Capítulo LXV: Reencuentros y verdades

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- ¡Park Seonghwa! -

Oí como un chico gritaba mi nombre. El pequeño que caminaba a mi lado se volteó junto a mí para encontrar a aquella persona.

- ¡Mark Lee! - tal y como me había comentado mamá, él había vuelto. - ¡No esperaba volver a verte! - alcé a Junhyuck y comencé a caminar hacia él.

- Bah, no iban a librarse tan fácilmente de mí. ¿Cómo estás? -

- Ahora mismo, de vacaciones, pero con mucho trabajo en Seoul. ¿Qué hay de ti? ¿Volverás a Vancouver pronto? -

- De hecho, en una semana estaré regresando. No esperaba encontrarte. -

Junhyuck miraba a Mark intrigado. Lo presenté rápidamente, y luego Mark dijo que, para no perder el contacto, debería pasarle mi número de teléfono. Como estaba apurado, se lo dí y nos despedimos en un momento.

- Tengo frío, Hyung. - tomé la campera que llevaba en mi mano y tapé a mi primo con ella. Estábamos a algunas calles de casa, pero ya era de noche y mamá nos esperaba para cenar.

- ¿Cuándo te vas, Hyung? ¿Volverás a visitarnos? -

- ¿Quieres que venga a visitarte, pequeño? - asintió sonriente. - Entonces tal vez tenga que venir más seguido. -

- ¡Tía! ¿Qué vamos a cenar? - Hyuck se liberó de mis brazos y corrió a la cocina al entrar a casa.

Fui a hablar con los chicos, mi celular no había dejado de sonar indicando que llegaban nuevos mensajes.

Yunho y Mingi ya habían regresado a casa hacía un par de días, pero no dejaban de quejarse que desde que habían vuelto comían fideos instantáneos porque ninguno se atrevía a cocinar-

San volvería el mismo día que Hongjoong y yo, pero por la noche, así que los chicos esperaban aquel día sólo para cambiar de cena.

Mientras leía todos los mensajes de los chicos, mamá me llamó a cenar, por lo que dejé el teléfono a un lado y fui con ellos.

Papá tenía mucho trabajo últimamente, por lo que aquel miércoles se había quedado hasta tarde trabajando.

Junhyuck terminó de comer rápidamente, así que corrió al sofá para sentarse a ver sus caricaturas favoritas, ajeno a la conversación que mi madre y yo comenzamos.

- Bien, ¿cuándo piensas decirnos? -

Aquello me había tomado por sorpresa, mamá no andaba con rodeos.

- Uhm, ¿de qué hablas? -

- ¿Que de qué hablo? Me refiero al tema que dijiste que tenías que hablar conmigo y con tu padre. ¿No piensas contarnos? Papá logró salir antes de lo que esperaba, se supone que llega en unos minutos. -

Y como si lo hubiese llamado, papá entró a casa.

- Ahora te sirvo la sopa, cariño. Pero primero tenemos que hablar. -

Bien, si había algo que no me esperaba era eso.

- Uhm... - papá entendía tanto como yo.

- ¿Qué era lo que querías decirnos? - mamá estaba seria. Esto se estaba tornando extraño...

- Y-yo solo quería contarles que tengo novio... - fui bajando la voz.

- ¡Te dije que algo pasaba con el chico del hospital! - mamá gritó, se burló de papá y sonrió, victoriosa.

- Esperen, ¿qué? -

- Ay Hwa, sabía que ese chico y tú se gustaban. -

- ¿Cuánto tiempo llevan juntos? - papá, que se había mantenido callado, habló por primera vez luego de que se los cuente. No parecía tan sorprendido; de hecho, parecía esperarlo. Y eso me hizo sentir bien, aunque por alguna razón estaba casi seguro de que no les costaría aceptarlo.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora