XXVII

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Apenas Jimin ve a Tae, se le abalanza y lo tira, regañándolo como si fuera su madre y amenazándolo con golpearlo si lo vuelve a dejar tan drásticamente. Ese chico no tiene ni idea. A mí me abandonó casi ocho años y no me quejo. Claro, quiero cortarle el cuello cuando me acuerdo, pero no me pongo a gritar como loco como Park. Me ponía a llorar, no a gritar. Que quede claro. Información que nadie pidió, mas es necesaria.

-si quieren pueden besarse. Digo, ya es lo único que les falta. Y los vecinos no saldrán con palas y pistolas en cualquier momento. Sólo comento.

Ambos ponen los ojos en blanco, aunque sí noto el rostro del rubio palidecer. Ay, con el gallina que se vino a meter mi Kim. ¿No pudo elegir a un hombre guapo, valiente, alto, inteligente, con cara y cuerpo de dios griego, penetrantes ojos (y otra cosa), de gran fuerza y sonrisa de comercial de pasta de dientes? ¡Oh! Qué despistado soy. Me describí a mí mismo. Bueno, por algo ha de ser, ¿no? Por alguna razón el mundo me hizo perfecto.

-si quieres puedes casarte con tu reflejo, no hay problema. Eres tan narcisista que te creo capaz de eso y más.

Bufo, subiendo al auto con dificultad.

-si con ese "y más" te refieres a coger con el espejo, ten por seguro que incluso ese objeto inanimado me haría gritar más fuerte de lo que tú lo hacías.

Taehyung suelta una carcajada y se cae de espaldas en el asiento, dando patadas de la risa y agarrando su estómago como si hubiera dicho el mejor chiste de la historia. Ah, si supiera que no miento... A comparación de muchos, Kim era un estúpido completo en el arte del sexo. Joder, cuando Yugyeom tenía estrés, yo le...

-muy gracioso, Jeon. Te aplaudo el chiste. Lástima que nunca vas a volver a gritar mi nombre como la vez que te partí en dos.

-ay, no. ¿Qué voy a hacer ahora?

-ahora no, Jeon. En un futuro no muy lejano. Te lo aseguro.

-¡qué tal! ¡Ya llegamos! El regreso fue más rápido, ¿no lo creen? - grita Jimin, interrumpiendo la batalla de miradas entre Taehyung y yo.

Suspiro y choco mi hombro con fuerza contra el de Kim al bajar, aunque segundos después grito en mi interior porque lo hice con el brazo herido y siento que me voy a morir si no me inyecto anestesia o algo similar. El caso es que se lo debo pedir a Park, y la verdad prefiero morirme del dolor a dejarlo insertar una aguja en mí. No, no, no. A mí lo de la yumbina no me lo vuelve a hacer. Nunca más.

-hey, ¿a dónde crees que vas? No, no, no. Te toca bañarte, Jungkook. Y no puedes hacerlo solo.

Mi sonrojo es más que visible, haciendo que el peliazul suelte una risotada.

-sí, Kookie no puede bañarse solo. El gran sicario necesitará ayuda.

Sus risas se ven abruptamente silenciadas cuando Park lo mira con desaprobación y furia. ¿Pues qué tanto miedo le tiene a este diminuto rubio? Ni que se lo fuera a comer. Y por supuesto que no me va a bañar.

-yo puedo hacerlo por mi cuenta. No necesito ayuda de nadie.

Antes de que alguno de los dos se ponga a gritar como loco, me meto en la habitación y luego al baño. Sí, admito que sería más sencillo con apoyo, pero soy lo suficientemente capaz de hacerlo por mi cuenta y ni Jimin ni Taehyung me dejarán en ridículo de nuevo. Es algo que se está haciendo muy frecuente y ya no pienso tolerarlo. Digo, ¿qué tan difícil puede ser mantenerme en pie debajo de la regadera?

Ja, ironías de la vida. Es casi imposible ducharme mientras lucho por no sucumbir ante el peso y medio morirme en una caída que he logrado salvar de milagro dos veces. Bueno, bueno. Nadie es perfecto. Debía de tener algún defecto, ¿no? Aunque es estúpido que la única cosa que no puedo hacer bien sea mantener el equilibrio bajo un chorro de agua que lastima hasta mis huesos.

Matar O MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora