XXXVII

58 10 4
                                    

Todo cambió. Así, sin más. De la noche a la mañana. Fue tan rápido que me asusté. Aunque, ¿quién no lo haría? Kim está demasiado... Raro, por no decir otra cosa. Que si quiero esto, que si deseo lo otro, que me veo muy bien, oh, ¿la cama es incomoda? No hay problema, te compro dos colchones más; ¿que el perro de enfrente ladra mucho? Bueno, paguemos al dueño para que le cierre el hocico o algo; ¿la luz del sol te quema o lastima? Cerremos todas las ventanas, pongámonos diez litros de bloqueador solar y una sombrilla. Incluso Jimin teme toser porque Taehyung le da un codazo si lo hace demasiado fuerte, creyendo que me molesta.

Se está volviendo loco... O yo estoy poniéndome histérico... Aunque tal vez sean ambas cosas.

-mierda, Kim, ¡estoy bien! Joder, qué insoportable eres - bufo mientras hago a un lado todos los cobertores que me ha traído porque comenté que hacía un poco de frío.

-¿quieres chocolate caliente? Puedo decirle a YoonGi que prepare. Sí, le diré a Minnie que le ayude, quizá sea mejor. Traje también malvaviscos, algodón de azúcar y chocolate... Tal vez eso sobra, porque sería chocolate caliente con chocolate en tabla. Creo que igual compré del blanco... No me gusta mucho el blanco, ¿a ti sí? Ah, lo olvidé, te gusta más el chocomenta. ¿Debería comprar helado de ese sabor? Sí, le pediré a Jin que traiga un bote completo. ¡Y de fresa! Amo el helado de fresa. El de vainilla me da cosa, no sé porqué. Tiene un color tan... Ugh, no. De cereza mejor. ¿Tú quieres de cereza? Puedo...

-¡ay, por tu Dios, ya cállate! Ya, Taehyung, ya entendí. Rayos, ¿es necesario hablar tanto? Me va a doler la cabeza si una palabra más sale de tu boca.

-¿quieres pastillas? Hay un paquete completo en el baño... Aunque eso ya tiene mucho tiempo ahí... ¿La medicina tiene fecha de caducidad? Creo que sí, iré a la tienda por...

¿Ven a lo que me refiero? Se volvió loco.

-¡ya Kim! Ya, sólo... No hables. Diablos, estás tan... Extraño, ¿qué te sucede? ¿Consumiste algo? - le cuestiono, acercándome a él y revisando sus ojos. Para mí, está bien. No hay ningún rastro de consumo de drogas, y habla perfectamente -. ¿Qué mierda te metiste? No veo nada... Y vaya si sé cómo se ven quienes consumen drogas, Gyeom era un jodido adicto. Si a él le detecté esa asquerosidad, ¿cómo chingados a ti no? Te ves sano, te ves...

Mis ojos chocan con los suyos, deteniendo cualquier movimiento y dejándome hipnotizado.

Bonito...

Me separo de él, rompiendo el contacto. Mis manos se quejan de la distancia que provoco entre nosotros, manifestando su desacuerdo en molestos temblores. Ante esto, de nuevo Tae empieza a hablar y me acobija con las veinte asfixiantes mantas que trajo anteriormente. No me muevo, mirando cada cosa que hace con atención y cuidado. Él lo nota y me sonríe poquito, lentificando de a poco sus movimientos y bajando la voz hasta sólo quedar en un cómodo silencio y sus manos cerca de mi rostro.

-¿por qué?

¿Por qué me haces difícil el odiarte? ¿Por qué eres tan hermoso, tan delicado, tan perfecto? ¿Por qué me sigues gustando tanto? ¿Por qué me ayudas? No, no... ¿Por qué me abandonaste?

-quiero que me perdones de verdad. Anhelo poder pasar las cosas como antes de todo esto. Deseo que seamos de nuevo tú y yo. Felices, como antes... Yo... Te quiero...

Ni siquiera me di cuenta cuándo nos acercamos hasta estar a un respiro de distancia. De un momento a otro ya estaba pasando mis dedos por sus mejillas con una barba rogando por salir. Sus bonitos ojos color canela se cierran ante mi tacto, y podría jurar que lo escuché ronronear. Su cabello, del color del trigo, cae por su frente de manera juguetona y desordenada; sin embargo, le da ese toque perfecto. El toque a Kim Taehyung que tanto he necesitado ver estos ocho años. Tan tranquilo, tan cariñoso, tan... Cercano. Sólo debo moverme un centímetro para sentir de nuevo esa gloria, las mariposas en el estómago que creí muertas, mas en realidad estaban dormidas... Únicamente debo cerrar los ojos y dejarme llevar, olvidar, perdonar... Dejar que esto sea mágico y eterno...

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora