Capítulo IV: Confusión

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Ahm, bueno... Ese día... Fui muy cortante. Él comenzó a acercarse a los chicos, noté que se llevaban realmente bien. Pero en realidad yo intenté mantenerme lo más lejos posible. Sí, lo sé, fui un idiota.

Seonghwa nos dijo que nos llevaría a comer, ya que teníamos un rato libre antes de volver a la empresa.

Durante el almuerzo comencé a conocer a Seonghwa:

- Era mayor que yo por algunos meses.

- Tenía un hermano mayor.

- Tiene un amigo aquí en Seoul llamado Félix, él consiguió el contacto del dueño del departamento en el que estaba viviendo Seonghwa.

- Era muy amable, le gustaban mucho los animales.

- Era de esas personas que te compran con una sola mirada (la mirada más hermosa que ví en toda mi vida).

Y bueno, algunas cosas más que no son muy importantes. Lo que realmente era importante vino durante el camino a la empresa.
Yo caminaba por delante, mientras que los chicos iban con Seonghwa detrás. Venían contando anécdotas de cuando entraron en la empresa, hasta que Seonghwa los interrumpió y dijo:

- Aceptaré la propuesta. -

Esas simples palabras casi logran que mi corazón se escape de mi pecho. Sí, así de feliz estaba. Me odiaba por estar feliz, no tenía que estarlo, la idea era mantenerlo alejado. ¿Cómo lo haría si él entraba en la empresa y debutaba con nosotros? Lo vería todos los días, sería casi imposible alejarme de él. Pero yo era tan estúpido que incluso pensé en hacer lo imposible por alejarme. Por miedo.

San, Mingi y Yunho estaban muy felices. Seonghwa les gustaba. Se acercaron a abrazarlo, y... ¿A quién engaño? Yo también quería hacerlo. Creó que se sorprendió cuando lo abracé y le agradecí por quedarse con nosotros. Cuando nos separamos, los chicos habían comenzado a caminar y Seonghwa se había sonrojado. Era muy tierno. Él balbuceó que no era nada, pero intenté no demostrar lo mucho que me importaba y seguí de largo. Por lo poco que conocía a Seonghwa podría asegurar que se desconcertó mucho.

El resto del camino estuve pensando sobre Seonghwa y la presión de la empresa. Es decir, me preocupaba que la presión sobrepase a Seonghwa, que se estrese de más y termine perjudicándolo. Estaba muy preocupado, pues no quería que le suceda nada malo.

Por eso, al llegar a la empresa decidí hablar con Seonghwa. Quería que piense seriamente sobre esto antes de aceptar.

Cuando los chicos se fueron y yo me quedé a su lado me miró extrañado y me preguntó que si no iría con ellos. Le dije que sí, pero que primero quería decirle que piense bien en aceptar la propuesta. Desde mi lugar, era algo complicado continuar con la presión pre-debut.

Creo que Seonghwa no notó mi preocupación, y en cambio creyó que estaba intentando impedir que acepte. Supongo que creyó que me caía tan mal que quería alejarlo e impedir que firme el contrato.
No era así. Me preocupaba que no soporte la presión de la empresa. Seonghwa me contó que ya había decidido aceptar. Quizás en parte era bueno que piense que quería persuadirlo, quizás de esa forma él también querría mantenerse alejado de mí. ¿No es así? Aunque no me gustaba la idea de que Seonghwa piense mal de mí...

Él estaba seguro de aceptar. Así que no di más vueltas y fui con los chicos. Fueron menos de cuarenta  minutos en los que los chicos me interrogaron sobre lo que pensaba sobre Seonghwa, si quería que se quedara con nosotros, entre otras cosas. Yo me limité a quedarme en silencio. Mi mente estaba hecha un lío. Por un lado tenía mi extraña felicidad al saber que Seonghwa aceptaría, pero por otro lado tenía mi terror a lastimarlo. En mi cabeza, mi miedo a lastimarlo era más fuerte que mi deseo de tenerlo cerca.

En medio de ese interrogatorio oímos la puerta abrirse. Seonghwa había vuelto.

Tal como hicieron conmigo, los chicos comenzaron a preguntar a Seonghwa, pero esta vez sobre el manager. Le preguntaron sobre cómo había reaccionado, qué le había dicho, entre otras cosas. Ellos no dejaban de preguntar, por lo que les dije que lo dejen hablar.

Seonghwa los miró decepcionado. Lo que dijo nos hizo preocupar:

- Bueno, él estaba algo sorprendido... - bajó la mirada de repente. Eso hizo que comience a ponerme nervioso. Es decir, ¿qué si Seonghwa había sido maltratado por el manager? Este pensamiento logró que deje de prestar atención, por lo menos hasta que escuché a Yunho preocupado.

- ¿Hyung, tuviste problemas con él? - Yunho estaba realmente preocupado. Aunque lo acabase de conocer, ya se llevaban bien, y al parecer Yunho quería que él se quede con nosotros. Y no voy a negar que yo no quería lo mismo.. Ni yo me entendía. En parte quería alejarme de él, pero la idea de tenerlo cerca todos los días tampoco me disgustaba.

- Él me dijo que... ¡Mañana firmaríamos el contrato! - nos miró sonriendo. Aquí es cuando mi corazón comienza a acelerarse de solo pensar en estar con él, verlo todos los días...

- ¡Siiiii! - gritaron los chicos, interrumpiendo mis pensamientos.

- Genial. - dije sonriente en un tono bajo, creyendo que no lo escucharía. Supe que me equivoqué en el momento en el que me miró sonriendo.

Luego de que los chicos lo suelten Seonghwa nos pidió que comencemos a ensayar, así veía qué era lo que tenía que hacer. Los chicos lo hicieron bailar (o "soltarse", ya que según ellos Seonghwa estaba muy tenso), y ¿para qué negarlo? La verdad sí se defendía en cuanto al baile, a pesar de que él no había ido a alguna academia o algo así en toda su vida.

Al terminar la práctica, Seonghwa se despidió primero y comenzó a caminar en la misma dirección a donde teníamos que ir San y yo. Nosotros nos quedamos hablando un poco más con Yunho y Mingi, y luego comenzamos a caminar en la misma dirección por la que había ido Seonghwa. San aprovechó para preguntarme por él:

- Hyung, ¿tienes algún problema con Seonghwa Hyung? -

¿Cómo le explicaba que no era que tuviese un problema, sino que no quería encariñarme con él?

- Ahm, bueno, no tengo ningún problema con él, de hecho yo... -

Nos encontramos con Seonghwa, por lo que tuve que dejar de hablar.

Lo poco que caminamos juntos los tres fue bastante incómodo: pues San sabía que había algo que me frenaba para acercarme a Seonghwa, aunque no sabía qué era eso que me alejaba tanto de él.

Finalmente, San logró que el ambiente sea un poco menos tenso.

- Seonghwa Hyung, ¿tú no eres de Seoul, no? -

Su pregunta me había interesado. Había notado por su acento que Seonghwa no era de aquí, pero no iba a preguntarle. Miré expectante al otro chico.

- No, soy de Jinju. -

- ¿Decidiste venir hace mucho aquí a Seoul? -

- A decir verdad, acabo de mudarme. Audicioné una vez que vine algunos días aquí y en cuanto me llamaron decidí mudarme. ¿Recuerdas que te conté sobre un amigo de aquí de Seoul? ¿Félix? Bueno, él consiguió un conocido que rentaba un departamento, así que me mudé hace algunos días. -

- Genial, Hyung. -

Se había terminado el tema de conversación, pero justo en ese momento San tenía que ir en otra dirección para ir a su casa.

- Hyung, voy en aquella dirección a partir de aquí. Nos vemos mañana, ¿no? -

- Sí, San. Adiós. -

- Adiós, Seonghwa Hyung. Hongjoong Hyung, nos vemos mañana. -

- Sí, adiós. -

Ni siquiera entendía mis propios sentimientos. Era todo muy confuso. Y ahora tenía que seguir caminando con Seonghwa. Solos.

¿Había forma de que esto no sea incómodo? Es decir, no le diría que aunque lo acabase de conocer por sentía cosas que nunca antes había sentido. Que sentía cosas por él. ¿O sí? No, Kim Hongjoong, concéntrate. De todas formas, tampoco quería ponerlo incómodo o que piense mal sobre mí. Entre él pensando mal de mí y yo, más confundido que nunca no había forma de disfrutar lo que quedaba del camino. Esto sería muy incómodo.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora