Kim se pone nervioso cuando despierto y poso mi mirada sobre él. Empieza a jugar con sus manos y a frotar su muñeca con frenesí, como si quisiera arrancar el tatuaje que ahí tiene. Yo también quiero hacerlo. Deseo desprenderme de él y lo que representa: una bonita mentira.
-eres libre de borrártelo, ¿lo sabías? Esa promesa la hicimos hace diez u once años, Kim. Ahora tienes veintiséis. Tan sólo... Olvídate de ello, ¿quieres? Es lo mejor.
Mi voz suena diferente. Distante. No transmite la burla de siempre, más bien es contenedora de un ruego: deja todo atrás. Y de verdad que me encantaría poder hacerlo. Ah, ¿desde cuando soy tan dramático? ¿Tanto golpe terminó por afectarme de más la cabeza?
-no, no. Sólo... - suspira - mira, Jeon, sé que no nos hemos visto por más de seis años.
-siete y nueve meses, para ser exactos.
Pone los ojos en blanco y bufa, pero acepta mi corrección. ¿Qué? Si va a decir los hechos, que sea tal cual fue. ¿Seis años? No, fueron siete años, nueve meses y once días. Lo recuerdo muy bien. Nunca olvidaré ese jodido momento.
-ajá, como iba diciendo...
-había algo especial ese día, ¿lo recuerdas? Era muy importante para mí.
Sí, más que eso. No era cualquier día, era mi día. Además que me planeaba declarar, había una celebración. Fue un primero de septiembre. Todo sucedió aquella tarde del primero de septiembre, casi ocho años atrás. Me rompió el corazón en mi cumpleaños número dieciocho. Un precioso regalo, ¿no? Inolvidable. Oh, vaya que sí.
-ese no es el punto, yo...
-mi cumpleaños, Kim. Ese es el punto. Todo sucedió en el que debía ser el mejor día de mi vida. Después de un maldito mes encerrado en el hospital, regresé a casa. Recibí una paliza, sí. Eso sucedía a diario en toda mi asquerosa vida. Yo podía con eso. Estaba bien. Tenía a la Organización de mi lado. Mi maldito padre no podía matarme, Taehyung. Ah, pero no. El señor se quería hacer el héroe, ¿no? ¿Y acaso te funcionó?
-Jungkook, escucha, yo sólo...
-¡no! ¡Lo único que hiciste fue romperme! ¿Quieres que te oiga? ¡Adelante! ¿Qué dirás? ¿Qué más me puede dañar? ¡Anda!
-ni siquiera me dejas...
-¿no te dejo qué, Kim? ¿Mh? ¿Hablar? ¿Expresarte? ¿Acaso tú me dejaste explicarme, tenderte mi maldita mano? ¿Eh? ¡Tú no...!
-¡cállate de una jodida vez, Jungkook! ¡Sólo cállate!
Aparto la mirada y me acurruco más contra el calor de las sábanas. Bien, ya, me callé. ¿Ahora qué? ¿Se burlará de mi debilidad?, ¿o acaso dirá con mucho orgullo que está feliz de haber tomado la decisión de entregarme e irse? ¿Qué, qué? ¡Estoy escuchando, habla! ¡¿Qué más quieres de mí, Taehyung?! ¡¿Lágrimas?! ¡Bien, concedido! ¡Has logrado que te llore una vez más, ¿qué sigue?!
-hey, hey. Lo siento... No debí gritar, perdón... Yo...
Lo alejo de un empujón cuando me abraza y me acaricia el cabello. Estoy perdiendo la paciencia y, muy pronto, la cordura. O habla o juro que lo mato, juro por mis santas estrellas que esta vez sí lo mato.
-di lo que tengas que compartir y vete. No te soporto - susurro mientras limpio mis lágrimas.
Abre la boca para hablar, pero en el momento que las palabras van a salir de su boca, Jimin entra alterado y lo jala hacia un rincón.
-NamJoon está aquí - alcanzo a escuchar.
Antes de que me diga algo, lo callo con una mano, poniéndome de pie con trabajo y yendo al espejo de la última vez, haciéndome pequeño en el espacio que hay allí. Taehyung se queda sorprendido ante el escondite que seguramente ni él sabía que existía, pero de inmediato enfoca su mirada hacia mí con pena y lástima, cosa a la que yo respondo rompiendo el contacto con un bufido. ¿Qué le sucede? ¿Tengo algo en la cara o me mira tanto para soñarme? Mierda, quiero estar solo. ¿Por qué no se va? Se supone que su primo llegó. Tiene que sacarlo de aquí.
-largo. El detective Kim está afuera. Debes echarlo. ¿O acaso esa promesa que tanto me costó también la vas a romper? Fui un buen chico y te rogué. ¿Vas a destruirme de nuevo?
