Capítulo LXXVI: Lo siento

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Seonghwa estaba muy enfadado, era imposible calmarlo.

Luego de una breve charla con el señor Nam, regresamos a casa en un silencio demasiado extraño entre nosotros. Necesitábamos pensar, ¿qué haríamos?

Entre mis planes no estaba terminar mi relación con Seonghwa, por supuesto que no. Pero era verdad que, si se revelaba lo que estaba pasando, podría perjudicar a los chicos.

San me interrogó ni bien llegar a casa. Aunque me resistí un poco, terminé por contarle lo que había pasado. Por alguna razón, me dijo que se lo esperaba e intentó que deje de pensar en eso, aunque era un tanto más complicado de lo que creyó.

- Tú ya conoces al hermano de Seonghwa Hyung, ¿verdad? -

Claro que lo hacía. La vez que acompañé a Seonghwa a verlo, se enfadó porque creyó que lo que estaba pasando entre nosotros no significaba nada para mí... Y Bogum seguramente lo sabía...

Los nervios habían llegado, San se burló al notarlo.

- Vamos, no es como si fueras a pedirle su bendición a sus padres... Además, ¡ya lo conoces! - San comenzó a reír.

- Sí, San, pero la vez que lo conocí, Seonghwa estaba súper enfadado conmigo. Un malentendido, creyó que estaba jugando con él, o algo así. Y evidentemente, él sabe lo que pasó... No sé, es extraño, nunca había estado nervioso por algo así. Tampoco debería estarlo, pero no lo sé... -

- Depende, ¿es como los hermanos terroríficos que son capaces de matar por sus hermanos? -

- Hombre, tampoco hablamos mucho, pero por cómo habla Seonghwa de él, se llevan muy bien. -

- ¡Qué emocionante! Es como la aprobación familiar, si él te da el visto bueno tienes el camino libre. - solo San sabrá a qué se refería, pero no estaba para pensar en eso ahora.

Luego del almuerzo, estuvimos hablando sobre lo que haríamos. Aunque yo tenía más que claro que no estaríamos de acuerdo con hacer lo que ese idiota nos pedía, Seonghwa no parecía del todo seguro. Ese chico tiene más corazón que cabeza: con tal de no perjudicar a los chicos, es capaz de lo que sea.

Aún así, llegamos a una solución. Convencer al idiota de que no se sabría y tener más cuidado, por no decir escondernos.

Odiábamos esa idea. No estábamos haciendo nada malo, pero definitivamente la idea de separarnos era mil veces peor.

Luego de eso, dormí un rato y desperté con el rubio sacudiéndome levemente.

- Joong, es tarde, están por llegar. - tenía el cabello húmedo y la ropa que había elegido para usar aquella noche.

- Espera, ¿qué? - me levanté de un salto, mientras él reía.

- Estaba jugando, aún falta un rato, pero era para despertarte. - continuó riendo mientras yo golpeaba su brazo.

- Me asustaste, Park. -

- Ya, ya. Quiero que salgamos un rato, después de lo que pasó hoy creo que nos vendría bien tomar un poco de aire, ¿qué te parece? - la seriedad volvió a él, tomándome por sorpresa.

- Sí, perfecto. Ahora voy. - Seonghwa salió con una leve sonrisa de la habitación mientras yo me preparaba para salir.

Unos minutos después, Seonghwa y yo estábamos saliendo de casa. Por supuesto, esta vez con cubrebocas y alejados del otro, cosa que no nos gustaba mucho, era extraño entre nosotros.

- No tengo idea a dónde estamos yendo, solo creí que necesitábamos cambiar de aires... -

Caminar un poco por la ciudad fue la mejor opción. Por la fecha, había pocas personas en la calle, pero en cuanto llegamos a la plaza principal, nos encontramos con una gran multitud alrededor del árbol de Navidad.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora