Capítulo LVIII: Días libres

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- ¿Puedo hablar con usted? - dije entrando a la oficina del manager.

Habíamos estado hablando con los chicos, necesitábamos un descanso. Y creímos que no sería necesario hablar con el manager para pedirlo al terminar las promociones, pero al parecer si.

- ¡Claro, pasa! ¿Qué necesitas? - dijo levantando la mirada de unos papeles.

- Sabe, estuvimos hablando con los chicos, estamos cansados y queríamos saber si usted... Queríamos saber cuándo podríamos tener algunos días libres. Quiero decir, esta semana son las últimas presentaciones. Así que queríamos saber si podríamos tomarnos unos días al terminar. -

- Ah, lo olvidé. Sí, mi idea era hablarlo con ustedes estos días. Pero te me adelantaste. - sonrió. - El día de la última presentación se los confirmo, aún tengo que arreglar algunos temas sobre el descanso. -

- Genial, gracias. - me levanté, hice una reverencia y salí.

Afuera estaban Wooyoung y San, esperándome para saber qué había dicho el señor Nam.

- ¿Entonces si tendremos cuando terminen las promociones? - dijo Wooyoung para luego tomar de la botella que le tendió San.

- Sí, solo tenemos que esperar a la semana que viene y nos dará unos días. -

Los chicos celebraron y fueron corriendo a hablar con los demás, mientras yo los seguía por detrás.

Últimamente practicábamos menos, ya estábamos acostumbrados a presentar las canciones. Así que no había nada interesante durante el día, por lo menos hasta llegar a casa. O, en este caso, hasta que terminaron las promociones.

Todos nuestros días eran iguales. Nos levantábamos, desayunábamos, íbamos a la empresa, almorzábamos allí, volvíamos, a veces merendábamos, cenábamos, nos dábamos un baño y a dormir. Nada interesante.

El viernes de la última presentación, el manager nos reunió y nos anunció que nos daría dos semanas libres, así que cuando terminó el anuncio y los chicos salieron felices me quedé un momento con él para ver si podría ayudarme a terminar una letra con la que estaba batallando.

- Me gustaría que me dé su opinión sobre esto. - me miró interesado. Abrí el cuaderno en la página en la que estaba escribiendo y se lo dí, algo impaciente por saber lo que pensaba.

Él escribía canciones y componía melodías desde hacía más tiempo que yo, así que sabía que si estaba teniendo un bloqueo quizás él podría ayudarme.

- Está genial. ¿Tienes alguna melodía en mente? - me tendió el cuaderno.

- Sí, pero no está lista aún. Tengo que perfeccionarla y me falta terminarla. Aún así, llevo un tiempo bloqueado y no sé cómo continuar. - recordé las veces que terminé en medio de peleas con los chicos por el estrés del bloqueo. - Aunque puedo mostrarle lo que tengo, si quiere. - al ver como asentía, le dí mi celular con la pista junto a unos auriculares.

En cuanto terminó, dijo que le gustaba, cosa que me tranquilizó mucho. No me sentía seguro sobre lo que escribía y lo que componía, era como si la inspiración se hubiese esfumado.

Luego, le agradecí y salí de la oficina. En la puerta de la empresa me encontré con Wooyoung y Jongho, que me dijeron que los demás ya se habían encaminado a casa porque tenían que preparar lo que llevarían a casa.

Rápidamente, salimos nosotros también del edificio. Jongho decía que hablaría con su madre y volvería a Nowon-Gu. Todos los chicos harían lo mismo. Y yo también.

En cuanto llegamos a casa, San dijo que iría a la estación. Yunho y Woo lo acompañaron, mientras que los demás sólo verían la disponibilidad de los boletos por internet.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora