Capítulo XLVIII: Riesgos

232 23 0
                                    

Cuando entramos a casa, descubrimos qué era lo que tenía a Seonghwa tan... ¿Temeroso?

Al igual que la última vez, el manager había traído alcohol. Pero los chicos habían aprendido la lección. Casi todos...

Comenzamos a tomar, y entre trago y trago perdí la cuenta de lo mucho que había tomado. Estos últimos días, me había estado sintiendo algo culpable de todo lo que había pasado. Me dí cuenta de que estaba haciendo una tontería, y estaba comenzando a arrepentirme. Una vez, Yuta me había dicho:

- Si de verdad quieres ser feliz tienes que arriesgarte. Ir por todo o nada. Y en un caso como el tuyo... - me miró. Yo no le había contado nada sobre todo lo que estaba pasando, pero era increíble lo perceptivo que era ese chico. - Creo que debes dejar todo atrás y decidirte por esa persona que quieres. ¿Vale la pena? ¿Serás feliz? Solo tú tienes la respuesta, y creo que lo sabes desde hace mucho tiempo. Creo que ese chico va en serio contigo. - lo miré. ¿De verdad lo sabía todo? - Taeyong me comentó algo... El caso es que, si de verdad te gusta, deberías pensar en darle una oportunidad. Y por lo que puedo ver, sí te gusta. ¿Por qué no lo intentas? -

- No es que no quiera intentarlo. Todo esto tiene una razón, que puede parecer una estupidez para otros, pero de verdad me marcó y no quiero que vuelva a pasar. -

- ¿Quieres contarme? -

- Está bien. Verás, desde pequeño comencé a llevarme con Ten, quien fue mi mejor amigo hasta la secundaria. Éramos como hermanos, inseparables. Pero de la nada, él comenzó a cambiar. Comenzó a preferir estar con otras personas antes que conmigo. ¿No fui suficiente? ¿Qué hice mal? Ese tipo de preguntas rondaron en mi cabeza por años. Poco a poco, muchas personas comenzaron a alejarse. Todos mis amigos de la secundaria se alejaron, junto a Ten. Hubo sólo una persona que no lo hizo. Hasta hoy, aún hay veces que pienso qué es lo que hice mal. Solo... Me da miedo que con él sea igual. Desde que Seonghwa llegó, todo comenzó a cambiar. No sé explicarlo, pero me da miedo que toda la felicidad que alguna vez tuve junto a él se desvanezca, al igual que mi relación con Ten. Lo sé, debe parecerte una gran estupidez, pero la verdad, realmente me marcó y no quiero que se repita. -

- No es ninguna estupidez. ¿Quieres a Seonghwa? ¿Te gusta Seonghwa? ¿De verdad quieres estar con él? Piénsalo. Si la respuesta es sí, definitivamente deberías arriesgarte. Él siempre demostró que le gustas, ¿por qué te dejaría, con lo que le está costando estar contigo? - sonrió. Y sí, tenía razón. Y yo apenas me estaba dando cuenta. - Y piensa esto: no tardes mucho si decides confesarle todo. Quizás, el día que te decides es demasiado tarde. -

Creí que tomar me ayudaría a descargar tensiones. Y bueno, puede que haya funcionado. Perdí el control sobre mis acciones, e hice cosas de las que, en otro momento de mi vida, me hubiese arrepentido. Pero este no sería el caso.

El alcohol me dió el valor que necesitaba para hacer algunas cosas. Cosas que por suerte recuerdo.

Recuerdo que los chicos decidieron dormir abajo, yo estaba casi dormido. Después, lo siguiente que recuerdo es a Seonghwa ayudándome a subir las escaleras. Cuando subimos, me acomodó la camisa del pijama. Le dije que me gustaba, y estuve a punto de soltar lo que venía guardando desde hace tiempo. Aquello que me frenaba para comenzar algo con él.

Y al fin, hice aquello que tanto contuve. Lo besé, y de verdad, fue lo mejor que me pasó en mucho tiempo. Luego de eso, solo tengo un par de recuerdos confusos. Recuerdo que Seonghwa me hablaba, parecía estar... ¿Enfadado? No recuerdo bien lo que decía, algo sobre que no me entendía. Y yo tampoco lo hacía.

Después, no recuerdo nada más. Creo que ahí fue cuando me quedé dormido.

Cuando desperté, Seonghwa estaba a mi lado, vestido como la noche anterior, tapado casi hasta la cabeza por el frío que tenía. Cuando me levanté, antes de ir a darme un baño, abrí el armario y tomé una manta para ponerla sobre Seonghwa.

