¿Por qué eres así?

Capítulo XIV: Hospital

Me desperté y Seonghwa aún no lo había hecho. Decidí levantarme y buscar algo para él, era temprano. Le escribí al manager diciendo que habíamos tenido un inconveniente y hoy no podríamos ir a la empresa. Por suerte, reaccionó mejor de lo que esperaba e incluso me preguntó si necesitábamos ayuda. Le dije que no pasaba nada y fui hasta la habitación de Yunho y Wooyoung. Yunho se levantaba temprano, así que le avisé que hoy no podríamos preparar el desayuno y que tampoco iríamos a la empresa. No preguntó demasiado, ya suponía que había algo que no andaba bien. Me dijo que no me preocupe, y que cuente con él. Le agradecí y fui de una vez por todas a buscar el desayuno. Tomé algunas galletas y dos yogures, haríamos como la última vez y desayunaríamos arriba. Luego, iríamos al hospital.

Subí y Seonghwa parecía acabar de despertarse. Sus ojos hinchados me recordaron lo mal que estaba anoche.

- Hey, Hwa, ¿desayunamos? – ví como tallaba sus ojos.

- Gracias. – dijo bajando la mirada. – No tienes porque hacer esto. –

Olvidé mi indecisión sobre si decirle lo que sentía o no y actué inconscientemente. Dejé lo que había traído en la mesita y me senté a su lado. Tomé su mano para luego verlo a los ojos:

- Mírame Hwa. Si hago esto es porque quiero estar para ti, ¿si? – los ojos de Seonghwa volvieron a cristalizarse.

- Hongjoong, tengo miedo. -

Lo abracé una vez más, verlo en ese estado me estaba matando.

- Hwa, no debes preocuparte. Tranquilo. Tus padres se preocuparán si te ves así, ¿no crees? –

- No puedo calmarme. Hay una voz en mi cabeza que me repite una y otra vez que todo esto es mi culpa. –

- No es así. Tú no tienes la culpa de nada. No podrías haber evitado que pase, ¿o si? – negó con la cabeza. – Bueno, entonces quédate tranquilo, desayuna y prepárate para ira ver a tu hermano. –

- Gracias. – susurró mientras me abrazaba. Cuando se alejó de mí, le dí el yogur y las galletas. Desayunamos mientras intentábamos hablar de otra cosa. Por suerte, al terminar Seonghwa parecía estar un poco mejor. Se cambió y me dijo que estaba listo para salir.

Cuando bajamos, los chicos estaban por desayunar. Les dije que debíamos ir a hacer algunas cosas sin dar muchas explicaciones. Yunho me dijo que él inventaría algo y no nos preocupemos. Salimos bajo la mirada expectante de los chicos. Me di cuenta de que no sabía cual era el hospital.

- Oh, es el hospital Eunpyeong. Podemos ir caminando, queda cerca. – al parecer, casi veinte calles eran cerca para Seonghwa. Bah, tomar un poco de aire tampoco le vendrá mal.

A medida que caminábamos, Seonghwa parecía pensativo. Su expresión fue cambiando, llegando a una triste sonrisa. Sin pensarlo, tomé su mano y pareció salir del trance.

- ¿Qué... qué haces? –

- Oh ¿no ves? Tomo tu mano. – le dije mientras le sonreía.

Bajó la mirada avergonzado y caminamos en silencio hasta el hospital. Entramos y nos anunciamos en la recepción.

- Hola, señorita. ¿Podría saber en qué habitación se encuentra Park Bogum? – le pregunté. Ella comenzó a anotar en un papel. Luego, lo dio vuelta y anotó otra cosa. ¿Un número de teléfono?

- Toma. – dijo con una leve sonrisa mientras le daba el papel a Seonghwa.

Seonghwa miró el papel. Había anotado el piso y la habitación de su hermano. Al darlo vuelta, se descubrió un número de teléfono. No pareció entender la intención con la que se la había dado la mujer, pero yo sí lo hice. Apreté su mano mientras le agradecía a la mujer y me volteaba para ir al elevador. Eché una última mirada a la mujer, la cual miraba boquiabierta nuestras manos juntas.

Subimos al segundo piso, y una mujer se levantó de una silla para comenzar a caminar hacia nosotros. Luego, comprendí que era la madre de Seonghwa. Él soltó mi mano para ir a abrazarla, mientras el hombre que estaba sentado a su lado también se acercaba a ellos. Me quedé en el lugar mientras se saludaban, hasta que Seonghwa me indicó que me acerqué.

- Él es Hongjoong, mi... - noté como no sabía qué responder.

- Amigo. – me apresuré a contestar. Pude notar la decepción en el rostro de Seonghwa. Su padre me extendió la mano mientras se presentaba.

- Park Dong-Yul. – él se parecía mucho a Seonghwa. Estreché su mano y su madre se presentó luego.

- Do Jihyun. –

- ¿Cómo está Bogum? – preguntó preocupado Seonghwa.

- Está bien, Seonggie, no fue nada grave. Entren a verlo en lo que nosotros vamos a comprar algo para comer, no hemos desayunado. – una sonrisa asomó en la preocupada expresión de Seonghwa.

- Vamos. – me dijo aproximándose a la puerta de la habitación.

Abrió la puerta y el chico, quien estaba sentado en la camilla, volteó hacia nosotros.

- ¡Hwa! – exclamó feliz.

- ¡Hyung! ¡Estás bien! –

- Claro, bobo. ¿Qué podría pasarme? –

- Ah, Hyung, me asustaste mucho. – dijo con la voz temblorosa. Su hermano le hizo una seña para que se acerque a él. Al llegar hasta él, se abrazaron fuertemente. Realmente se extrañaban.

- Oh, lo siento, ven Hongjoong. – me dijo en un tono frío. Parece que de verdad le había molestado lo que había dicho delante de sus padres. Su hermano notó la mirada fría de Seonghwa sobre mí, y al presentarse y estrechar mi mano, lo hizo con una fuerza casi inimaginable. Supongo que se dio cuenta de que su hermano estaba molesto conmigo.

- Park Bogum. - Me dijo extremadamente serio.

- Ahm, Kim Hongjoong. –

- ¿Eres ese Hongjoong? –

- Lo es. – dijo Seonghwa. – Mamá y Papá me dijeron que querían conocerte Kim, ¿por qué no bajas a la cafetería? – sacó algo de dinero del bolsillo de su campera. – Y tráeme algo para tomar, por favor. – nunca había visto a Seonghwa de esa forma. Se veía enfadado, incluso más de lo que podía imaginar. ¿Y saben qué es lo peor? Que tenía toda la razón del mundo en enfadarse. Me comporté todo el día como si saliéramos, pero preguntaron quien era y me pareció una buena idea decir que era su amigo. Qué idiota.

¿Enserio me quería dejar solo con sus padres? Al parecer sí. Salí de la habitación, dejándolos solos. Mientras bajaba a la cafetería, me puse a pensar: había lastimado a Seonghwa. Pero no estaba listo para decirle cuánto me gustaba aún. De todas formas, él parecía entre frustrado y enojado conmigo y mi actitud. No solo lo había besado, sino que le había dicho que me quedaría con él, lo había ilusionado. Lo tomé de la mano y a la hora de decir lo que éramos (o quería que seamos), dije que solo éramos "amigos", como si no hubiese sido importante lo que pasó. Bah, de todas formas ni siquiera sé si él lo recuerda. Quizás su aparente decepción fue producto de mi imaginación. No lo sé, pero en caso de que él lo recuerde, estaba seguro de que lo había destruido al decir que éramos solo amigos.