Capítulo XLIII: Preparativos

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Llegó el fin de semana. Era sábado y, antes de irme, le avisé a Taeyong que me iría directamente luego de volver de la empresa. Era su día libre, y, aunque insistí en que no era necesario, decidió sin mi consentimiento que me acompañaría a la empresa, como cada día que me quedé allí. Aquí es cuando pienso que no soy tan testarudo...

Esta vez, Yeosang me estaba esperando en la puerta del edificio, así que me despedí de Tae y entré junto a él. Estaba contento de que vuelva a casa, y también estaba bastante emocionado por el cumpleaños de Jongho.

- ¿Tenemos todo preparado? ¿Qué debo decirle a Jongho para que nos vayamos? ¿Qué cenaremos? ¿Quiénes vendrán? - fueron algunas de las preguntas que me hizo Yeosang al estar tan inseguro sobre si esto saldría bien o no. El cumpleaños era el domingo y Sang parecía estar un poco (bastante) preocupado.

- Sang, tranquilo. Saldrá bien. Tae Hyung y Yuta vendrán, también los amigos de Hongjoong y Félix junto a Hyunjin. Creo que no vendrá nadie más. Ah, sí, el manager. -

- Espero que esta vez no traiga soju, la última vez no terminó nada bien. -

- Tienes razón. Pero lo bueno es que el manager nos dejó el día libre el lunes. - le dije sonriendo.

- Sí... Oye, tú nunca me contaste lo que pasó esa noche. El alcohol había generado una extraña tensión entre ustedes dos. ¿Pasó algo importante? -

- ¿De verdad no te conté? Creí que lo había hecho. Bueno, podemos decir que sí pasó algo "importante". De hecho, esa noche comenzó todo con Hongjoong. Aquél día descubrí lo que sentía por él. Luego, cuando subimos, nos besamos. - los ojos de Yeosang se abrieron como platos.

- ¿En serio? ¿Cómo no me contaste eso? La vez que me contaste lo que estaba pasando decidí no preguntar mucho, pero no me habías contado cómo comenzó todo. -

- Ya, pues hoy lo sabrás. - comencé a recordar la noche en la que todo había cambiado. - En un principio, yo tomé la iniciativa de besarlo, pero él no respondió. Al final, él me besó y creyó que sólo se lo había permitido por el alcohol que había bebido. Le aseguré que no era así y nos fuimos a dormir. - preferí contarle hasta ahí y saltear la parte en la que me quedé dormido en su pecho; lo que le había contado ya me había hecho avergonzarme demasiado.

- ¡Entonces por eso al otro día Hongjoong Hyung estaba tan extraño! -

- Sí, supongo que sí. -

Seguimos caminando hasta la sala, donde los chicos estaban ansiosos por comenzar; faltaban menos de dos semanas para el debut y estaban preocupándose porque todo saliera bien.

- Chicos, deben calmarse un poco. Sé que están preocupados por cómo saldrá todo, pero se están sobreesforzando demasiado. - dijo nuestro líder.

Los dos menores comenzaron a reprocharle que todo debía salir perfecto, mientras que los demás solo asintieron al pedido de Hongjoong. Por suerte, si bien siguieron poniendo todo su esfuerzo en la práctica, dejaron de sobreesforzarse como lo venían haciendo. Fue lo mejor, me preocupaba que pueda volver a pasar algo como lo de Yunho de nuevo...

Cuando comencé a buscar mis llaves, recordé que Hongjoong tenía nuestro juego. Aún así, encontré otras llaves y una nota en el bolsillo de mi bolso.

La nota era de Taeyong, quien me había dado un juego de llaves "por las dudas".

- Idiota. – dije sin darme cuenta mientras levantaba la mirada. El líder estaba enfrente y, por su cara, pude deducir que creyó que cuando lo dije, me refería a él. – Oye, no me refería a ti... - le dije antes de que se fuera. Luego, murmulló algo que no pude comprender del todo. ¿Mi dragón? ¿Habrá olvidado su dragón en algún juego? ¿O quizás... "La traición"? Bah, no lo sé, no tengo idea.

- Bien, ¿vamos? - dijo Mingi, para salir de la sala abrazado a Yunho.

Salimos quienes quedábamos en la sala y nos encaminamos a casa. Iríamos caminando hoy.

- Seonghwa Hyung, ¿puedes hacernos kimchijjigae, por favor? Es como una bienvenida de vuelta a casa, y- Wooyoung fue interrumpido por un codazo de Yunho.

- Sí, hoy cocino yo. - les dije a Mingi y San, quienes se suponía les tocaba cocinar.

Los chicos parecían contentos, era como si todo estuviera volviendo a la normalidad.

Llegamos a casa y los chicos decidieron que practicarían un rato más, muy a pesar del líder. Les pidió una vez más que no se esfuercen demasiado y se quedó a ayudarme con la cena. A veces, la atmósfera que había cuando éramos amigos parecía volver, pero luego se desvanecía.

- Espero que todo salga bien mañana... - soltó Hongjoong.

- Sí, también yo, los chicos están muy emocionados, ¿sabes? -

- Sí... Hay alguien que también está emocionado... -

- ¿Ah? ¿De quién hablas? -

- Youngjo quiere conocerte. Ahm, no, bueno sí, pero... - pareció comenzar a ponerse nervioso.

- Ya, ya. Yo también quiero conocerlo. - sí que era divertido jugar con sus nervios. - Esto es raro... -

- Y vaya que lo es... -

Terminamos de preparar la cena entre algunos comentarios como los que hacíamos antes. Fue un buen rato, pero era difícil dejar de pensar que ese chico que estaba frente a mí me había rechazado.

- Chicos, vengan a cenar. - gritó Hongjoong mientras caminaba hacia la sala donde estaban. - Woo, ¿estás bien? - escuché, para luego ir a ver si había pasado algo malo. ¿En qué me había convertido? Un padre que se la pasa preocupado por sus traviesos niños.

Entré y ví a Wooyoung levantándose, con la muñeca doblada. - Se cayó y se lastimó la muñeca. - dijo San.

- Bah, no es nada grave. - dijo Wooyoung restándole importancia. Hongjoong comenzó a comprobar que realmente no fuera nada grave. Sí, le dolía un poco cuando la movía, pero "con un par de días que use una venda estaría bien" (palabras textuales de Hongjoong).

La excusa perfecta. Yeosang iría a comprar una venda para Woo junto a Jongho, pero como no tienen idea de qué es lo que necesita tardarán más. Cuando esté todo listo, le diremos a Yeosang que compre una venda normal y vengan directamente a casa. Una genial idea, definitivamente.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora