¿Por qué eres así?

Capítulo XXV: No todo es color de rosa

Desperté y Hongjoong ya no estaba. Unos momentos después, ví como entraba con dos yogures y un paquete de galletas para desayunar. En ese momento, fue como si volviera a la realidad. Estaba tan dormido que mi cabeza estaba en blanco, y aún no me había dado cuenta del por qué Hongjoong estaba trayendo el desayuno. Cuando lo recordé, en mi cabeza volvieron a aparecer los pensamientos sobre que le pase algo a Bogum.

Le agradecí a Hongjoong por lo que estaba haciendo por mí, realmente no tenía por qué hacerlo. Si sigue siendo así, no sé lo que haré si tengo que alejarme de él...

Cuando se dió cuenta de que mi miedo había vuelto, tomó y mano y una extraña tranquilidad pareció llegar. Él es la única persona que aunque no me conozca, me consoló en mis peores momentos. Pero no todo podía ser de color rosa, ¿no?

Desayunamos rápidamente y me alisté para salir, pues Hongjoong ya estaba listo. Bajamos y nos encontramos con los chicos desayunando.

- Iremos a hacer algunos trámites. Ya hablé con el manager, luego pasará la camioneta a buscarlos. No nos esperen, hoy no vamos a la empresa. – dijo Hongjoong mientras nos aproximábamos a la puerta.

- ¡Adiós! – exclamaron algunos de los chicos cuando salíamos.

Comenzamos a caminar y Hongjoong pareció darse cuenta de algo:

- Oye, me dí cuenta de que ni siquiera te pregunté a dónde vamos. – me dijo sonriente. Le dije que íbamos al Hospital de Eunpyeong, mientras comenzaba a entrarme un aire melancólico. Fue como si me desconectase por un momento, y cuando Hongjoong lo notó tomó mi mano. Por un momento, una inmensa felicidad se hizo presente en mí. Creí que todo esto era demasiado bueno, y vaya que no me equivocaba.

El hecho de caminar de la mano, sin importarnos la mirada de los demás, me hizo sentir como uno de esos típicos chicos de dramas que está saliendo con el chico más popular de la secundaria.

Llegamos al hospital. Era más grande de lo que había podido imaginar. Todo tenía una extraña claridad, se veía como un buen lugar. Pero eso no quitaba el hecho de que era un hospital.

La frase: "La calma antes de la tormenta" nunca me había identificado tanto como hoy.

Comenzamos a caminar hacia la recepción, donde una agradable chica nos dijo la habitación de Bogum. Sin embargo, la forma en la que actuó Hongjoong me pareció algo rara. Cuando la chica anotaba la habitación y el piso de Bogum, Hongjoong comenzó a apretar mi mano. Y ni hablar de cuando me dio el papel. Había anotado un número de teléfono. ¿El del hospital, quizás?

Finalmente, subimos y me encontré con mis padres sentados en unas sillas, al lado de la puerta de la habitación de Bogum.

- Seonggie, estás aquí. – dijo mi madre mientras se acercaba a abrazarme.

- Ma, hace mucho que no te veo. ¿Cómo estás? – técnicamente, era verdad. No la veo desde que volví a Seoul para grabar el MV de From, lo que sería igual a más de cuatro meses.

- Todo está bien, hijo. – dijo mi padre, también acercándose a nosotros.

- Oh, lo olvidé. Ven, Joongie. – dije volteándome hacia él mientras le hacía una seña para que se acerque a nosotros. – Él es Hongjoong, mi... - ¿qué se supone que tengo que contestar? "Es un chico que se supone que es mi amigo, pero me trae loco". No, aún mejor: "Es mi amigo, quien me besa y me toma de la mano, como todos los amigos". Bah, incluso nos habían visto subir de la mano, supongo que deben haberse dado cuenta de algo. No todos los amigos andan tomados de la mano por la vida, ¿verdad?

- Amigo. – completó Hongjoong. ¿Amigo? ¿Es en serio, Kim? ¿Lo que pasó entre nosotros... no significó nada para ti? ¿Solo eres mi amigo?

Hongjoong notó como mi cara comenzó a desfigurarse. Lo bien que me había tratado, ¿de verdad era porque quería ser mi amigo? Al parecer... Solo soy yo quien quiere algo más. Mi presentimiento terminó siendo una realidad: era todo demasiado bueno como para ser verdad. Lo mejor será que me olvide de todo, tanto de lo que pasó, de lo que pensé que podría pasar como de lo que siento por él (y lo que creí que él sentía por mí).