No me dice nada, tan sólo susurra que volverá pronto y se va, cerrando la puerta de mi agujero antes de hacerlo. Suspiro y dejo colgando la cabeza, agobiado. No sé qué me pasa. No soy así. Yo mando a la mierda, no me mandan. ¿Qué me importa lo que sucedió? ¿O lo que él hizo?
-¡detective, ya le dije que deje de venir a mi casa! ¡Le pido de la manera más atenta y pacífica que salga de aquí ahora! ¡Esto es ilegal! ¡No puede entrar ahí! - la puerta de la habitación en la que estoy es abierta de forma brusca.
-no, Taehyung. Esta vez tengo la orden. Puedo revisar cualquier habitación, quitar todo ladrillo y tablón de esta casa. No creas que soy ignorante en la relación que tuviste con él. Y sé que Jeon Jungkook está vivo. Estoy seguro. Y juro por mi hermana que lo voy a encontrar. Lo juro por Dios.
-no haga promesas que no pueda cumplir, detective. Jeon y yo rompimos contacto hace años. Si no fuera por las primeras veinticuatro veces que me visitó, ni siquiera me hubiera enterado de su muerte o existencia siquiera. Además, en lo que conocí de su persona, era un idiota total. Dudo que haya sobrevivido a la explosión.
NamJoon frunce el ceño un poco.
-yo jamás dije que murió en una explosión, primo.
El rostro de Taehyung se pone muy pálido; sin embargo, mantiene la postura seria y firme.
-lo vi en las noticias. Una gran explosión acabó con él. Es imposible que haya sobrevivido a eso.
-dijiste que no sabías de su muerte o existencia antes de mí. En las noticias no dijeron su nombre. Sólo que había varios cuerpos.
Esta vez no puede evitar ponerse nervioso. Sus dedos comienzan a temblar poquito, de manera tan rápida que es imperceptible para quien no lo conozca de toda la vida. Por desgracia, yo formo parte de esa categoría y NamJoon también, aunque, gracias al cielo, éste no se da cuenta de las manos inquietas del peliazul. Está más ocupado mirándolo a los ojos y tratando de ver la gran mentira.
-mire, detective, sé que es su trabajo, mas le pido que se retire de mi casa ahora.
-Taehyung, sabes que yo...
-¡al diablo! Mira, Kim NamJoon, he tratado de reconstruir mi vida dejando de lado a Jeon Jungkook. No sabes todo de nosotros, eso te lo aseguro. Así que quiero que te vayas de mi jodida casa. No estoy dispuesto a seguir tolerando todo esto. Jungkook no está aquí. Así que toma tu maldita orden de revisión y lárgate. Es mi casa, son mis reglas. Aquí no tienes autoridad.
El detective se queda paralizado unos momentos, al igual que yo. Vaya, no me esperaba eso. Ni un poco. Creí que sería más sutil en echarlo de su casa, aunque esto también funciona muy bien. NamJoon ya dejó caer los hombros, como cada vez que se da por vencido. Uy, amo esa cara que pone cuando las cosas no le salen bien. Cada que logro escaparme, frunce el ceño y los labios. El muy idiota no sabe que lo vigilo cerca y me burlo de él.
-bien, bien... ¿Te importa si me quedo a dormir aquí? No he descansado en semanas...
Taehyung se pone de nuevo blanco y mira al suelo, tratando de no voltear hacia donde estoy. Esta es una muy buena estrategia. Si Tae se niega, será más sospechoso; si no lo hace, quizá me descubra. Ya sabe que hay un lugar hueco. No falta nada para que descubra que el espejo no es lo que aparenta.
-claro, ¿te llevo al cuarto de invitados?
-¿no es este el cuarto de invitados?
-cierto. Descansa, NamJoon.
Trato de no soltar una risa. Kim se ve tan adorable nervioso. Sus manitas no se mantienen quietas ni siquiera cuando toma la perilla y sale del cuarto, dejándome solo con Mr. Cerebro. Ah, mierda, estoy en problemas. Debo encontrar una salida sin que ese chico afuera se entere.
Pasadizo.
Me digo afortunado en todos los idiomas que conozco. Esta casa tiene atajos que conectan las alcobas. Sólo debo hallar la correcta.
Adiós, Kim NamJoon.
Me doy la vuelta, consciente que el túnel que busco está cerca, pero la voz del detective me detiene y lo que dice me hiela la sangre.
-sé que sigues vivo, Jungkook. Vas a querer jugar pronto. Y esta vez tengo mis cartas bien elegidas. Buena suerte, Jeon. La vas a necesitar.
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Matar O Morir
عشوائيJeon Jungkook es un asesino a sueldo, a quien le han pagado mucho dinero por matar a un niño rico llamado Taehyung, sin embargo, al estar a nada de completar su tarea, dentro de su corazón de piedra algo se ve afectado y no puede jalar el gatillo. S...