo ayudarlo a continuar con ese suave vaivén o siquiera alentarlo a seguir. Prefiero hacerle el amor cuando esté soltero, gracias.

-Kim...

-bien, bien. ¿Te ayudo con tu problema?

Ofrecerse a bajar lo que me provocó, nada raro.

-no, Kim, sólo duérmete. Pareces un niño - refunfuño con una sonrisa torcida y bastante falsa.

-¿qué pasa, Kookie? Algo te molesta, lo sé. Recuerdo que antes no dudabas ni un segundo en acorralarme y besarme.

-antes, Kim, tú lo dijiste.

-dime qué te pasa... O te cortaré un dedo.

Río, negando con la cabeza.

-¿es en serio, Taehyung? Vaya, estoy muriendo de miedo.

-Jeon, te ordeno que me digas qué sucede.

Su voz tierna y suave se ve reemplazada con esa tan grave y demandante que amo, pero que en este momento sólo me da ganas de vomitar. ¿Cómo se atreve a mandarme? No soy su sirviente, mascota o puta. Ya no. Que se pudra.

-nada. Déjame dormir o me iré a mi habitación - digo ya molesto, jalando las cobijas para taparme hasta las orejas; aunque mi pequeña cueva es destruida cuando me arranca de encima las telas.

-dímelo. Sé que estoy en esos pensamientos. Anda, suéltalo. Dime que fui una mierda, que no merezco seguir vivo. ¡Ruego a Dios me castigue en esta y otra vida!... Ruego a Dios que por favor me digas...

Suspiro. Ha ganado de nuevo su bella y rara forma de ser.

-se acerca. Aunque por seis años he logrado no pensar en ello, estar contigo lo hace todo un infierno. Sé que lo debo dejar atrás, porque te tengo junto a mí, y estamos... Bien, creo que estamos muy bien... Pero cada vez que te beso, que te miro, que me tocas y te correspondo... Siempre me pregunto si llevas una daga entre manos. No deseo que me sigas lastimando, Kim. No estoy dispuesto a sufrir por ti de nuevo. Te mataré antes de que eso pase, o me suicidaré si eso impide que vuelva a caer a tus brazos, porque ellos han dejado de ser mi hogar. Y te juro por mis estrellas que si me vuelves a romper el corazón, o siquiera le haces una grieta, te mataré. Te mataré porque si no lo hago, me será fácil tenderme de tapete a tus pies y ya estoy harto de humillarme. Y no digo que te quiero, porque si lo digo en voz alta se hará realidad. No, Kim, no te quiero ni te odio... ¡Bien, mierda, no me mires así, te quiero! ¡Lo dije, ¿estás feliz?! ¡Te quiero tanto que estoy dispuesto a aventarme de nuevo al abismo, porque sigo confiando que me darás alas! ¡Es estúpido, lo sé! ¡Sé que le tiendes la mano a otro, que mi vuelo se ha cancelado para dárselo a él! ¡Lo sé, Taehyung, así que cállate! ¡Me irrita tu voz cuando hablas de él, cuando le dices tan cariñoso "Gummie"! ¡Sí, estoy celoso carajo, no digas nada!

-Jungkook, ni siquiera he abierto la boca...

-¡mejor! No quiero escucharte, ¿ok? Ok. Ahora, espero que esto quede entre nosotros porque si Park o Min se llegan a enterar que te quiero, te voy a dejar sin hijos, lo juro por...

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora