El cómo llegamos a este punto sería algo difícil de explicar debido a la gran cantidad de alcohol consumida.
Las lágrimas desaparecieron de sus ojos en un instante, eso lo recuerdo muy bien. También recuerdo a la perfección que estaba desesperado al besarme. Se sentía diferente entre trago y trago de la embriagadora bebida.
Como sea. Diez minutos después de juegos, ahí estaba yo, tendido en la cama, con el trasero siendo jodido por fuertes y salvajes embestidas, pidiendo entre jadeos por más.
Era el jodido paraíso. Sentir su piel, sentirlo a él... Joder, me volvía loco. Después de tanto tiempo, por fin, por fin lo tenía conmigo. En mí.
Romperme no importaba en el momento. Yugyeom pudo haberme partido en dos y yo hubiera seguido gritando su nombre con total adoración.
O eso creí hasta llegar al tan anhelado clímax. Todo se jodió ahí...
-¡mierda! ¡Taehyung!
Gyeom pareció no percatarse de mis palabras, porque dos segundos después se dejó llevar en mi interior y se quedó dormido, abrazando mi cintura con cariño.
De eso ya tres horas, y yo no he podido dormir por lo sucedido. Además, Gyeom tiene la mala costumbre de no salir de mí, así que la posición incómoda tampoco me ayuda a conciliar el sueño.
No es queja, porque amo sentirlo conmigo... Pero, joder, ¿ahora? ¿En serio?
Creo que incluso ya estoy sobrio... Y ese es el peor estado en el que me puedo encontrar. Sobriedad significa realidad. La realidad implica problemas. Y los problemas incluyen mi liberación gimiendo el nombre de Kim Taehyung.
No, no sólo eso. Ya no. Ahora también a ese vergonzoso momento se le suman recuerdos.
Nuestros recuerdos.
Sus manos siempre viajaban con delicadeza por todo mi cuerpo, y sus labios nunca se despegaban de los míos. Sus movimientos eran suaves, pero firmes y enloquecedores. Oh, y su jodida voz... Siempre susurrando mi nombre, rogándome que jamás le abandonara, gruñendo de placer, y jurándome protección y afecto sincero. Amistad.
Kim Taehyung.
Ese era mi Kim Taehyung.
Mío.
Mi amigo.
Al único al que le permití tocarme después de aceptar esas cinco endemoniadas noches que me hicieron conocer cada parte de los mayores líderes de la Organización, y Yugyeom.
Al único que le permití verme llorar y consolarme.
Kim Taehyung, ese chico que arreglaba todo con un beso y un helado.
El chico del que me enamoré.
El chico que me rompió el corazón.
El hombre que me mira desde la puerta de mi habitación en este mismo instante.
-¿fue divertido?
No le respondo. Estoy casi seguro que estoy soñando.
-¿él lo hace mejor que yo?
Asiento con lentitud, cubriendo el cuerpo de Yugyeom hasta las orejas en un vergonzoso intento de que Kim no le mire más de lo debido. Separarme de él llega a ser incluso un poco doloroso.
-¿te jodió lo suficiente el trasero?
-¿qué haces aquí?
Me sonríe con los labios apretados.
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Matar O Morir
AcakJeon Jungkook es un asesino a sueldo, a quien le han pagado mucho dinero por matar a un niño rico llamado Taehyung, sin embargo, al estar a nada de completar su tarea, dentro de su corazón de piedra algo se ve afectado y no puede jalar el gatillo. S...