El baño me ayudó a recordar lo poco que era capaz de recordar. Hasta ese momento, no recordaba nada, literalmente. Cuando llegué a la parte del beso, pensé que tendría que hablar con alguien. Pero era lunes, todos trabajaban...

Bajé y ví a Yunho sirviendo el desayuno a los chicos. Me preguntaron cómo estaba, les dije que no recordaba mucho pero estaba bien. Parecía que Jongho también se había embriagado de más, pues me dijeron que "genial, ni yo ni Jongho necesitábamos las pastillas para la resaca".

- Ya que no vamos a ir a la empresa, y puesto que ya no falta nada para el 24... ¿Por qué no practicamos aquí? - dijo San.

Lógicamente, todos los chicos dijeron que sí, y por lo tanto, el lunes que teníamos libre se convirtió en un lunes de práctica (otro más).

- Yo voy a despertar a Seonghwa Hyung, cuando bajamos, y desayuné algo comenzamos. ¿Les parece? -

Yeosang recibió un "siii" como respuesta y, luego de llevar su plato a la cocina, subió.

En cuanto a nosotros, en lo que San y Mingi limpiaban la cocina, fui a buscar la ropa lavada que había quedado colgada el día anterior. Y Wooyoung, Jongho y Yunho fueron a cambiarse.

En cuanto todos terminamos fuimos a la sala que habíamos preparado para practicar. Woo aún estaba algo dolorido, así que al llegar Seonghwa lo ayudó a colocarse la famosa venda que habían comprado Yeosang y Jongho.

- Bien, intenta no moverla demasiado. La venda está bien ajustada, ¿verdad? - luego del asentimiento de Wooyoung, continuó. - Genial. Si sigues muy dolorido, luego te puedo dar algún calmante. Después te daré una crema para los dolores musculares. -

- Pero estoy bien, Seonghwa Hyung... -

- Ya, pues avísale a tu muñeca. -

Seonghwa fue directo a traer la botella que usaba para las prácticas y, al volver, comenzamos. Al igual que los días en la empresa, practicamos todo el día, con el almuerzo de por medio. Cuando terminamos, Seonghwa y Yeosang dijeron que se ocuparían de la cena, aunque no les tocara. Les dije a los chicos que saldría a caminar un rato, y al salir, comencé a caminar sin rumbo fijo.

Veinte minutos bastaron para que llegue a la cafetería en la que trabajaba Yuta. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba yendo en esa dirección, pero supongo que el hecho de necesitar hablar con alguien era suficiente para que inconscientemente buscara alguien con quién hablar.

Miré la hora, eran casi las seis y Yuta estaba a punto de salir. Entré y, en cuanto me vió, se acercó a mí y dijo que ya terminaba. Le dije que de verdad necesitaba hablar con alguien, así que me contestó que se apuraría.

- Ya estoy. ¿Vamos? -

No sabíamos ni a dónde estábamos yendo, pero no era importante en ese momento.

- Supongo que querrás contarme algo sobre ayer. - me miró inquisitivo.

- Ya, ¿tan obvio es? -

- No. Pero te conozco. Además, teniendo en cuenta que ayer estabas ebrio, podrías haber hecho cualquier cosa. ¿Sabes que cuando estamos ebrios hacemos lo que más contuvimos? -

- Ya lo experimenté, sí. -

- Bueno, cuéntame. ¿Qué estupidez hiciste? -

- Yo no diría que fue una estupidez. Mejor dicho, no lo fue. No me arrepiento. - sonreí tontamente recordando lo que había hecho. - No recuerdo mucho, en verdad. Sólo sé que luego de que todos se fueran, los chicos dijeron que dormirían abajo. Seonghwa y yo subimos. Cuando estábamos por dormir, casi le cuento todo lo que me frenaba para estar con él. Pero no lo hice, sólo dije que ya me habían abandonado antes. Entonces, lo besé. ¿Por qué cada vez que lo beso tengo que estar al menos un poco embriagado? No es justo, no puedo recordarlo bien. Volviendo al tema, luego de todo eso comencé a adormecerme. Lo último que recuerdo es que Seonghwa me hablaba enfadado, diciendo que no me comprendía. -

- Ah, amigo, caíste por él. Estás perdido. - me dijo.

- Lo estoy, desde hace mucho tiempo. -

- ¿Y qué piensas hacer ahora? -

- No puedo seguir así. Aunque me lastime más que nunca, Seonghwa lo vale. Fui un idiota al no tratarlo como merecía. Pero esta vez lo decidí: voy a arriesgarme por él. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora