Cuando Tae me ve de inmediato deja de sonreír. Todo lo contrario a él, yo sí lo hago, incluso mostrando mis dientes ante la magnitud del gesto. Se sienta a mi lado sin decir nada y fija su mirada en mi rostro. No vacilo al devolvérsela, con una amenaza presente en ella. Calla, también le imploro. Como siempre, no me responde, se limita a observar y analizar la seriedad de las heridas. Hay veces que me gustaría esconderme cuando me escruta como lo hace ahora. Siento como si viera a través de mí y no me gusta. No puedo darle un golpe en el hombro para que reaccione, incluso hasta respirar es una tortura.
-¿Dónde? - pregunta y desvía por fin la mirada.
-Estante a la izquierda. No creo que alcances, está hasta arriba.
Me muestra la lengua en un infantil acto y va a donde le indiqué. Como predije, no alcanza el maletín de primeros auxilios. Río por lo bajo, arrepintiéndome de inmediato ante el agudo dolor que invade mi cuerpo. Él al escucharme se queda un segundo paralizado para después irse al comedor. Niego con la cabeza divertido cuando lo veo regresar con una silla. Por supuesto, ahora sí puede tomar con facilidad el maletín. Al hacerlo vuelve a mi lado con rapidez y empieza a sacar las cosas para curarme. Mis mejillas adoptan un ligero color carmesí; que vean mi cuerpo es algo que simplemente detesto... mostrarme débil frente a alguien, incluso Tae, es una gran vergüenza para mí. Él hace una mueca al ver el corte sangrante en mi costado... Bueno, bueno, uno de tantos.
-Te dije que no lo hicieras, Jeon. Robar la billetera de tu padre fue una mala idea. Te lo advertí. Y ahora mírate. Estás hecho una mierda.
-Creí que no decías malas palabras - me río, pero inmediatamente ese sonido de burla se vuelve un ligero quejido cuando Tae posa una gasa en mis heridas.
-Es imposible hablarte de otra manera. Eres un idiota. Al menos agradece que no te mató. Faltó poco, mas sigues vivo. Ash, ¿qué haré contigo? Si tu padre no te asesina por robarle, lo haré yo por ignorarme. "Jungkook, es una mala idea", te dije. "Si quieres dinero yo tengo", te ofrecí. Ah, pero no. El jovencito quería a la fuerza robarle a su papá - refunfuña sin mirarme a los ojos -. ¿Y qué lograste, ¿mh? ¿Pudiste sacarle algo?
No contesto. Obviamente, en el estado que estoy, se nota que mi misión fue un fracaso. No por nada tengo el rostro y cuerpo hecho mierda. Al tratar de robar un poco del dinero de mi padre hice un mal movimiento y todo se fue al carajo. La billetera se cayó de mis manos y todo el dinero que había tomado se fue con ella. Sí, sí, él me lo advirtió y eso. No es que lo haya ignorado por un simple capricho de niño pequeño... Bueno, sí. Aunque lo hice por una buena causa. Quiero demostrarle al asqueroso de mi progenitor que, si no se cuida, yo puedo hacer lo que sea, sin importar las consecuencias.
-¿Me estás escuchando? - me reprende Tae casi gritando - ¡Si serás necio! ¡Es la última vez, lo juro por mis padres, la última! ¡La próxima te voy a matar yo Jeon! ¡Anda, sigue ignorando a tu mejor amigo, vas bien! ¡No puedo creer que...!
Cansado de sus regaños y con un gran dolor al moverme, junto nuestros labios y lo callo. Él abre los ojos, sorprendido y trata de alejarse, claramente molesto aún. No obstante, me junto más hacia él y paso mis brazos al rededor de sus caderas. Después de una breve lucha por fin cede y me devuelve el gesto, quitando mis manos con suavidad y colocando las suyas detrás de mi nuca para profundizar el contacto. Hay una pequeña pelea por el control del beso. Con una sonrisa me doy por vencido y se lo concedo. Él lo moldea a uno salvaje y dulce. El sabor a chocolate en sus labios es delicioso y me hace perder la cordura. Aún con un poco de sangre de por medio y mis jadeos casi imperceptibles de dolor nos las arreglamos para que él quede sobre mis caderas y sus brazos al rededor de mi cuello. Somos un par de chicos inexpertos en el tema del amor que juegan a ser profesionales.
Nos separamos luego de una infinidad maravillosa de segundos por falta de aire. Jamás creí odiar lo que me mantiene vivo.
-tramposo - susurra sobre mi boca y cierra los ojos, buscando escondite en mi pecho.
-gruñón - le respondo con voz ronca mientras deposito un beso en su cuello.
Nos pasamos unos quince minutos disfrutando del más mínimo contacto entre nosotros. Suelto un quejido cuando mi compañero empieza a jugar con mi oreja y morderla con suavidad mientras me hace recostar en el frío suelo, quedando burlón sobre mí. En un rápido movimiento cambio lugares, sintiendo arrepentimiento al llegar un dolor a mi espalda. Como un reflejo me acurruco sobre él, haciéndome un ovillo e inhalando su aroma. La anticuada colonia que utiliza se filtra en mi nariz hasta marearme. Tae me acaricia la espalda con cariño y delicadeza, procurando no tocar ninguna de mis heridas.
-te odio.
-no, me amas - le respondo juguetón.
-mh. Tienes razón. Pero aún así - dice frunciendo el ceño de nuevo y levantándose un poco -, cuando te recuperes te voy a dar tu merecido. No puedo creer que en serio me ignoraras, Jeon. Si sabes cómo va a terminar... No sé por qué te arriesgas.
-ya, ni fue tan grave. Solo fueron unos míseros millones de wones.
-¡¿cómo qué millones de wones?!
-Ya, no me regañes... - le pido haciendo un puchero. Sé que es su debilidad. Él cede ante mi encanto.
-bien, bien. Solamente prométeme que no te meterás en tantos problemas. ¿Qué te cuesta portarte bien?
-¿qué? ¿Como tú?
Él me sonríe travieso y jodidamente sexy, cambiando de lugares de nuevo y quedando sobre mí. Se muerde el labio para provocarme. Vaya si le está funcionando. Sin embargo, antes siquiera de que podamos empezar a hacer algo, él se levanta y me mira con burla. Yo frunzo el ceño. Por su culpa siento que la temperatura está demasiado alta.
-eres malo...
-no, yo sí me porto bien.
Antes de que pueda quejarme, regresa a su labor de vendarme. Se guarda todo regaño y me cura. Al acabar me da un golpe en el brazo, haciendo que me queje por el dolor ahí presente. No se disculpa y yo no lo contradigo.
-hablando en serio. Prométeme que evitarás problemas - me pide al levantarse e ir a dejar el maletín en un lugar más accesible a nuestra diminuta altura de jóvenes de 14 y 15 años.
Le sonrío con sorna.
-el día que me porte bien dejaré de ser Jeon Jungkook, ¿acaso quieres que pierda mi esencia?
Recibo el golpe de un periódico como respuesta.
-Jeon - volteo a verlo. Sus ojos muestran una pizca de travesura.
-¿mh?
-me debes la vida. De nuevo.
...
Y yo me pregunto, ¿por qué soy tan descuidada? No me di cuenta que no se subió el capítulo y me duele la cabeza porque es la una y no puedo dormir. Leeré un rato y ya.
¡Nos leemos pronto! ¡Prometo que sí será la próxima semana!
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Matar O Morir
RandomJeon Jungkook es un asesino a sueldo, a quien le han pagado mucho dinero por matar a un niño rico llamado Taehyung, sin embargo, al estar a nada de completar su tarea, dentro de su corazón de piedra algo se ve afectado y no puede jalar el gatillo. S...