Capítulo XLVI: Emotiva noche

246 24 0
                                    

Luego de un largo día de nervios por que todo salga bien, llegó la hora de poner en marcha el plan.

En lo que Yeosang y Jongho salieron, los chicos comenzaron a decorar la sala y Yunho a intentar contactar con el abuelo de Jongho (quien por cierto, no era fácil de ubicar).

Cuando fuimos a traer la cena, nos encontramos con Yuta y Tae. Luego, al volver a casa, los demás comenzaron a llegar. Primero el manager junto a Eric, y después Youngjo con los chicos, Félix y Hyunjin.

Yunho no podía comunicarse con el señor Choi, y eso estaba comenzando a ponerlo nervioso. Eric, Hyunjin, Seoho y Leedo se quedaron con él, mientras hablaban para conocerse mejor. En cuanto a Seonghwa, fue hacia la cocina con Taeyong y Félix, que lo ayudaron con el pastel. Hwanwoong, Keonhee, Xion, Eric, Mingi, San y Woo corrían de un lado al otro para terminar con las guirnaldas. Yuta, Youngjo y yo nos quedamos apartados, hablando.

Cuando Yeosang llamó a Seonghwa diciendo que ya habían recorrido todo Seoul y que a Jongho estaba comenzando a parecerle todo muy extraño, todos entraron en crisis. Nadie había terminado con lo que le tocaba.

Por suerte, los chicos pudieron terminar algunos minutos antes de que Yeosang entre junto a Jongho. Al principio se mostró sorprendido, pero después comprendió todo.

Yunho me hizo una seña desde detrás de Jongho, mientras se acercaba a la puerta.

- Vamos, pasa. – dije acercándome a él, mientras le indicaba que termine de adentrarse en la sala. – Creo que la mejor parte de todas está a punto de llegar... - miré a Yunho, quien cerró la puerta luego de que nuestros invitados pasen. Jongho, confundido, preguntó que a qué me refería. Pero para ese momento, su hermanito ya estaba abrazado a su torso.

- ¡Feliz cumpleaños, Jongho Hyung! - gritó Minjae feliz. Jongho, un tanto aturdido, se volteó para ver a su hermanito, y al levantar la vista, sus ojos se cristalizaron.

- Hola, Jonggie. - dijo su abuelo para comenzar a caminar hacia sus nietos. Minjae se alejó de su hermano y Jongho se abalanzó sobre su abuelo, quien lo recibió feliz.

Comenzamos a mirarnos entre nosotros, y nos dimos cuenta de que Jongho necesitaba ver a alguien de su familia. No es una persona tan demostrativa, pero de verdad lo necesitaba. Cuando comenzó a practicar en la empresa, tenía menos de diecisiete años. Luego, lo unieron a nuestro grupo. Tal vez era demasiado chico para ya comenzar a trabajar...

Al venir, se quedó un tiempo aquí con un tío que vive en Seoul. Aún era muy chico y no podía quedarse solo en la ciudad. Después, la empresa rentó un apartamento para él y Wooyoung, que ya tenía dieciocho. Vivieron juntos hasta que nos mudamos. De hecho, vivieron juntos hasta el día de la mudanza, que Jongho se quedó a dormir en la casa de Yeosang, quien quería pasar su última noche en casa junto a su pequeño gatito, Eodum.

Cuando se saludaron (un emotivo reencuentro, que puso un poco sentimentales a algunos de los chicos), para levantar el ánimo, los más chicos decidieron preparar la mesa. Nos presentamos al señor Choi, un hombre muy amable, que parecía adorar a sus nietos.

- Gracias por cuidar a Jonggie. - nos dijo cuando nos sentamos, en lo que Jongho (que a pesar de cumplir años, se negaba a dejarnos ocuparnos de la cena), Minjae, Hyunjin y Eric traían la cena. - En casa se lo extraña mucho... - dijo mientras miraba a su nieto mejor ayudar a su hermano a traer los platos.

Jongho nació en Nowon-Gu, un distrito al noroeste de Seoul. Jongho llegó a KQ por una recomendación que le hizo su profesor de la secundaria. En un principio, pensaba en dedicarse al atletismo. Sin embargo, descubrió su pasión por cantar y se anotó en clases extraescolares de música que organizaba la misma secundaria. Cuando comenzó a buscar una empresa para entrar como trainee, KQ estaba haciendo audiciones. Y allí es cuando descubren a Jongho.

- Mi hijo y la madre de Jongho lamentan de verdad no poder venir. Quieren verlo desde hace mucho, pues Jongho no viajó a Nowon-Gu las últimas vacaciones. Quien más lo extraña en verdad es Minjae. -

- Su nieto es increíble. Apenas tiene dieciocho años, per-

- Se comporta como un adulto. - sonrió. - Siempre fue así. Desde pequeño dijo que comenzaría a trabajar desde joven para devolverle a sus padres todo lo que hicieron por él. Suele decir que intenta enorgullecernos de él, pero no sabe que ya estamos orgullosos. Es un niño excepcional. - en ese momento, Minjae dejó un plato frente a su abuelo.

- ¡Aquí tienes, abuelo! - dijo el pequeño de doce años para darse vuelta e ir a buscar más platos para llevar.

Yunho me miró y me dijo que el pequeño parecía tener un gran aprecio por su hermano.

Wooyoung le pidió a Jongho que, para cuando terminen de cenar, pudieran hacer karaoke. Le insistió lo suficiente hasta que aceptó y luego nos dispusimos a cenar. Se habían formado pequeños grupos de conversación: por un lado, Seonghwa, Yunho, el señor Nam, el señor Choi, Minjae (quien era igual a su hermano, demasiado maduro para su edad) y Yeosang hablaban amenamente. Después, estaban Mingi, San, Woo, Jongho, Keonhee y Xion. Y luego Eric, Hwanwoong, Seoho, Leedo, Félix y Hyunjin. Por último, Taeyong, Yuta, Youngjo y yo. Cuando me levanté a poner un poco de música, noté que éramos más de los que creíamos. Lo que menos esperaba era que seamos veintidós personas cenando en nuestra sala...

Al terminar, Jongho se levantó y encendió la televisión para comenzar a cantar junto a San. Un dúo perfecto. Los más grandes, los miraban orgullosos. Minjae los miraba con admiración. Y ellos se veían como si estuvieran disfrutándolo, algo que de verdad nos hizo felices.

El ambiente se tornó divertido. Los chicos comenzaron a cantar en grupos o de a dos. Félix, Hyunjin y Eric cantaron juntos. Jongho terminó por arrastrar a Yeosang para que cante con él, junto a Mingi. Seonghwa tampoco hubiese cantado si no fuera por la insistencia de los chicos. Y yo tampoco. Por eso, terminamos los dos cantando enfrente de veinte personas.

Bah, fue divertido.

Luego, alrededor de las once de la noche, luego de que cortamos el pastel,el señor Choi y Minjae se fueron. Se quedaban con unos amigos y no querían volver demasiado tarde.

Después, el señor Nam y Eric también se fueron. Al salir, Eric abrió la parte trasera del auto y sacó un cajón lleno de botellas, diciendo: "tomen, regalo de papá". Seonghwa, quien había salido junto a Mingi y yo a despedirlos, se asombró más que nunca al notar lo que era. Supongo que temió por nuestra vida...

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora