Capítulo LXIII: Tráelo a casa

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Silencio.

Un fondo negro, un camino iluminado.

Una voz que me habla mientras voy avanzando.

- No tengas miedo... Lo que sientes no está mal... -

Las últimas horas, había estado algo asustado por la reacción de mis padres al decirles que tenía... Novio, y no una novia como esperaban.

- ¿Entonces por qué nadie lo acepta? -

La sociedad coreana era muy cerrada, sobre todo para estos temas. Los chicos tienen que estar con las chicas, es lo que te enseñan desde pequeño. Pero yo había aprendido que no era así, no tenía que ser así.

- Tus padres lo aceptarán, así como tú aprenderás a no ocultarlo, a no temer la reacción de los demás. -

- Yo... Gracias, creo. -

- Siempre estaré contigo, Seonggie... - como si hubiese sido un relámpago, la imagen del abuelo Daehyun se iluminó entre la oscuridad.

Desperté algo exaltado. El autobús ya había llegado, así que tomé mis cosas y bajé rápidamente.

No logré encontrar a nadie, así que tomé el celular y noté que tenía tres mensajes nuevos de Yeosang:

Yeosang🦊: Hyuuuuung~

Yeosang🦊: A qué hora se supone que llegas?

Yeosang🦊: Avísame cuando estés allí

Y en ese preciso momento en el que terminaba de leer el tercer mensaje, entró otro.

Yeosang 🦊: Ya llegaste, verdad?

Contesté rápidamente y luego oí como me llamaban.

- ¡Seonghwa Hyung! - un pequeño abrazó mi cintura.

- ¡Winnie! ¿Qué haces aquí, pequeño? -

- La tía Jihyun me trajo. -

- ¿Pero dónde está? -

- Uhm, ella venía detrás de mí, pero entonces te ví y la perdí... -

- Entonces vamos por ella. - tomé la mano de Hyuck y comenzamos a caminar en dirección a la que había venido él.

- Hyung, ¡allí está! - señaló a una de las entradas de la estación.

Allí estaba mamá, pareció aliviada al ver que Hyuck estaba conmigo.

Mientras nos acercábamos a ella, comenzó a retar a mi primo.

- Bang Junhyuck, ¿qué te dije antes de venir? Que no te separaras de mí. -

- Lo siento, tía... Pero es que ví a Hyung y me emocioné tanto que lo olvidé. - hizo un pequeño puchero.

- Está bien, no te preocupes, pero recuérdalo la próxima vez, ¿si? - el pequeño asintió y mamá volteó a verme. - Ay, mi pequeño. ¿Cómo estás? Es como si no hubieses venido en diez años... -

- Ya basta, mamá. - sonreí y la abracé fuertemente.

Luego, de la mano del pequeño, salimos de la estación.

- Papá nos está esperando, pero no encontraba ningún lugar para aparcar, así que dijo que se fijaría si encontraba un lugar en alguna calle cercana. -

- Uhm, está bien, no te preocupes. ¿Tú cómo estás, Winnie? -

El pequeño alzó la mirada y sonrió.

- Aburrido porque no estabas, Seonghwa Hyung. - me hizo una seña para que me pusiera a su altura. - Los adultos son muy aburridos, Hyung. Qué bueno que volviste. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora