Capítulo XCIX: Ángel

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- Iré a la empresa algunas horas, probablemente vuelva tarde. ¿Quieres que traiga algo para cenar? - preguntaba Hongjoong mientras guardaba lo que debía llevar.

- Ve tranquilo, nos vemos luego. Cuando vuelvas podemos pedir algo desde aquí. -

- Tengo algunas canciones casi terminadas, quiero que las escuches cuando vuelva. Quiero saber qué te parecen. Pero antes, quiero saber si pueden servir para un futuro álbum o solo las descarto. -

- De descartarlas nada, sé que estuviste trabajando mucho últimamente. No voy a dejar que te deshagas de todo, Kim. -

- Está bien. - aceptó, alargando la última palabra. - Entonces me voy. - besó mi mejilla y se despidió de su padre. Finalmente estaba cediendo, y el hombre estaba realmente alegre por ello.

Estuve frente a la computadora un largo rato, memorizando e intentando recordar cada palabra en japonés que estaba leyendo. Definitivamente, los idiomas no eran lo mío.
Tan solo unas horas después, sonó el timbre.

Me aproximé a la puerta, algo extrañado por la repentina visita.

- ¿Quién es? - no recordaba estar esperando a nadie, y por otro lado, Hongjoong siempre dice que no hay que abrir si no sabemos quién puede estar del otro lado.

- Seonghwa, ¡soy Woosung! -

Mierda, lo había olvidado.

- Hyung, lo siento. - me disculpé al abrir. - Sé que habíamos quedado para salir, pero pasaron algunas cosas aquí en casa y lo olvidé. -

- Está bien, no importa. Vine porque no contestabas y creí que podría haberles pasado algo. -

- Sí... Lo tengo en silencio la mayoría del tiempo. - tomé mi celular del bolsillo y se lo mostré. En la pantalla aparecían los mensajes preocupados de Woosung y alguna que otra llamada perdida.
- Vamos, pasa. -

A partir de aquél problema que se había formado en el pasado, Woosung comenzó a acercarse a nosotros. Empezó a trabajar en la empresa, pero nunca quiso ocupar el puesto que su padre quería que ocupe. En cambio, decidió ser productor; por lo tanto, Hongjoong y él terminaron por llevarse bien, después de todo.

Woosung no volvió a California. Sin embargo, su novio aún no había regresado. Las cosas estaban de maravilla entre ellos, llevaban mucho tiempo juntos, así que la separación no fue nada fácil.

Jaehyeong aún tenía su trabajo en California. Había solicitado terminar con su pasantía en Corea cuando Woo le dijo que quería quedarse aquí. Aunque Jaehyeong sabía que Woosung le diría que si quisiera quedarse lo haría, él no estaba dispuesto.

Mientras tanto, Woosung se la pasaba de aquí a allá, visitando a todos sus conocidos. Odiaba la soledad, y ahora que vivía solo y su novio se encontraba a miles de kilómetros, la soledad lo atormentaba.

- ¡A que no sabes! ¡Jae va a volver! - exclamó feliz, con una sonrisa, mientras daba pequeños saltitos, una vez que entró a la casa. - Ayer estuvimos hablando hasta tarde, y... -

- Eso explica la razón del por qué tu rostro está así. - lo señalé.

- Pff, calla. ¡Entonces me dijo que habían terminado con los papeles! - tomó mis brazos y empezó a sacudirlos, emitiendo su felicidad.

Era lindo poder verlo así.

Tuvo un tiempo en el cual había estado muy triste por la situación. Jaehyeong tenía mucho trabajo y casi no hablaban. Woosung aseguraba que sería el final de su relación, que ya no tendrían la casa de sus sueños, ni la boda de sus sueños...

Hongjoong le contó sobre lo que pasó la única vez que nos "separamos", lo cual ni siquiera fue una separación; tan solo un malentendido.

Woosung siguió su ejemplo y tomó el primer vuelo a California que consiguió.
Apareció en su departamento por la tarde, mientras Jaehyeong trabajaba. Sabía lo tarde que salía del trabajo, así que le preparó una romántica cena y se dispuso a esperarlo.
Al final, todo salió bien. Jae tampoco estaba bien con lo que están sucediendo, así que llegaron a la conclusión de que ambos vivirían aquí, en Seoul. Incluso si eso implicaba la renuncia del castaño.

- ¿Qué pasó con la pasantía? -

- Jae pensaba renunciar, pero los trámites terminaron y lo trasladaron a Corea, así que no fue necesario. Es lo mejor, sé lo mucho que le costó conseguir esa pasantía. - se desplomó sobre el sofá. - También me preocupé porque en realidad eras tú quien me había pedido que nos veamos, ¿sabes? -

- Sí... Quiero hablarte sobre el trato que hicimos hace dos años. Pasó suficiente tiempo, y creo que es hora de que dejemos de escondernos. -

- ¡Oh, lo había olvidado por completo! Si ambos están de acuerdo, saben que tienen todo nuestro apoyo, el míl sobre todo. -

- Lo sé, gracias Hyung. También hablamos con los chicos, nuestras familias lo saben... Vamos, todos se dieron cuenta. Creo que a veces somos demasiado obvios... - reí. - Pero no sabemos qué debemos hacer, quiero que nos ayudes con eso. -

- ¿Quieren ocuparse de eso ustedes o prefieren que la empresa lo haga? -

- Nosotros lo haremos. -

- Bien, en cuanto lo hagan, saldrá un comunicado de la empresa que lo terminará de oficializar. ¿Te parece bien? -

- Sí... -

- Ahh, crecen tan rápido. - Woosung suspiró con nostalgia.

- Pff, como si nos conociéramos de toda la vida... - sonrió.

- Oye, ¿qué es lo que tanto pasó que olvidaste que saldríamos hoy? -

- Es una larga historia, Hyung. Supongo que Hongjoong te habrá hablado de su familia, ¿verdad? -

- Uh, algo... ¿Le pasó algo con su familia? -

- Él está bien, pero su padre tuvo una operación urgente y se está quedando con nosotros. - Woosung casi escupe el agua que se encontraba tomando. - Dios, ¿por qué todos reaccionan igual? -

- Bien, mi querido Seonghwa, déjame contarte que, cuando tu novio me habló sobre su padre no se veía específicamente feliz. Por lo tanto... No sé, es extraño que ahora esté con ustedes puesto que no se llevan bien, ¿sabes? -

- Yeo dice lo mismo, y Joong se negaba a que se quede con nosotros. De todas formas, yo puedo ocuparme de ayudarlo en lo que necesite el tiempo que lo necesite. De todas formas, Hongjoong no suele estar en casa, no me viene mal un poco de compañía. -

- ¿No pensaste en adoptar un cachorro para ya no estar solo? -

- Estoy intentando convencer a Joong... Pero ese no es el tema. Lo que importa es que estoy seguro de que las cosas entre ellos van a mejorar y ambos van a estar muy felices cuando eso pase. - sonreí.

- Ay, Hwa, eres un ángel. - despeinó mi cabello y rió.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora