Capítulo LVII: Accidente doméstico

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Durante las próximas dos semanas no pasó nada interesante. Por lo menos, hasta que nos dieron las vacaciones al terminar las promociones.

El manager nos había reunido a la hora de volver a casa. Aquel viernes había sido nuestra última presentación, por ahora, así que estábamos esperando a que nos hablen sobre el tan esperado descanso.

- ¿Estamos todos? - preguntó el manager, para luego darse cuenta de que faltaban San y Wooyoung.

- Ah, los chicos dijeron que ya volvían. - dijo Yunho, siendo interrumpido por los nombrados que entraban apurados a la habitación.

- Bien, ahora sí. Supongo que igualmente saben de lo que les hablaré. Terminamos las promociones, todo salió genial. Causaron furor y eso es lo mejor. Así que, como les prometí, tendrán dos semanas de vacaciones. Puesto que hoy es viernes, no es necesario que mañana vengan y comienza su descanso. -

Claro que esta noticia fue bien recibida. Algunos creímos que tendríamos que trabajar una semana más, pero al parecer no.

- ¡Gracias! - dijeron juntos para hacer una leve reverencia y salir uno por uno de la habitación.

Hongjoong se quedó en la habitación porque tenía que hablar con el manager sobre algunas canciones en las que había trabajado el último tiempo. Y que, por cierto, algunos días lo tuvieron de muy mal humor.

El hecho de que Hongjoong esté de mal humor significaba peleas en casa.

- ¡Estoy harto! - gritó una noche en la que todo había sido un caos. Desde temprano, había estado intentando terminar la letra de una canción, a la cual no le faltaba mucho. Pero como no pudo hacerlo debido al estrés, había estado todo el día de malas. Al escucharlo alzar la voz, todos voltearon a verlo. Sin embargo, subió para tranquilizarse un poco y estar solo.

- ¿Qué le pasa? - preguntó Mingi mirándome.

- Está algo sobrepasado por el trabajo... Pero no importa, el caso es que ustedes deben dejar de discutir por cosas insignificantes. - porque sí, estaban volviendo a discutir por estupideces.

Algunos de los chicos parecían listos para reprochar, pero yo ya había subido detrás de Hongjoong. Luego, se escucharon algunos murmullos, al parecer no pensaban dejar de discutir.

Entré a la habitación y me encontré con Hongjoong recostado boca abajo.

- Hongjoong, no la tomes con ellos... - intentar razonar con él cuando se ponía así era difícil.

- Seonghwa, ya no son niños. Deben dejar de pelear por todo. Tenemos suficientes cosas en la cabeza como para cuidar que no discutan como niños. - volteó a verme.

- Sí, tenemos muchas cosas por las que preocuparnos. Y ellos también. Quizás por eso discuten más. - me acerqué a él y me senté en la cama.

- Ah, estoy cansado. - volvió a recostarse boca abajo.

- Todos lo estamos, Hongjoong. Y no por eso vamos peleando con cualquiera que se nos cruce. - el tono de mi voz comenzó a endurecerse, provocando que volteara a verme. No suelo enfadarme, pero el hecho de que sea tan terco me ponía de los nervios. Estaba aprendiendo a lidiar con ello, pues luego entendí que no tenía sentido discutir y que lo mejor era hablar cuando estemos tranquilos.

- Bien, quizás yo estoy exagerando. - se sentó sobre la cama. - Pero de verdad esto me está superando. -

- Sí, te entiendo. Pero debes intentar calmarte, no solucionarás nada estando de mal humor. ¿Lo sabes, verdad? -

- Bien, tal vez tienes razón... -

- Como siempre. - bromeé, causando que Hongjoong riera. - ¿Qué te parece si salimos un rato? Quizás te ayuda a despejarte. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora